La amenaza de los conspiradores derechistas
El tumulto social y político que ha remecido a Venezuela desde la elección del militar radical y populista de izquierda, Hugo Chávez como presidente en 1999, ahora ha entrado en una nueva y critica fase. Chávez ahora ha hecho un llamado para armar a la población y ha planteado crear una milicia popular. El también directamente ha declarado por primera vez que la revolución bolivariana ha entrado en una nueva fase anti imperialista.
Al mismo tiempo, 7000 obreros de la Siderurgia Orinoco, SIDOR, la compañía de acero más grande de América Latina han estado en huelga durante un mes, exigiendo la nacionalización de la planta.
A este movimiento a la izquierda tomado por Chávez le precede el arresto de 130 paramilitares Colombianos en Venezuela y le sigue el descubrimiento de un nuevo plan para derrocarlo y posiblemente asesinarlo. La amenaza de la contrarrevolución y la fuerte presión de la clase trabajadora para que más radicales y fuertes medidas sean tomadas por el gobierno, han empujado a Chávez a la izquierda. Es probable que esto abra una critica coyuntura para la revolución venezolana.
La necesidad para que la clase trabajadora abrase las ideas socialistas y el derrocamiento del capitalismo, llevando a cabo una revolución socialista, se torna hoy urgente. La creación de un partido socialista revolucionario que luche por esto es esencial para llevar a cabo la revolución socialista y derrotar decididamente la amenaza de la reacción.
El imperialismo Americano y la clase dominante venezolana han intentado derrocar al gobierno de Chávez en dos ocasiones. Ellos han sido derrotados en ambas oportunidades por el movimiento de masas, la intervención de la clase trabajadora y las bases del ejercito.
Primero, un espontáneo y masivo movimiento de trabajadores, los pobres urbanos y los soldados de base del ejercito derrotaron un intento de golpe en abril del 2002. Luego de haberlo arrestado y sacado del poder, el movimiento de masas saca a Chávez de su celda en la prisión y lo reinstala como Presidente.
Segundo, la paralización que hicieron los patrones entre diciembre del 2002 y enero del 2003 fue rota finalmente por la determinada resistencia de la clase obrera.
Durante todo el gobierno de Chávez la clase dominante ha realizado una política de sabotaje económico y político. Se realizo una fuga de capitales con la elite rica sacando su riqueza del país. La paralización tuvo un costo estimado de $40 mil millones de dólares de perdidas en los ingresos del petróleo.
La paralización fue seguida por el intento de la oposición derechista por recolectar 2.4 millones de firmas necesarias para obligar a Chávez a llamar a una nueva elección presidencial. Esta campaña, que todavía se disputa en tribunales y se ha reducido a mínimas proporciones. Inicialmente la derecha reclamaba que había recolectado 3.8 millones de nombres. Uno de sus dirigentes corrigió dicho numero y reconoció el hecho de que solo tenían 2.8 millones. Ellos entonces retardaron la presentación de las firmas durante un periodo de 20 días.
En esa fase, ellos reclamaban que tenían 3.4 millones pero aceptaron que era posible un margen de error de por lo menos 10%. Los nombres que se presentaron incluían a personas que ya estaban muertas desde hacia mas de una década. La credibilidad de la campaña sufrió un duro golpe cuando un periodista revelo la grabación de una conversación telefónica entre un líder de la oposición y su padre en Paris. Durante la conversación, se dijo que la campaña había recolectado solo 1.9 millones de firmas. La veracidad de la cinta fue reconocida por ellos, pero llevaron al periodista ante los tribunales por divulgarla en un periódico y en la televisión.
Los Escuadrones de la muerte de derecha
Bajo este fondo fue revelado el último intento de la contrarrevolución que involucra a paramilitares colombianos. Aunque los detalles son inciertos, se ha establecido que 130 colombianos ingresaron a Venezuela y mantenían armas en un rancho en las afueras de caracas. El rancho pertenece a Roberto Alonso, un cubano anticastrista y uno de los principales miembros de la oposición venezolana.
