El Partido Socialista, durante más de diez años ha señalado la necesidad de un nuevo Partido de la clase trabajadora. Con cada paso más hacia la derecha del Nuevo Partido Laborista de Blair, esta necesidad se hace más urgente. Este año el congreso del Partido Laborista, con su posición anti sindical y el rechazo total a la democracia, refuerza este punto de vista. Peter Taaffe explica el pensamiento detrás de la nueva iniciativa del Partido socialista.
El congreso del Partido Laborista 2005 significó otro y quizás decisivo, clavo en el ataúd de este partido cómo partido propio de la clase trabajadora, al menos en su base.
Traducción por Patricia Navarrete, Canada
Este congreso fue precedido por la huelga de Gate Gourmet, (Compañía que hace comidas para los aviones) con patrones de estilo gángster trabajando con asalariados mal pagados, utilizando las leyes viciosas anti-sindicatos de Margaret Thatcher, las cuales fueron mantenidas por el gobierno de Tony Blair. El desastre de Irak es también decisivamente rechazado por el pueblo inglés, con 51 %, que pide el retiro de las tropas inglesas. Esto fue contra el trasfondo de la atmósfera de privatizaciones aceleradas del servicio nacional de salud (NHS), oposición masiva de los profesores, profesoras y apoderados contra la instalación de escuelas privatizadas, y la amenaza de una huelga, acción de los trabajadores de los servicios públicos contra las proposiciones de retardar el momento de la jubilación.
La situación completa con respecto al moribundo y desacreditado "Nuevo Partido Laborista" lleva a la conclusión: es urgente que todo movimiento verdadero de trabajadores y líderes socialistas y activistas inmediatamente formen la base de una nueva organización de masa de trabajadores.
El partido socialista concluyó algún tiempo atrás que la "Blairitis"; revolución de salón contra las aspiraciones socialistas y democracia interna del Partido lo ha transformado en una versión británica de la democracia en US, en otro "pro-grandes-negocios" – en un partido capitalista.
Sin embargo, hay un amplio reconocimiento entre la clase poseedora que El Nuevo Partido Laborista es el mejor y más efectivo guardián de sus intereses: "Hasta aquí, está bien. Con razón, tenemos un gobierno cordialmente favorable a los negocios", dijo Christopher Beale, presidente del Instituto de Directores, citado en el The Financial Times.
Una parte significativa de la clase trabajadora y la opinión socialista ha compartido nuestro análisis. Desgraciadamente, esto no es verídico para la mayoría de los líderes de sindicatos quienes, junto con el ala izquierda del Grupo de Campaña de lo miembros laboristas del parlamento y otros, aferrados a la esperanza que si no es el socialismo al menos sea la "social democracia" la que resucite de las cenizas. Esta perspectiva sufrió un golpe devastador en la conferencia en Brighton, que fue presidida por Blair y Gordon Brown, quienes impulsaron un verdadero nuevo club neoliberal, con lo que rompieron cualquier esperanza persistente de obtener un verdadero desplazamiento hacia la izquierda dentro del partido. Las organizaciones de base del Partido Laborista locales están tan desmoralizados que un tercio de ellas no quisieron gastar 500 £ necesarias para mandar un delegado. Eso no impidió que 15 000 periodistas y otros medios, chusma, gentuza, grandes negociantes de lobbys, gente que busca un puesto, y otros asistieran a lo que llegó a ser una chatarra pro-capitalista.
La desconexión total de los dirigentes del Partido Laborista con la clase trabajadora fue bien aclarada por la expulsión del refugiado de Alemania nazi de 82 años, Walter Wolfang, por atreverse a gritar ¡"sin sentido"! a la afirmación de Jack Straw que aquellos que se oponen a la Guerra de Irak eran "simpatizantes pro-nazis".
