¿Cómo podemos sindicalizar Wal Mart?
“El movimiento sindical tiene que concentrarse en sindicalizar con nosotros a los 9 de cada 10 trabajadores que no tienen sindicato. Sin hacer esto, no solamente no podemos construir un amplio movimiento por justicia social y económica, sino que ni siquiera podemos ganar de manera consistente en la mesa de negociaciones o en la arena legislativa para la pequeña minoría de trabajadores que aún tiene un sindicato.”
Esta declaración del Consejo Ejecutivo del SEIU pone en evidencia el fracaso de la dirección sindical para organizar a los trabajadores en los últimos 50 años. Bajo su administración, a la industria de servicios, en la que están los trabajadores del comercio minorista, la comida rápida, el cuidado infantil, etc., se le ha permitido llegar a ser el sector más grande de la economía, basado en bajos salarios, pobres beneficios, y pequeña seguridad en el empleo.
Ocupaciones como cajero y preparación de comida habitualmente son remuneradas con el salario mínimo federal de US$5.15 por hora. Los trabajos de servicios también son notorios por su falta de beneficios. Solamente el 24% de los trabajadores de servicios reciben beneficios de salud de parte de sus empleadores. Otros beneficios tales como vacaciones pagadas o fondos de jubilación son casi inexistentes. Hoy en día, solo el 5% de los trabajadores menores de 25 años están sindicalizados, la mayoría en la industria de servicios.
El Consejo Ejecutivo del SEIU ha identificado Wal-Mart como parte de su propuesta organizativa. El salario promedio de tiempo completo de un empleado de Wal-Mart es de apenas US$15.000 por año. Un triste 38% de sus empleados están incorporados en el costoso plan de salud de la compañía.
Hasta ahora, el debate para organizar se ha concentrado en los recursos. Pero mucho más importante es a estrategia de la dirección de la AFL-CIO para organizar. Usando una estructura vertical, basada en organizadores pagados, se ha estimado que cuesta US$ 1.000 organizar un nuevo miembro. Con Wal-Mart empleando sobre un millón de trabajadores esto costará ¡más de US$1 billón!
Tenemos que mirar hacia atrás en la historia para ver como se crearon en primer lugar los sindicatos. En la década de 1920, eran los trabajadores del automóvil, el acero, la electricidad etc. Los peor pagados, atrapados en fabricas infernales de Ford y GM, los que eran los nuevos sectores emergentes de bajos salarios. Los líderes sindicales llamaban a esos trabadores, no cualificados e inorganizables.
Fueron los propios trabajadores los que redoblaron sus esfuerzos, levantaron exigencias de salarios que les permitieran vivir, y se comprometieron en serias luchas para acabar con esa dictadura, lo que creó las condiciones para organizar, con el resultado de importantes mejoras en sus salarios y condiciones de trabajo. El compromiso para luchar por mejoras importantes de salarios, poder de las bases, con decisiones democráticas adoptadas a nivel de los trabajadores.
Para construir un movimiento así, los sindicatos tienen que lanzar una inmensa campaña pública dirigida al objetivo más visible, Wal-Mart. Para conseguir que los trabajadores de Wal-Mart se tomen la campaña seriamente, los sindicatos necesitan levantar demandas de lucha como un salario mínimo de US$12.50, un programa de salud pagado por los empleadores, el fin de la discriminación según sexos en el trabajo, y el derecho de todos los trabajadores a la duración del turno de su elección. (ya sea a tiempo parcial o completo) bajo el control del sindicato. Una iniciativa dinámica para enfrentar a Wall-Mart energizaría a miles de trabajadores de Wal-Mart y a otros trabajadores y miembros de los sindicatos a avanzar e involucrarse en esta campaña.
Los sindicatos necesitan ganar el apoyo de las comunidades alrededor de Wal-Mart. Tienen que ir puerta a puerta en las comunidades explicando la campaña, combinándolo con manifestaciones públicas fuera de Wal-Mart. Necesitan construir organizadores locales involucrando trabajadores de Wal-Mart, trabajadores locales y activistas de la comunidad. Estos comités tienen que tener poder para organizar esas campañas con total control democrático local en la toma de decisiones.
Finalmente, las grandes cadenas de venta al detalle y los gigantes de la comida rápida como Wal-Mart no se rendirán sin una lucha importante. Tanto Wal-Mart y McDonald’s han preferido cerrar tiendas antes que aceptar sindicatos. Esto significa trazar por adelantado planes para tener estrategias que golpeen Wal-Mart donde le duele; sus ventas y ganancias. Esencialmente, los sindicatos necesitan mostrar que pueden y cerrarán las operaciones de Wal-Mart.
General Motors no fue sindicalizada sin una inmensa lucha que culmino en una huelga de paralización de faenas, que galvanizó el apoyo masivo de los trabajadores a lo largo y ancho del país. Tampoco será de otra forma en Wal-Mart.
Una campaña así no solamente conseguirá importantes mejoras salariales y de beneficios para los trabajadores de Wal-Mart, sino que también demostrará que los sindicatos son fuertes y animará a los trabajadores en todo el país para adelantar sus propias luchas para organizarse, revitalizando el movimiento de trabajadores.
De “Justice”, periódico de Socialist Alternative, CIT en los EE.UU.
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