Entre aquellos arrestados, antiguos y conocidos miembros de las Fuerzas Autónomas de Autodefensa, figuran un paramilitar colombiano integrante de los escuadrones de la muerte. Implicado en el complot esta el ex presidente Carlos Andrés Pérez. En una reciente entrevista en Colombia, Pérez declaro que Chávez debe ser sacado por la fuerza porque había que reconocer que no puede hacerse de manera pacifica.
Aparentemente el plan de los conspiradores era atacar una base militar y obtener armas para dotar a una fuerza más grande proveniente de Colombia. Algunos informes también apuntan a un plan para utilizar un avión militar y bombardear el Palacio Presidencial de Miraflores. Otros informes indican que seria organizada una campaña de tiroteos y bombardeos como medio para provocar mayor inestabilidad con el fin de justificar una acción golpista para derrocar a Chávez.
Estos sucesos además están aumentando las tensiones entre Venezuela y Colombia. El gobierno colombiano ha comprado recientemente a España 40 tanques AMX30. Colombia es además uno de los mayores destinos de ayuda militar por parte de EE.UU. después de Israel, como parte del Plan Colombia comenzado por Clinton y que coloca a Colombia como el centro de la amenaza imperialista en América Latina. Por supuesto tanto el gobierno Colombiano como el americano han negado su implicancia en los recientes sucesos que implican a paramilitares.
Aunque no puede excluirse el hecho de que estos planes fueran una operación independiente de alguna agrupación derechista, esta claro que el imperialismo americano, la clase dominante venezolana y el gobierno derechista de Uribe en Colombia quieren a Chávez fuera. Solo una semana antes de descubrirse esta operación el Senado de Colombia había aprobado una resolución atacando a Chávez. El gobierno de Bus ha apoyado el intento de golpe de abril del 2002 y la paralización patronal del 2003/2004. El candidato presidencial del Partido Demócrata, John Kerry, ha atacado a Chávez por ser antidemocrático. Es posible que el imperialismo americano y la clase dominante de Venezuela y Colombia estén intentando sacar a Chávez mediante la fuerza a través de Colombia ahora que el trabajo de la oposición derechista en Venezuela ha fallado.
Venezuela es a nivel internacional el quinto productor más grande de petróleo y uno de los más importantes proveedores de petróleo a EE.UU.. La crisis en Medio Oriente acentuó la necesidad del imperialismo americano por tener en Venezuela un régimen seguro y amistoso. El imperialismo americano teme que la clase obrera y el movimiento de masas que se ha desarrollado en Venezuela puedan empujar a Chávez a atacar directamente sus intereses mas de lo que él lo ha hecho hasta ahora. Los recientes eventos del ultimo tiempo hacen que el temor del imperialismo se vean justificados.
Chávez ha sido una espina para el imperialismo americano. El ha apoyado precios mas altos del petróleo y ha atacado la política exterior del imperialismo, especialmente en torno a Irak. A nivel local ha introducido algunas importantes reformas a favor de la clase trabajadora y los sectores más pobres de la sociedad, atacando a la corrupta elite política y quitándoles algunos de sus privilegios.
Se han distribuido tres millones de acres de tierra a cooperativas campesinas. La reforma educacional ha incluido a 3 millones de personas en la enseñanza básica y secundaria. Por primera vez las universidades se han abierto a la clase trabajadora, se han inaugurado 3.200 nuevas escuelas. Un millón de personas ha dejado el analfabetismo, con una meta de 1,5 millones para este año. Millones por primera vez reciben atención primaria de salud, solo un millón en Caracas, a través del programa Plan Barrio Adentro {al interior de los barrios). Esto incluye el despliegue de 3.500 médicos cubanos que han sido enviados a las áreas más pobres, incluyendo áreas rurales que nunca antes habían tenido acceso a doctores.
Estas reformas han sido atacadas por la oposición derechista. Chávez y su gobierno tienen el aplastante y entusiasta apoyo de las masas de la clase trabajadora y de la mayoría de los oprimidos. Él es visto por millones de personas pertenecientes a los sectores más pobres de la sociedad como alguien que representa sus intereses. Como resultado, es odiado por la clase dominante.