Este incidente provocó una avalancha de denuncias contra el Nuevo Partido Laborista, su liderazgo y su organización. El resentimiento encerrado en el Partido Laborista salió repentinamente. En 1970 y 1980, tales ataques en los medios de comunicación eran muy comunes. A medida que el Partido Laborista viró hacia la izquierda y en una dirección socialista, el portavoz de los grandes negocios rutinariamente denunció al Partido. Mientras que los periodicos derechistas rabiosos como el Daily Mail trató de explotar este incidente a favor de los conservadores, la mayoría de las críticas vienen ahora del ala "radical" y del ala izquierda de los periodistas, usualmente auto designados defensores de Blair y Cia en el pasado. El Daily Mirror, por ejemplo, en una editorial (bajo el título "Insultos son Last Straw") (1). Decía: "Si hubiera habido algún fascista en la conferencia del Partido Laborista, fue el mayordomo quien expulso a un anciano de 82 años quien gritó "sin sentido" al Sr. Straw". Por cierto, Walter Wolfgang intervino desde la galería de visitantes; tan acobardados eran los delegados que ninguno de ellos se unió a él en su protesta inicial.
Hace 20 años, el Daily Mirror, aclamó a Neil Kinnock en su famosa denuncia del "Militant" (ahora el Partido Socialista). Parafraseando las palabras usadas por Kinnock, quien ahora es un millonario: "Usted empezó expulsando militantes por luchar por el socialismo y usted terminó con un grotesco caos, maltratando y expulsando un manifestante, de 82 años". Nosotros advertimos que el proceso de expulsar los 5 miembros del equipo editorial del Militant y el heroico consejero municipal de Liverpool podía terminar en la destrucción del Labor Party cómo un verdadero partido de la clase trabajadora. Nuestras predicciones fueron confirmadas ampliamente, lo que habíamos previsto.
Garra autoritaria
Ahora, incluso los antiguos pilares del Blairismo y quienes lo apoyaban en todo momento en el pasado, han comenzado a volverse contra él. Por ejemplo, Polly Toynbee –del ala derecha del Partido Social Demócrata dijo a The Guardian: "Brighton ha expuesto el Partido Laborista como una estafa, abandonado por sus miembros… el Partido Laborista está en peligro de convertirse en un partido fantasma – una oligarquía que se auto-perpetúa, a la cual se le dio poder absoluto, con sólo 25% del electorado a través de un sistema de votación que hará bascular el péndulo y dará el poder a un grupo conservador igualmente sin representación". Brian Reade en el Daily Mirror fue más lejos: "El Congreso del Partido Laborista carece de sentido tanto cómo una tabla de surfing en una cancha de patinaje sobre hielo". Comentando al final de la conferencia, se preguntaba "Cómo evitar caer en la histeria cuando ellos cantaron The Red Flag. Con rápidas tarjetas recordatorias producidas a granel".
Oficialmente, la cantidad de miembros del partido bajó a la mitad de (una cantidad ficticia) 400,000 en 1997 a 200,000 hoy día, lo cual es una gran exageración de la realidad del Partido Laborista en el terreno. La atmósfera policial que prevaleció en la conferencia afectó no solamente al infortunado Walter Wolfgang sino también cualquier persona que demostraba el más mínimo disentimiento con los líderes. Otro octogenario fue suficientemente audaz para llevar una camiseta proclamando "Bush, Blair, Sharon, a ser juzgados por crimen de guerra, tortura, abuso de los derechos humanos" y más abajo decía: los "líderes de los estados delincuentes". Él fue arrestado y registrado y como Walter Wolfang, fue interrogado por un oficial de policía bajo el Acta de prevención del terrorismo sección 44. Fue forzado a llenar un formulario y el oficial de la policía lo interrogó con el pretexto que "llevaba un cartel y una camiseta con información anti Blair" en ella. Un periodista del "Guardian" concluyó: "Por eso ahora nosotros sabemos. Que en todo caso para la policía de Sussex, un slogan anti-Blair es pretexto para sospechar terrorismo".
