Hoy sábado 14 de marzo la manifestación contra la Guerra convoco a unas 3000 personas, que marcharon desde Plaza Italia hasta el Palacio de Gobierno.
En medio de una escalada de escándalos financieros en donde están comprometidos altos funcionarios de gobierno y que esta dejando al descubierto una grave crisis en el sistema financiero local, el gobierno de Ricardo Lagos y la propia Alianza de partidos –Concertación- esta pasando por uno de sus peores momentos.
El domingo 9 de marzo, se desarrollo una gran manifestación contra la guerra en Santiago de Chile. Al acto asistieron unas 15.000 personas. Sin duda la ambigüedad que el Gobierno de Ricardo Lagos ha mostrado frente a la guerra ha sido un factor de presión por parte de la opinión publica. Es evidente que Lagos esta en una situación delicada, ya que con el Tratado de Libre Comercio recién acordado con los Estados Unidos, el gobierno ha dejado al descubierto la enorme presión que esta recibiendo por parte de Washington para que apoye las acciones militares contra Irak. Por otra parte, a medida que avanzan los días, la oposición a la guerra ha crecido enormemente. El 15 de febrero en la protesta mundial contra la guerra se manifestaron alrededor de 2000 personas, pero en menos de tres semanas, la gente que llego frente al Museo Nacional –donde se llevo a cabo el acto del 9 de marzo- supero las expectativas de los propios organizadores, sobre 15 mil personas en las calles.
Ahora el gobierno sé esta encerrando en un verdadero callejón sin salida, puesto se ve enfrentado a un creciente desprestigio frente a la población por los escándalos de corrupción, sumado a la posición ambigua frente a la guerra. No cabe duda que lo que se presentaba como un gran logro del gobierno a nivel internacional – la inclusión de chile como miembro no permanente al Consejo de Seguridad de la ONU- ha resultado ser un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno. Con un acuerdo de libre comercio firmado hace pocos meses con EE.UU. y una gran oposición a la guerra por parte de la población –80%- y la crisis interna a consecuencia de los escándalos financieros, se ha revelado cuales son los verdaderos intereses que defiende el gobierno de Lagos; el de los grandes grupos económicos –ligados a la banca- y los intereses norteamericanos presentes en el Tratado de Libre Comercio.
Las fuertes alzas en los precios de productos como el pan, los pasajes de la locomoción colectiva, el tren subterráneo, el gas licuado, y varios artículos de primera necesidad, están creando un fuerte malestar entre la población, que ya han comenzado a experimentar la subida en el costo de la vida. Este es la principal razón por la cual el pueblo esta asociando cada vez mas los problemas domésticos con la guerra. Sin embargo, esta claro que la situación económica no mejorara con una solución del conflicto bélico –sea este con o sin ataque norteamericano-, la crisis económica esta siendo directamente ligada –por la mayoría de los analistas económicos- al problema de la guerra. Esto sin duda es verdad, pero el fondo del problema esta en que con o sin guerra el capitalismo y el modelo neoliberal esta en banca rota, ya que no esta solucionando los serios problemas de desempleo y el encarecimiento de la vida. Son los trabajadores quienes están pagando el costo de esta guerra, aun sin empezar, nosotros en nuestros panfletos estamos tomando el problema de la guerra para explicar porque afecta directamente a la población, sus consecuencias inmediatas como la subida de precios. Además decimos que la crisis económica no es solo culpa de los imperialistas, sino también del gobierno que unido a los grandes grupos económicos nacionales –con los escándalos de corrupción- están robando los ahorros y las pensiones de los trabajadores. La guerra puede estar tendiendo una cortina de humo a todos los problemas domésticos locales y aunque el gobierno llegue a acuerdos con la derecha con apoyo del el sistema judicial, para bajar el perfil o simplemente no investigar estos casos, no podrán cubrir en el mediano plazo el gran hoyo generado en el sistema financiero, donde el estado deberá cubrir nuevamente y pagar las deudas de los bancos. Todo a costa de los recursos y el dinero de los trabajadores.
Ni el sistema judicial, ni las comisiones parlamentarias generan confianza en la población para que se investigue abiertamente y finalmente se haga justicia.
Esta tarea debe ser realizada por las organizaciones sindicales y sociales, como única garantía para que de verdad se llegue a saber que paso con todo el dinero de los trabajadores y sus fondo provisionales que se han robado los banqueros y los grupos económicos.
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