Sin embargo Chávez todavía no se ha movido para derrocar al capitalismo. El gobierno aun no ha nacionalizado algún sector de la economía. Chávez y la Revolución Bolivariana que el defiende ha propuesto hasta ahora solo la forma de un capitalismo mas humano, tomando medidas para limpiar la corrupción y el abuso que la elite dominante venezolana ha hecho.
Esto ha despertado el odio y la ira de la clase dominante. El fracaso en ir mas lejos y romper decididamente con el capitalismo ha producido un cierto estancamiento en la lucha de clases en el último período. La reacción no ha triunfado y no ha sido muy efectiva para derrocar al gobierno. Al mismo tiempo, la revolución no ha tomado las medidas necesarias para derrocar al capitalismo y para empezar la tarea de construir el socialismo.
Un callejón sin salida
Esta situación ha producido un callejón sin salida que puede mantenerse por algún tiempo. Sin embargo no podrá continuar indefinidamente. O la revolución hace un decisivo golpe contra el capitalismo o la reacción triunfa. Desgraciadamente Chávez no ha propuesto la cuestión de que la clase obrera tome el control de la sociedad y empiece a construir el socialismo.
El fracaso de Chávez para adoptar dicho programa esta causando la mayor amenaza a la revolución. Cuando fue repuesto como presidente por las masas, tras el fallido golpe del 2002, Chávez cometió el error de intentar calmar a la clase dominante tratando de alcanzar acuerdos en lugar de haberles dado un fuerte golpe. Con esto Chávez les ha dado tiempo para preparar el derroque de su régimen e inflingir nuevamente una sangrienta derrota a la clase trabajadora.
Bajo el actual impase Chávez ha perdido indudablemente un poco de apoyo entre la clase media. Él fue elegido originalmente con un 60% de apoyo popular. La crisis económica ha significado que, aunque se han llevado a cabo algunas reformas, todavía existe un gran desempleo. La inflación se disparo a un 30% y comenzó a afectar los bolsillos de la clase media. Un 70% de la población esta viviendo hoy bajo la pobreza. En los primeros tres años del gobierno de Chávez el PIB cayo un 47%. Mucho de esto es debido al sabotaje de los patrones, la fuga de capitales fuera del país y otras acciones de sabotaje económico. Las consecuencias sociales de esta crisis han corroído en parte el apoyo hacia el gobierno de Chávez. Inicialmente Chávez había ganado el apoyo de un sector significativo de la clase media. Permaneciendo dentro del capitalismo y no actuando decididamente por romper con este sistema, y siendo incapaz de resolver sus problemas Chávez ha perdido el apoyo de los sectores medios que en un principio lo apoyo.
La reciente alza en el precio del petróleo junto con el termino de la paralización de los empresarios, han aumentado el apoyo al gobierno y le han dado mas espacio para maniobrar. El informe de mayo del Banco Central venezolano señaló un crecimiento de la economía de un 29.8% durante el primer trimestre del 2004 comparado con el mismo periodo del año 2003. En otros términos el colapso causado por el paro empresarial ha sido superado. La actividad económica relacionada con el petróleo ha crecido un 72.5%. el salario mínimo fue aumentado en 30% el primero de mayo.
Sin embargo esta situación no reduce la amenaza de la reacción, como lo han demostrado los recientes eventos. La crisis en Medio Oriente, sobre todo en Irak, esta aumentando la necesidad del imperialismo americano de tener una mano segura y las cosas en calma en Caracas.
Enfrentado a este nuevo intento de la reacción por derrocar su régimen y a la creciente presión de las masas, Chávez parece haber entrado en una dirección de izquierda más radical. Manejando la amenaza de la contrarrevolución, que si pudiera le daría otro golpe, lo encarcelaría para obtener la victoria.
Cientos de miles de personas marcharon por las calles contra la intervención colombiana. Chávez llamo a armarse a la población y a establecer milicias populares. El 14 de mayo, Chávez llamo a la expropiación de cualquier edificio, propiedad o instalación donde haya prueba que grupos paramilitares estén operando. El también critico el hecho de que “después de la Guerra Fría muchos en la izquierda dejaron de hablar del capitalismo, reemplazándolo por el neoliberalismo. Ambos términos se refieren al mismo asesino, perverso y podrido imperio”.