Esto resalta la conexión orgánica entre las políticas reaccionarias de Blair y el Blairismo a un nivel político reforzando la garra autoritaria y los métodos de rufianes para reprimir la más mínima chispa del debate interno en el Partido Laborista. Antes de la Conferencia, las resoluciones y las discusiones por separado sobre Irak – "no mencione la guerra"- fueron prohibidas. En el Comité ejecutivo nacional (NEC) del Partido no se hicieron recomendaciones, por primera en su historia, y tampoco en el cómo votar sobre cuestiones vitales, tales como la legislación de solidaridad con "la acción secundaria" por parte de los sindicatos.
La disputa del Gate Gourmet resaltó la absoluta necesidad de eliminar las leyes anti sindicales de Thatcher, las cuales impedían la solidaridad efectiva la "acción secundaria", para asegurar la victoria de estos trabajadores. La ausencia de tales poderes para la clase trabajadora combinada con el fracaso de la dirección del Sindicato del transporte y de los trabajadores en general, para organizar una acción de solidaridad efectiva que desafíe las leyes anti sindicales autoritarias, han permitido la derrota parcial al menos en el caso de los trabajadores de Gate Gourmet después del Congreso. Incluso Roy Hattersley que nunca ha sido amigo ni militante de la acción sindical en el pasado, se pronunció a favor de suprimir las restricciones de tal acción. Pero una serie de ministros Laboristas antes, durante y después del congreso dijeron fuertemente que ellos no tomarían en cuenta el llamado de los sindicatos en este asunto.
Esto es justo otra medida del viraje a la derecha del liderazgo de Blair. El periodista Steve Richards del "Independant", después del congreso del Partido Laborista y del Conservador, comentó: " Estos conservadores (los que apoyan a Cameron) respetan y admiran a Blair mucho más que aquellos que fueron al congreso del Partido Laborista la semana pasada".
La "Tribuna", el órgano de la izquierda del Partido Laborista, también comentó; "La actualización de la bravura del Sr. Blair tuvo felicitaciones de algunos delegados por el discurso del líder más thatcherista desde que la líder conservadora se fue". (30 de septiembre)
Partido Laborista & los sindicatos
La "Tribune" saca sus argumentos del hecho que la conferencia derrotó a Blair y su NEC sobre la acción solidaria, el servicio nacional de salud NHS, alojamiento y otros asuntos. 99% del voto sindical cuenta solamente por un 50% del total de los votos en el congreso, pero en su apogeo el voto sindical era 90 % de los votos del partido – Entonces el 99% de los sindicatos votaron por este principio básico del sindicalismo. Esto no debería ser una sorpresa dado que un gran factor en la construcción del Partido Laborista a principios del siglo XX fue precisamente un asunto parecido a este. (La solidaridad) El juicio Taff Vale, con sus amenazas de castigar financieramente, o demoler completamente los sindicatos, fue importante para empujar a los sindicatos para que apoyen su propio partido, el Partido Laborista.
Es un escándalo absoluto que tales preguntas fueran necesario debatirlas en un partido que aun pretende representar los objetivos de la clase trabajadora. La resolución se ganó por un 70% contra el 30% y los líderes sindicalistas dijeron estar "contentos" porque "un significativo sector" de los delegados de base votó a favor. Pero 60 % de estos supuestos "representantes" de gente común de la clase trabajadora de la base, de las circunscripciones de la base votaron por mantener la ilegalidad de la acción eficaz de los sindicatos.
La historia del Partido Laborista está sembrada de ejemplos donde los líderes ignoraron las decisiones del congreso, incluso cuando era la verdadera clase trabajadora la base del partido. Sin embargo, en asuntos decisivos, especialmente aquellos que directamente afectaban la clase trabajadora, el peso específico de los sindicatos era suficiente para forzar a la dirección en cualquier caso para retroceder o la ruptura. En 1969, el infame gobierno de Harold Wilson trató de introducir la ley anti-sindical, "In Place of Strike". La oposición de los sindicatos y la clase trabajadora, en manifestaciones pero también dentro del movimiento laboral e incluso en el gabinete, significó que había una mayoría en contra de Wilson, que lo forzó a una vergonzosa dimisión.
