Che Guevara: Una herencia de lucha

Che Guevara se ha convertido en un icono. Su cara se puede ver en las villas miseria de la Argentina, y en incontables camisetas en todo el mundo.

Desde su muerte ha habido mucha documentación sobre su vida; la más reciente es la nueva película, Diarios en Motocicleta, sin embargo la mayoría de esos comentarios no hacen un análisis detallado de la política del Che. Para los socialistas, sacar las lecciones de los aciertos y fallos de la batalla del Che contra el imperialismo y el capitalismo es de la mayor importancia.

Fue en Bolivia donde el Che entró por primera en contacto con una situación revolucionaria, durante la lucha que llevó al radical Movimiento Nacionalista Revolucionario al poder. La acción militante de los obreros y campesinos forzó la nacionalización de algunos de los sectores más importantes de la economía, sobretodo las minas de estaño. Durante ese periodo, Che Guevara fue testigo del rol pivote jugado en el movimiento revolucionario por los mineros del estaño. Esos trabajadores habían tenido un papel central en el establecimiento de la nueva unión sindical, la Central Obrera Boliviana. Una indicación de la conciencia revolucionaria de la clase trabajadora boliviana en esa época fue la adopción de la COB al Programa de Transición de Trotsky.

A pesar de haber observado la fuerza potencial de la clase trabajadora y el rol que podría jugar en la transformación de la sociedad, incluso en un país principalmente rural. Agrario como Bolivia, el Che no sacó las conclusiones correctas. Que la clase trabajadora es la única con la capacidad de efectuar el cambio socialista. Esta debilidad iba a estar en el centro de los errores políticos del Che en el futuro.

Cuando el Che llegó a México, ya era socialista y se veía a si mismo como un marxista revolucionario. Sin embargo, su comprensión de las ideas marxistas en algunos aspectos era bastante débil, especialmente en lo que respecta a la aplicación de estas ideas a América Latina. Fue en esa época cuando fue atraído hacia el Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro.

El Movimiento 26 de Julio, apoyaba una serie de medidas radicales que estaban lejos de una reivindicación al socialismo, sus demandas reivindicaban una forma de capitalismo liberal.

La historia de América Latina ha mostrado que la clase capitalista local de esa región continental está atada por mil lazos al imperialismo, especialmente el imperialismo de EE.UU. El dominio capitalista, ya sea bajo un régimen títere de los EE.UU. o un gobierno nacional democráticamente electo, significa pobreza sin fin y lucha para las masas. Solamente la clase trabajadora armada con un programa socialista es capaz de resolver los agobiantes problemas que enfrentan las masas de la región.

Lucha de guerrillas

El Che creía que la lucha por el socialismo en las regiones fundamentalmente rurales de América Latina debería ser basada en la lucha de guerrillas del campesinado. Por su naturaleza el campesinado es una clase dividida, heterogenea. Los campesinos no están concentrados en grandes números, y no tienen una base social para desafiar el dominio del capitalismo y los terratenientes del modo que puede la clase trabajadora.

En claro contraste, la clase trabajadora está basada por millones en las áreas urbanas, trabaja y vive en condiciones sociales similares, desarrolla una conciencia colectiva en épocas de crisis social y económica y tiene el poder, a través de la huelga de llevar al capitalismo a una parálisis demoledora. Por lo tanto la clase trabajadora tiene la capacidad de ver la necesidad de desafiar, derrocar y reemplazar al capitalismo con una sociedad socialista. Esto es incluso el caso de países en que la mayoría de la población es campesina y rural como en Rusia en 1917. En la Revolución de Octubre cuatro millones de obreros lideraron el movimiento revolucionario que inspiró y ganó el apoyo de la mayoría de los más de 100 millones de campesinos del imperio en una lucha exitosa por el socialismo.

El Che tuvo un papel conductor en la lucha que exitosamente derrocó al dictador títere de los Estados Unidos en Cuba, Batista. Su lucha de guerrillas había estado basada en los campesinos del campo y no entre la clase trabajadora urbana. La clase trabajadora Cubana no había jugado un papel independiente y central en la revolución. Así el derrocamiento de Batista no fue seguido por un desarrollo “natural” de la democracia obrera, donde las tradiciones históricas democráticas en el movimiento de trabajadores son esparcidas y aplicadas por ellos en el conjunto de la sociedad. En su lugar, una burocracia ya lista, el ejercito guerrillero, con sus estructuras de comando centralizado pasó a ser el modelo de la sociedad cubana. Más tarde ese modelo de gobierno fue fuertemente influenciado por el régimen estalinista de la URSS.

Muchos de los líderes de la revolución Cubana incluido Castro estaban combatiendo por una Cuba capitalista democrática. ¡Algunos incluso apoyaban la idea de usar a los EE.UU. como modelo del tipo de sociedad que querían construir!

Después del exitoso derrocamiento de Batista, castro intentó establecer un “acuerdo” con los elementos liberales de la clase dominante cubana, dándoles seguridad que la revolución no amenazaría sus intereses. Sin embargo, a pesar de sus objetivos moderados, el gobierno de Castro se vio obligado a tomar un número de medidas radicales, debido a la presión del campesinado y de la clase trabajadora radicalizados, pero también debido al Che Guevara. Esas medidas, incluidas la nacionalización de la industria de la caña de azúcar y otros sectores claves, llevó al nuevo gobierno a entrar en conflicto con el imperialismo norteamericano.

