China: Una explosión de lucha de clases sacude al país

El siguiente material fue escrito para la discusión de la reunión del Comité Ejecutivo Internacional del CIT en noviembre con el fin de destacar la agitación social y laboral en China. Otros materiales que formaron la base de la discusión sostenida fueron:
Economía Mundial: Una nueva crisis petrolera,
Economía Mundial: La Economía de EE.UU. “echando humo”,
y EE.UU.: ¿Señala la Victoria de Bush un Nuevo desorden mundial?
socialistworld.net

El rápido cambio en la situación en China es de vital importancia para los socialistas a nivel internacional.

La clase capitalista internacional, preocupada principalmente si la economía China tendrá un aterrizaje “duro” o “suave”, ha pasado completamente por alto la explosión de la lucha de clases en los recientes años y especialmente en los últimos meses. El actual movimiento, de huelgas, manifestaciones masivas y protestas rurales son las más importantes desde 1989 y en algunos aspectos, sobre todo en lo que se refiere al papel de la clase obrera, incluso excede el movimiento de 1989. En septiembre solamente, 3,1 millones de trabajadores, campesinos y trabajadores estatales (llamados “xiagang”) tomaron parte en huelgas, manifestaciones, asambleas y “petitorios” (una forma de cabildo donde los grupos presentan sus quejas a Beijing para conseguir audiencia con las autoridades centrales). Hay algunos elementos de una situación pre-revolucionaria en los actuales eventos: las masas están perdiendo el miedo a la dictadura y el régimen sé esta dando cuenta que no puede seguir gobernando de la antigua forma. Pero el retroceso a nivel mundial de la conciencia, la falta de organizaciones obreras y una alternativa socialista ha introducido grandes complicaciones en la actual situación.

Los rasgos más importantes de la nueva situación en China son:

  • Un poderoso aumento de las protestas de trabajadores y huelgas acompañadas por una nueva ola de protestas rurales fomentadas por la creciente alza de las rentas como consecuencia del actual boom económico. La inestabilidad política en el campo, la base tradicional de apoyo del régimen, es una de muchas diferencias comparado con 1989.
  • Divisiones, reconocidamente bien disimuladas para evitar el pánico de “los mercados”, en la cúpula del régimen Chino que cada vez mas siente que la doctrina post – 1989, una combinación de “reformas” capitalistas aceleradas con un puño de hierro (y el ejemplo de la masacre de Beijing)- ya no puede asegurar la “estabilidad”.
  • La conciencia de los sectores combativos del pueblo muestran diferencias significativas comparadas con las grandes ilusiones en el capitalismo que existió en Europa del Este y en la Unión Soviética a principios de los años noventa. Sin ignorar las complejidades en la situación (por ejemplo el nacionalismo Chino), existe evidentemente un odio acumulado hacia los parasitarios funcionarios de gobierno y hacia los nuevos capitalistas. Los capitalistas extranjeros, especialmente japoneses, taiwaneses y coreanos despiertan una particular hostilidad. Numerosas luchas contra la privatización han tenido lugar durante este año. Se ha informado de varios conflictos donde en los piquetes se canta “La Internacional”. Los pasos para la formación de sindicatos independientes van en aumento. Las huelgas se han desarrollado alrededor de consignas como: “en defensa de los recursos del estado hasta la muerte”, “exigimos los frutos de nuestro trabajo”, y “abajo el control de las ideas”.
  • Otro elemento en la situación es la emergencia de la nueva clase capitalista del sector privado que se torna más agresiva, incrementando los sobornos para ganar “influencia” y queriendo cada vez mayor acceso directo a las palancas del gobierno. Un peligro obvio que se abre con esta situación –en el que una “fase democrática” es inevitable en la conciencia de las masas- es que, sin el desafío de una alternativa clara de los trabajadores, esto podría proveer una base para elementos burgueses liberales.
  • El régimen del PCC todavía no tiene completamente agotadas sus reservas de apoyo entre la población –un surgimiento en la lucha de masas no significa automáticamente el inminente otoño del régimen que además del crecimiento económico y de represión que lo salvaron después de 1989, tiene raíces profundas en la conciencia nacional de las masas Chinas. La dirección del PCC se ha mostrado diestra adaptándose a los nuevos cambios y puede mostrar flexibilidad bajo el impacto de una crisis seria, incluso experimentar con el parlamentario y limitado estilo Hong Kong en algunas áreas del país, o aceptando una semi-legalización de los sindicatos independientes que indudablemente ya se están comenzando a formar a nivel local.