Por otro lado, en 1931, Ramsay MacDonald’s con su programa de cortes brutales en los gastos públicos tuvo que vérselas con la fuerza de la clase trabajadora y la resistencia organizada de los sindicatos.
MacDonald no pudo avanzar con su idea y rompió con el gobierno laborista y el movimiento laborista, formando un gobierno nacional con los conservadores. Blair no necesita hacer esto hoy día por dos razones. Este gobierno es, prácticamente un "gobierno nacional", el mejor que los capitalistas ingleses, en este momento pueden esperar. Segundo, los sindicatos están políticamente neutralizados mientras la garra de hierro de la blairitis se ejerce en todo el partido y a todos los niveles. Incluso el actual 50% de los votos compartidos que ellos poseen está en la mira para debilitarlo más. Un ministro del "blairitismo" detrás del otro haciendo cola, siguiendo la conferencia para vilipendiar los sindicatos y advirtieron de cambios adicionales en los estatutos.
Blair dijo, "en el pasado… los delegados de las organizaciones de base electoral eran una especie de locos y los sindicatos eran la fuerza para la estabilidad". La consecuencia clara es que los sindicatos y la clase obrera son los nuevos "locos" por atreverse a defender sus derechos y condiciones de trabajo. A la luz de esto, incluso los de izquierda apenas creen sus propias declaraciones acerca de las posibilidades de cambio del Partido Laborista: "Hubo un solo acuerdo decisivo en Brighton esta semana. Es que después de años de ser una verdad de hecho, el líder del Partido Laborista y los funcionarios que le sirven dejaron desvergonzadamente claro – el congreso no importa…. Este año el gobierno, y sus "Sherpas" fieles que son la estructura del partido, no sólo trataron los sindicatos y los delegados de las circunscripciones con la acostumbrada burla a un gato con pulgas, este año abiertamente hicieron alarde de sus distancias con la gente real que son del Partido Laborista". (Chris McLaughlin, Tribune, 1 de Octubre) La vana esperanza de "Tribune" es que: "Podemos solamente esperar que el espíritu y el propósito volverán". Pero no para Mark Seddon, antiguo editor de Tribune, quien votó con sus pies, y ¡¡¡partió a reunirse a Al-Jazzera con David Frost!!!
Sin embrago, el Grupo de Campaña está determinado a ir más allá del mero "espíritu". El grupo está considerando la posibilidad de poner un "falso caballo de carrera", un candidato alternativo a Blair, cuando llegue el momento del Congreso del 2006 del Partido Laborista, si el está aún ahí en el timón en ese momento. Para hacer esto necesita el apoyo por lo menos del 20 % de los diputados del Partido Laborista, en total 71. En este momento, aseguran tener el 36 % a bordo. Dado el compromiso irrestricto de los parlamentarios del Partido Laborista con el Blairismo, este objetivo nos parece problemático, por decir lo menos.
La sucesión de Brown
Incluso si Brown tiene éxito y declara su carrera hacia el liderazgo, ¿cuál es el propósito? ¿Quién es el rival de Blair que puede decisivamente cambiar el Partido Laborista hacia la izquierda? y más importante ¿Cuál será el programa y las condiciones para que la izquierda pueda apoyar un candidato anti Blair en la próxima elección? Como lo demuestra la Tribune, el proyecto del Nuevo Partido Laborista es una reconstrucción del thatcherismo puro. Esto no se aplica solo a Blair sino también a Brown. Él declaró en el Sunday Times antes del congreso: "El programa de reforma [léase contrarreforma P.T.) y la modernización terminará cuando Tony dimita". Brown quiere más propietarios de casas y más propietarios de bienes. Él quiere ser, según dicen algunos, más thatcherista que Blair". (Jackie Ashley, The Guardian)
Comentando el discurso del congreso el Daily Mirror declaró: "En un arranque contra los sindicatos y el antiguo Partido Laborista, el canciller (ministro de hacienda, Brown) dijo que no habrá retorno radical hacia la izquierda. Al contrario, el Nuevo Partido Laborista debe "dominar" el centro por los años a venir". En otras palabras, Brown, mientras él pueda suavizar el fuerte lenguaje de Blair y eventualmente pueda, denunciar la implicación británica en Irak, llevará a cabo su programa de más privatización, incluyendo el desmantelamiento del sistema nacional de salud y más proyectos de privatización y el total del programa neoliberal, el cual ha sido el pilar del gobierno desde 1997.