El Che también presionó para desmantelar el viejo estado capitalista cubano. Los partidarios del antiguo régimen de Batista fueron arrestados por centenares. Los torturadores, muchos de los cuales habían asesinados cientos de personas inocentes para Batista, fueron ejecutados. El Che supervisó un programa de purgas que removió elementos reaccionarios del ejercito, al tiempo que promovía la educación política y la incorporación de fuerzas revolucionarias en el ejercito estatal. Esas medidas estaban destinadas a defender la revolución de cualquier amenaza de contra-revolución capitalista. El gobierno de los EE.UU. denunció cínicamente esas “injusticias”, aunque había apoyado activamente la brutal dictadura de Batista. ¡Pero entonces Batista estaba sirviendo los intereses del imperialismo de EE.UU!

Aunque Castro sostenía que él no era comunista, el capitalismo de EE.UU. sentía que no podía confiar en él, especialmente desde que sus acciones ya habían herido sus intereses en Cuba. Así, empezaron a financiar un ejercito de Cubanos pro Batista exiliados en EE.UU., y agentes clandestinos dentro de Cuba. Esto llevó a la fracasada invasión de Cuba de Bahía Cochinos. Esas medidas presionaron al régimen más a la izquierda al radicalizar a las masas. Sin embargo, no fue hasta 1960 que Castro proclamó la revolución como “socialista”.

A diferencia del Che, la mayoría de la burocracia Cubana fue presionada a declararse “socialista” debido a la presión por el cambio de la clase trabajadora y el campesinado. Adoptaron el marxismo por conveniencia. Muchos en la burocracia esperaban que una fachada socialista ayudaría a traer ayuda económica de la Unión Soviética.

En realidad el régimen no era, y no es, genuinamente socialista. La revolución trajo conquistas reales al pueblo de Cuba. Las condiciones de vida mejoraron sustancialmente. Se aseguro el empleo y la comida para todos, a través de programas de modernización y de industrialización de la agricultura. En dos años se puso fin al analfabetismo. La educación llegó al alcance de todos los niños, y también se tomaron iniciativas en los lugares de trabajo. Hoy día, Cuba tiene un sistema de salud, sin paralelo en América Latina y uno de los mejores del mundo.

Cuba es un estado obrero deformado. El Capitalismo ha sido depuesto, importantes sectores de la economía han sido nacionalizados y una economía planificada está funcionando. Sin embargo, el poder de controlar y organizar democráticamente la economía no está en las manos de la clase trabajadora, sino de una elite burocrática con sus propios intereses, que los dicta a la población. Esto ha retardado el desarrollo económico dentro de Cuba y también ha impedido expandir la revolución al resto de América Latina. El Comité por una Internacional de los Trabajadores, al cual está afiliado el Partido Socialista, defiende completamente las conquistas de la Revolución Cubana y se opone a los intentos del imperialismo de EE.UU. de restaurar el capitalismo. Pero nosotros también creemos en la necesidad de que la clase trabajadora luche por una revolución política para remover a la burocracia y poner a la economía planificada bajo el control de la clase trabajadora. Una revolución política en Cuba que resulte en la formación de una genuina democracia socialista de trabajadores tendría un impacto revolucionario sobre Latinoamérica y en todo el mundo.

El Che Guevara dijo en 1959 que la solución a los problemas sociales y económicos del mundo estaba detrás de la “cortina de hierro”, pero cuando visitó la Unión Soviética se hizo hostil a la casta burocrática Estalinista que gobernaba allí. El Che vio la necesidad de desafiar y combatir al capitalismo internacionalmente. Busco activamente extender la revolución a través de América Latina. Eso lo llevo a entrar en conflicto con los estalinistas en Moscú, que subsecuentemente lo denunciaron como trotskista.

Después de un periodo como funcionario en el gobierno cubano, el Che comenzó nuevamente a jugar un papel activo como un participante en tratar de expandir la lucha revolucionaria.

Ejecutado

El Che intentó expandir los movimientos revolucionarios de las masas mediante la construcción de ejércitos de guerrillas. Él murió durante una de esas luchas en Bolivia. El Che fue ejecutado un día después de que murió por un agente entrenado por la CIA, al cual dirigió sus últimas palabras que fueron, “¡Dispara, cobarde! Solo vas a matar un hombre”. El Che fue luego enterrado en una tumba sin nombre, porque el gobierno boliviano quería evitar que su lugar de descanso final fuera un lugar de peregrinaje de aquellos a los que su vida heroica ha servido de inspiración.

El Che Guevara fue una de las figuras más inspiradoras del siglo XX por su dedicación ala muerte del capitalismo y el imperialismo. El Che estaba comprometido con la lucha por el socialismo, y cuando murió estaba estudiando los escritos de León Trotsky.

Hoy día el Che es un ejemplo y una inspiración para las masas oprimidas del mundo neo-colonial, y para todos los que ven la necesidad del cambio revolucionario. Su eslogan “¡Hasta la Victoria Siempre!”, es un grito de convocatoria para que luchan para derrocar el capitalsmo y el imperialismo.

De Socialist View, revista del Partido Socialista, cit en Irlanda

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