La situación de los mapuche ha empeorado bastante durante los últimos años.
Bajo el gobierno de Ricardo Lagos la represión se ha visto incrementada, volviendo a una situación que en algunos aspectos es peor que bajo la dictadura.
Cualquiera que visite una comunidad de la novena y octava regiones, podrá apreciar las medidas represivas implementadas por el gobierno, es normal ver a carabineros parando a todas las personas que se desplazan por los caminos rurales, para interrogarlos, deben dar su nombre, que esta haciendo en el sector, donde vive y si son del lugar se les pide entregar información sobre sus vecinos o si han visto algo “raro”, etc.
Toda el área recibe un tratamiento de zona ocupada, es normal ver el desplazamiento de vehiculos con civiles, que todo el mundo sabe que son policías, en claras maniobras de amedrentamiento.
A esto hay que ajohnarle los juicios arbitrarios y racistas que están sufriendo muchos de nuestros hermanos, la principal característica de estos juicios es el empleo de “testigos sin rostro”, la razón por que se usa esta modalidad es debido a que en juicios anteriores, cuando se conocía la identidad de los testigos, se pudo comprobar que en la mayoría de los casos estos eran falsos y pagados por las forestales y en algunos casos estos eran los propios guardias privados contratados por las empresas madereras. Debido al empleo de estos testigos fraudulentos, el estado chileno ha sido condenado por los organismos de derechos humanos internacionales y se le ha pedido corregir esta situación. A pesar de esto el Estado chileno sigue empleando estos métodos, por que estos juicios no persiguen hacer justicia, sino que emplearlos como una forma mas de represión y amedrentamiento contra el movimiento mapuche.
Esta es la razón por la que varios hermanos hoy se encuentran en rebeldía frente a los tribunales de justicia chilenos y han decidido no presentarse a los juicios que se le siguen, como es el caso de Mireya Figueroa, Luis Catrimil, Juan Colihuinca, Juan Carlos Huenulao y José Cariqueo, entre otros, que saben que están condenados antes de que comience esta farsa judicial.
La policía usando la escusa de detener a estos hermanos a procedido a allanar varias comunidades con extrema violencia contra los residentes de las comunidades indígenas donde viven algunos de ellos. A todo lo anterior debemos sumarle los presos políticos mapuche, como los hermanos José Nain Curamil, Víctor Ancalaf, Pascual Pichun y Aniceto Norin, entre otros, que ya están llenando las cárceles de la octava y novena regiones, cuyas condenas fueron dictadas en juicios tan viciados que no resisten ningún análisis serio desde el punto de vista legal.
A raíz de todo esto la Asamblea Mapuche de Izquierda a denunciado y condenado estos hechos y ha hecho un llamado al resto de la sociedad chilena para que solidarice y condene los métodos de esta nueva ola represiva del estado chileno contra la nación mapuche.
La solidaridad hoy es mas necesaria que nunca, tanto los hermanos que están en rebeldía, como los presos políticos, que debido a su situación tienen muchos problemas económicos, cosas como alimentos no perecibles y ropa son absolutamente necesarios para ir en ayuda de sus familias.
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