Desgraciadamente Chávez aun no levanta la necesidad por el socialismo como una alternativa al capitalismo y se ha dirigido a la ONU para que proporcione una solución al conflicto de Medio Oriente. Sin advertir que el nuevo gobierno “socialista” español apoya el capitalismo, Chávez simplemente dio su bienvenida a la reciente elección de Zapatero en España.
El 17 de mayo, siguiendo al anuncio del Consejo Nacional de Defensa que esta en permanente sesión, Chávez declaro que en las próximas semanas “empezare a repartir directrices y lineamientos, apelando al apoyo de los consejos locales, los movimientos sociales, las corrientes populares. A los adultos, hombres y mujeres, que no están en la reserva, pero que estén listos de una forma diferente para hacerse soldados sin tener que pasar por los cuarteles, para recibir entrenamiento militar y organizarse militarmente para la defensa del país”.
Este llamado general debe convertirse en una realidad para la clase trabajadora y el movimiento de masas. La revolución en Venezuela no necesita de amigos que solamente aplaudan los pasos y discursos radicales. Que es necesario la solidaridad genuina de los trabajadores en el ámbito internacional con un programa socialista que utilice la experiencia internacional colectiva de la clase obrera. Un programa socialista revolucionario y el intercambio de las experiencias de la clase obrera internacional fortalecerían a las masas venezolanas en la lucha por derrocar al capitalismo y el imperialismo.
El llamado de Chávez para armar al pueblo debe hacerse realidad ahora con la acción independiente de la clase trabajadora y la línea de base del ejercito. En Chile, antes del sangriento golpe de estado que derroco al gobierno de Salvador Allende, la clase obrera exigió armas para defender la revolución. 500.000 personas marcharon frente al Palacio Presidencial exigiendo armas. Algunos trabajadores portaban armas blancas y en algunas fabricas se organizaron comites de defensa. La respuesta de los dirigentes fue que las armas “serian distribuidas cuando fueran necesarias”.
Trágicamente esto no fue suficiente. Cuando vino el golpe las armas no estaban. En vez de ir a la ofensiva y enfrentarse a la contrarrevolución y marchar hacia el Palacio presidencial, los trabajadores se dirigieron a las fabricas como le habia indicado el gobierno de Allende “para convertir las fabricas en un bastión de la revolucion.” Sin defensa los trabajadores fueron sacrificados por parte del ejercito golpista.
Esta trágica derrota contrasta con los sucesos durante la revolución Española en julio del 36 en el Barcelona donde la clase obrera se puso a la ofensiva, asaltando los cuarteles y tomando las armas, tomando el control de la ciudad y derrotando a la contrarrevolución en una primera fase. La revolución fue totalmente perdida durante la guerra civil debido a la nefasta dirección del movimiento obrero.
Milicia Obrera
La clase obrera de Venezuela y las líneas de bases del ejercito, necesitan dar los pasos necesarios para establecer una milicia armada. Los soldados necesitan elegir a sus representantes en comités de soldados y comenzar con la tarea de distribuir armas a los trabajadores para los comités que necesitan ser formados para la defensa. Estos comités de soldados también deben establecer un sistema de elección de representantes y sacar a aquellos que simpatizan con las fuerzas de la reacción. Algunos oficiales pro-golpistas ya han sido alejados pero esto ahora debe ser extendido y cada representante militar debe estar sujeto a elección y a la revocación por parte de los comités de soldados.
Cada fabrica, cada lugar de trabajo y el pueblo en los barrios necesita organizar una milicia de defensa. Estos deben unirse y organizarse en los Comités Bolivarianos. Los Comités Bolivarianos deben extenderse y elegir a sus delegados en todos los lugares de trabajo, las organizaciones sociales, la UNT y otras. Los delegados elegidos deberán estar sujetos a la revocabilidad por asambleas en los lugares de trabajos. Los Comités Bolivarianos necesitan unirse a nivel local, en las ciudades, a nivel regional y nacional, para establecer un gobierno revolucionario de obreros y campesinos pobres.
