La horrible masacre de niños, padres y profesores en el Colegio de Educación Media No1 en Beslan, Osetia del Norte, llegó a un nuevo nivel de barbarismo.
Los secuestradores cruzaron la línea entre humanidad e inhumanidad. Deliberadamente escogieron como blanco a niños en su primer día de clases, tradicionalmente una fiesta.
Se negaron a darles agua, comida o medicinas. Niños y adultos fueron obligados a beber orina y comer flores. Afuera los parientes y amigos sufrían la angustia.
Cuando algunos de los niños conseguían salir del edificio, eran baleados por la espalda. Cuando se desataron el tiroteo y las explosiones, centenares de cadáveres quedaron sepultados bajo el techo colapsado.
Ninguna causa puede justificar, una acción tan bárbara y a sangre fría. Los secuestradores pertenecían a un grupo Islámico nacionalista de Chechenia. Durante más de diez años los Chechenos, la mayoría de los cuales son musulmanes, han luchado una amarga y sangrienta batalla por la independencia. Lo despiadado de sus tácticas en Beslan y en todas partes, incluido el uso de bombas suicidas, reflejan la brutalidad de la represión militar del estado ruso en Chechenia.
Pero estas tácticas salvajes, dirigidas contra ‘objetivos fáciles’, niños, sus familiares y profesores, no sirven a la causa del pueblo Checheno. Beslan solamente reforzará la espiral de atrocidad y contra atrocidad. La resistencia está en mano de pequeños grupos de guerrillas, dominados por notorios señores de la guerra como Shamil Basayev, casi seguro el arquitecto del sitio de Beslan. La mayoría del pueblo Checheno no ésa organizado o movilizado, y no tiene control democrático sobre el movimiento de resistencia.
Putin está aprovechando el secuestro de Beslan y otros ataques terroristas para reforzar su maquinaria de seguridad militar. Esto significará intensificación de la represión militar en Chechenia, y una amenaza incluso mayor a los derechos democráticos en toda Rusia. Algunos preguntarán: ¿Barbaridades como el secuestro de Beslan acaso no exigen medidas fuertes? Pero son las medidas político militares de fuerza tomadas por Putin las que han producido la ola terrorista en primer lugar. Muertes masivas y destrucción en Chechenia, la destrucción de la capital, Grozni, pillajes sistemáticos y violaciones por las tropas rusas, mal pagodas y brutalizadas han actuado como sargento de reclutamiento de las organizaciones terroristas.
En occidente, Bush, Blair y otros líderes también tienen responsabilidad por el crecimiento del terrorismo. Su invasión de Afganistán, la ocupación de Irak y el apoyo a la brutal represión de Israel a los Palestinos en los territorios ocupados han ayudado al reclutamiento de muchos más por las organizaciones terroristas.
La apariencia de una ‘cruzada’ del imperialismo occidental contra el Islam han provocado el crecimiento de grupos Islámicos derechistas que usan tácticas terroristas. Detrás de la agresión militar de EE.UU., Gran Bretaña y otras potencies está la carrera para controlar el petróleo y el gas, y fortalecer su dominación militar y económica global.
Como Putin, Bush y Blair culpan al terrorismo como ‘maldad’ . Ignoran las condiciones que alimentan al terrorismo.
Tal como dijo Al Gore (que se enfrentó a Bush en las elecciones presidenciales del 2000 ), “hay otro ‘eje del mal’ en el mundo: la pobreza y la ignorancia; la enfermedad y el desorden medioambiental; la corrupción y la opresión política”, todo lo cual lleva al terrorismo.
La única respuesta de Bush, Blair y Putin es represión, represión y más represión. Están agravando el circulo de guerra y terror. Defienden el capitalismo, el sistema que produce desigualdad, pobreza, desesperación y guerra.
Necesitamos fuertes medidas contra el capitalismo, necesitamos un sistema Nuevo y mayor, una sociedad socialista que pueda proveer prosperidad y seguridad para todos. Entonces será posible resolver conflictos nacionales de manera pacífica y democrática.
Reproducido de ‘The Socialist’, periódico del Socialist Party, cit en Inglaterra y Gales.
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