Existen informes del campo en que por lo menos en tres provincias (Anhui, Hubei, y Jiangxi) los comités de campesinos han llevado a juicio a funcionarios corruptos e inclusos los han ejecutado, haciendo eco de los métodos del ejercito de Mao en los años cuarenta y cincuenta. En la rural Sicuani, el 28 de octubre, 100.000 granjeros ocuparon un proyecto de dique, dominando a la policía y deteniendo la maquinaria con lienzos que exigían “Abajo los funcionarios corruptos”. En batallas mas tarde, los policías heridos no podían tratarse en los hospitales cercanos por el miedo a las represalias por parte de la comunidad local. Estos levantamientos rurales han estado centrados en problemas que incluyen la evacuación forzada, la expropiación de tierras, las excesivas contribuciones, la corrupción y los derechos de los trabajadores del campo.

En las ciudades, millones han estado envueltos en las huelgas, manifestaciones y cortes de caminos en los últimos meses, por asuntos que van desde la privatización y los bajos sueldos a la corrupción. En la provincia de Anhui 100.000 mineros del carbón y sus familias organizaron una huelga de una semana en septiembre, exigiendo condiciones de seguridad y la compensación de accidentes (contra una situación donde la industria alcanza un récord horrible de accidentes de seguridad). Los trabajadores se enfrentaron a los ataques de la policía y obligaron a las autoridades y a los dueños de la mina a entregar concesiones. Las siete largas semanas de huelga de mujeres trabajadoras del textil en la provincia de Shaanxi fue descrita correctamente por ‘Hong Kong China Labour Bulletin’ como “sin precedentes en China desde el comienzo en el país de las reformas económicas, en lo que se refiere a su duración, la determinación y la unidad de la fuerza de trabajo”. De hecho, la huelga fue sin precedentes desde la revolución de 1949. No solo revelo la existencia de una seria organización independiente, de la estatal y largamente desacreditada ACFTU (no había nadie de ACFTU en alguna sección de la fabrica), sino que una vez mas las fuerzas estatales fueron obligadas a retirarse debido a la gran resistencia y a los conscientes esfuerzos de fraternización de los trabajadores.

El alza en el precio del petróleo, carbón, acero y otros materiales han provocado una ofensiva de los patrones demandando la reducción de los salarios, la extensión de las horas de trabajo y otras “garantías” para mantener sus márgenes de ganancias en la furiosa competencia en un ambiente de crónica sobreproducción. Pero la actual fase de rápido crecimiento económico ha animado a los trabajadores y campesinos a exigir a los capitalistas y gerentes del estado sus demandas. El alza de los precios de los productos agrícolas, ha provocado una migración de trabajadores que retornan a sus casas desde las ciudades y la mano de obra escasea en muchos centros industriales. Este cambio en la relación de fuerzas esta siendo aprovechada ahora por sectores de la clase trabajadora que dan sus primeros pasos como una fuerza independiente en la sociedad China desde la revolución de 1949. El arma de la Huelga esta pasando a ser cada vez más común tanto en el sector estatal como privado.

Estas luchas, demasiadas para nombrarlas todas en detalle, revelan un cambio profundo en la psicología de las masas Chinas que están comenzando a perder su miedo a la dictadura. En los eventos de septiembre, detallados en un documento oficial, 170 de 520 manifestaciones “se tornaron violentas” y 200 policías fueron heridos. Los reportes de octubre no han salido a la luz todavía pero la curva de desarrollo parece ser ascendente. Después de una paliza brutal de un policía a un trabajador inmigrante en la ciudad de Wangzhou, provincia de Sicuani, 50.000 trabajadores tomaron parte en una batalla de semi-insurreccional contra la policía a mediados de octubre. Esto llevo al Ministro de Seguridad Publica, Zhou Yongkang, a reconocer por la Televisión Nacional que la policía “no podría ganar” contra un número inmensamente mayor de manifestantes. Tras los eventos de Wangzhou la policía y la policía Paramilitar se han retirado de varios disturbios en lugar de confrontar a la clase trabajadora. A comienzos de este año, hubo informes de unidades del Ejercito Popular de Liberación que estaban al lado de los huelguistas y contra la policía.