Aún algunos líderes sindicales, tales como: Derek Simpson de Amicus, alabó el discurso de Brown como "inteligente" con la esperanza que él sea el salvador de los sindicatos: "[Brown] habló a cerca de renovar el concepto de ciudadanía e igualdad, palabras que no habíamos escuchado desde mucho tiempo. Esto demuestra que él ha estado escuchando a los sindicatos y la clase trabajadora. Sugiere un partido dirigido por Brown hacia la evolución más bien que a la revolución" (The Guardian, 27 de octubre) Este es el juicio moderado de un miembro del "equipo difícil" que ya no es tan difícil. Además, este juicio fue hecho a la luz de evidencias que muestran que mientras Brown fue canciller (ministro de economía, de hacienda) hubo una masiva polarización entre ricos y pobres y la pobreza empeoró desde 1997 con un oscuro programa para la clase trabajadora, dado el deterioro de la economía británica bajo el mando de Brown.
De hecho, el programa económico de Brown ha tenido dificultades. Él mismo admitió en Washington que tendrá que reducir sus proyecciones de crecimiento para este año, y probablemente el próximo también, con las tasas de crecimiento más bajas de los últimos 12 años. Las ventas al detalle están cayendo a las tasas más bajas de las ultimas dos décadas. Uno, de cada 5 detallistas anticipa que el comercio puede empeorar en los próximos meses. La disminución del alza de los precios de las casas ha significado una inclinación reducida a adquirir bienes, reforzado por el alza del petróleo, la cual ha minado el presupuesto en los hogares con el resultado que la "gente se siente más pobre que hace un año". (The Independant) este diario concluye: "Ahora se hace difícil ver como Gran Bretaña puede evitar una crisis económica en los próximos 2 años".
Una serie de factores, y no el menor el alza del precio del petróleo, ha aumentado las posibilidades de crisis general del mundo capitalista. El desempleo ha empezado a aumentar en Bretaña mientras que los patrones continúan haciendo beneficios records. La situación inmediata será difícil para los trabajadores británicos, a mediano y largo plazo podría ser catastrófico. El colapso de la industria manufacturera – no habrá factorías en Bretaña en el año 2028, según la TGNU – ( Sindicato Nacional de los trabajadores del transporte) continuará al mismo ritmo con pocos cambios, incluso en la producción de riquezas o empleos. El "ruido del drenaje" de trabajos que desaparecen en Bretaña y se van a China, Europa del este, etc. las condiciones de esos países hace que los trabajadores vengan a Bretaña a trabajar mal pagados, lo que significa que el futuro de los trabajadores británicos es inseguro.
No hay posibilidad de parar este desarrollo basándose en la fe ciega de que el Partido Laborista pueda actuar como un instrumento efectivo para defender y mejorar la situación de los trabajadores. No hay posibilidades realistas de su transformación para satisfacer las necesidades de la situación. Esto fue subrayado, entre otros, por Colin McCabe un representante de la elite artística quien se ha pegado al Nuevo Partido Laborista hasta ahora. Escribiendo en el The Observer, él anunció su renuncia del Partido Laborista, tras el congreso y Después de 41 años de ser miembro. El simplemente dijo a Blair: "usted miente como respira". (El 2 de octubre)
Le respondió Dennis McShane, antiguo ministro de Blair: "por favor piénselo de nuevo, camarada". Su defensa de Blair fue: "Yo fui a Francia y a Alemania, ambos países darían sus vidas por tener a Tony Blair para sacarlos del alto desempleo…" Y no solamente, algunos meses atrás las clases trabajadoras francesas y holandesas mostraron en el referéndum constitucional de la Unión Europea, lo que pensaban del ¡"Blairismo"! El voto "NO" masivo era tanto mas contra el neoliberalismo "anglo sajón" simbolizado, sobretodo por Blair, como contra la constitución misma de la Unión Europea. La clase trabajadora alemana también ha visto que el Thatcherismo-Blairismo ha infligido a los trabajadores británicos y ellos no quieren lo mismo.