El establecimiento de milicias obreras, bajo el control democrático de la clase trabajadora representaría un tremendo paso adelante. Sin embargo el dar solo este paso no garantiza la derrota de la reacción y que la clase obrera salga victoriosa. Las lecciones de la Guerra Civil española 1936/39 son vitales. La clase obrera española estaba armada y lucho heroicamente. Sin embargo, debido a las erroneas políticas de los lideres socialistas y comunistas el capitalismo no pudo ser derrocado y un gobierno obrero tampoco fue establecido. Como resultado las fuerzas fascistas de Franco salieron victoriosas.
La creación de una milicia obrera en Venezuela también debe unirse al establecimiento de un gobierno de obreros y campesinos con un programa socialista revolucionario. Las grandes compañías, los bancos y las instituciones financieras nacionales y multinacionales deben ser nacionalizadas bajo el control y administración democrática de los trabajadores. Debe ser levantado un plan económico de emergencia.
Elementos de control obrero ya se han visto en algunos lugares de trabajo y en la principal compañía estatal del petróleo PVDSA. Los trabajadores en cada sector necesitan controlar el funcionamiento diario de cada fabrica y lugar de trabajo . Esto necesita vincularse a un sistema de dirección democrático de los trabajadores sobre toda la economía. La administración de las compañías nacionalizadas necesita ser compuestas por representantes obreros elegidos de las industrias, los trabajadores estatales y la UNT [Federación sindical Bolivariana]. Tales delegados deben estar sujetos a revocabilidad inmediata y recibir no mas que el salario medio de un obrero calificado. Todos los funcionarios deberán estar sujetos al mismo escrutinio y al control democrático de la clase trabajadora.
Las organizaciones de los trabajadores están fortaleciéndose. La UNT tiene 2 millones de miembros que conjohnan a unos 500 sindicatos. Esto incluye a los dos principales sindicatos, Fedepetrol y Sinutrapatrol, el sindicato del sector publico Fentrasep y sindicatos del sector privado, Firestone, Pirelli, Ford, Polar, Bigott. Los antiguos dirigentes corruptos de la Federación Sindical de la CTV, han perdido cada vez mas apoyo. Sin embargo solo un 20% de la mano de obra esta sindicalizada. La UNT ha lanzado una campana para organizar al 80% de la fuerza laboral.
La ocupación de algunos lugares de trabajo y la movilización de masas reflejan un cambio militante hacia la izquierda, exigiendo que la revolución vaya mas allá. De forma significante, en la manifestación del primero de mayo, algunos sindicatos como el Sindicato de Artes Graficas portaba estandartes con proclamas que decían por ejemplo ‘defendamos nuestra patria, no a la invasión imperialista, Venezuela hacia el socialismo”.
El giro a la izquierda de Chávez y del movimiento de masas también podría empujar al régimen a dar golpes mas directos contra el capitalismo y el imperialismo, incluyendo la nacionalización de la industria. Si esto acontece y la idea del socialismo surge con mayor fuerza dentro de la revolución, la lucha en Venezuela alcanzara indudablemente repercusiones internacionales mas lejos de las que ha tenido hasta ahora.
Para asegurar la victoria, el capitalismo debe ser derrocado mediante la aplicación de un programa socialista revolucionario. Esto también debe incluir un llamado a la clase obrera de América Latina y de los EE.UU. para solidarizar y apoyar la lucha contra cualquier intento del imperialismo por derrotar la revolución. Tal llamado, bajo el telón de fondo de una poderosa conciencia antiimperialista que se ha desarrollado como consecuencia de la guerra de Irak recibiría un gran apoyo internacional, incluyendo a los trabajadores y la juventud de EE.UU. Un llamado a la solidaridad internacional necesita unirse a la idea de establecer una federación socialista democrática de América Latina y EE.UU. Solo un programa así puede derrotar al imperialismo y a la clase dominante de Venezuela.
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