Este es el trasfondo del realineamiento en la cima del régimen en septiembre, cuando el control del ejercito pasó a manos del presidente Hu Jintao, de su predecesor, Jiang Zemin. El régimen está dividido sobre como enfrentar la creciente ola de protesta y el retiro de Jian, ostensiblemente por problemas de salud, más la promoción al más alto órgano de mando militar de varios aliados de Hu, es una victoria para la fracción del presidente. Ninguna fracción cuestiona el desarrollo económico capitalista Chino, las diferencias se centran en como este puede ser consolidado. Hu, el primer líder chino sin conexiones con la revolución, quiere proyectar una imagen más humana de “revolucionario suave”. Su fracción está cada vez más preocupada que la doctrina dirigente actual, en fuerza desde 1989, de “reforma económica” pero sin suavizar la política de gobierno militar, está preparando una explosión como la de Corea del Sur en 1987.

Sin embargo en lugar de una estrategia clara, Hu zigzaguea de una posición a otra. Después de haber implementado cierto grado de libertad en los medios de comunicación para informar de los abusos oficiales y la corrupción, un nuevo golpe de censura ha caído sobre la prensa sobre todo con respecto a las protestas de los campesinos. Pero las concesiones y la represión bajo ciertas condiciones pueden tener un resultado opuesto a lo pensado, debilitando en lugar de fortalecer al régimen. Por el momento el régimen ha “atado a los perros” –la policía y la policía paramilitar- esperando que después de permitir que se libere la presión del vapor, un repliegue inevitable del movimiento les permita reafirmar la disciplina sobre la clase obrera y las masas rurales. En la situación actual, un intento ejemplarizador hacia los trabajadores, como la masacre del Zar de enero de 1905, o la masacre del 4 de junio en la Plaza de Tiananmen, podría provocar una explosión de ira masiva contra el régimen que es lo que paso en Wangzhou en octubre.

Por supuesto es imposible de medir desde la distancia la conciencia de la clase trabajadora y de otras capas oprimidas. Pero los informes de las numerosas huelgas indican que, en tanto las contradicciones y las dificultades son inevitables, la conciencia que existe hoy en china no es igual a la que existió en Europa del Este y la URSS a finales de los ochenta y principio de los noventa. A los trabajadores Chinos no les ha gustado la amarga píldora de las “reformas de mercado” con 46 millones de empleos perdidos en el sector publico entre 1996-2001, el incremento del costo de la salud, la educación y la vivienda, etc. Todavía existen sin embargo, ilusiones en el gobierno central como opuesto a los gángsteres de las provincias y las ciudades, a quienes los trabajadores ven a primera vista. Un rasgo de la lucha en los recientes años han sido los llamados a los lideres de Beijing para intervenir y tomar acciones contra los funcionarios locales. Como el Padre Gapon, muchos de los que hacen los petitorios se niegan a creer que los poderes centrales saben lo que esta pasando en su nombre y espera que “abra los ojos”. Beijing esta continuamente lanzando “campañas anti-corrupción” dando la ilusión de que está por “encima” de los abusos que ocurren a nivel local. “Corrupción” se ha vuelto un termino muy usado por los trabajadores y campesinos para describir todo, desde el no pago de los sueldos hasta la represión.

Traducido por Patricio y Andrés

Special financial appeal to all readers of socialistworld.net

Support building alternative socialist media

Socialistworld.net provides a unique analysis and perspective of world events. Socialistworld.net also plays a crucial role in building the struggle for socialism across all continents. Capitalism has failed! Assist us to build the fight-back and prepare for the stormy period of class struggles ahead.
Please make a donation to help us reach more readers and to widen our socialist campaigning work across the world.

Donate via Paypal

Liked this article? We need your support to improve our work. Please become a Patron! and support our work
Become a patron at Patreon!

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*


December 2004
M T W T F S S
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031