Los orígenes del Partido Laborista
Aquellos que aun creen que el Partido Laborista puede ser "reformado" están repitiendo los argumentos, en un contexto histórico diferente, de aquellos adherentes a la filosofía "Liberal- Laborista" que trataron de captar al Partido Liberal para la clase trabajadora en el último periodo del siglo XIX. Keir Hardie, el fundador del Partido Laborista solamente se emancipó él mismo del liberalismo gradualmente. La experiencia brutal de las inadecuaciones de los liberales lo convenció de romper con ellos y fundar el Scottish Labor Party, El Partido Laborista Escocés en el año 1880. Esto fue seguido por el Partido Laborista Independiente, en 1890 (ILP). In 1893, 120 delegados en Bradford dieron forma a este partido, el cual incorporó una cantidad de diferentes tendencias incluyendo Fabians, cinco delegados de la Federación Social Democrática (SDF – nominalmente marxista pero sin el apoyo ni de Karl Marx o Federico Engels) y representantes del mismo Engels continuador de las mismas ideas en este periodo. Junto con ellos había miembros del Partido Laborista Escocés, varias asociaciones laborales y unas pocas ramas sindicales. Lo significativo es que solo el SDF a nivel nacional oficialmente se negó a participar en este primer paso adelante en la representación política de la clase obrera porque no era "revolucionario".
El objetivo del ILP era lanzar una lucha por candidatos laboristas independientes pero también estaba por la "propiedad colectiva y control de los medios de producción, distribución e intercambio". La elección de Hardie cómo diputado por West Ham, fue relacionada al cambio objetivo en la situación del capitalismo británico del momento. El capitalismo británico comenzaba a ser incapaz de proveer mas que algunas migajas a la clase trabajadora de su mesa super rica. Mientras una cierta aristocracia laboral era capaz de mantenerse por si misma e incluso ir mas allá por un tiempo al final del siglo XIX, la gran masa de la clase trabajadora, se mantuvo con salarios de esclavos, estaban más y más insatisfechos. El descontento estalló durante la huelga de las Match Girls (junio 1888, mujeres que trabajaban en la fabrica de fósforos Bryant & May match factory), trabajadores del gas, y estibadores, y la creación de nuevos sindicato. Como bien se sabe, los socialistas, particularmente Eleanor Marx (hija de Karl Marx), jugaron un rol clave en el desarrollo del liderazgo de algunos de esos sindicatos.
La clase trabajadora británica tiene características especiales, algunas veces avanzando lenta y cuidadosamente. Engels una vez comentó sobre esto: "Uno no puede tamborear la teoría a golpes a los trabajadores sino por su propia experiencia y sus propios errores y resultados, malas consecuencias aplastaran sus narices contra la teoría y en seguida todo ira bien. La gente independiente va en su propio camino y los ingleses y su descendencia seguramente son los más independientes de todos ellos. Insulares, terquedad de cuello tieso fastidia a otros demasiado a menudo, pero también garantiza que lo que se comienza se lleva a cabo una vez empezado" (11 de enero de 1890). Dados los cambios en la composición de la clase trabajadora y su renovación a través de la inmigración de diferentes sectores de la clase trabajadora en el mundo entero, tal vez no es una característica tan dominante de la clase trabajadora británica hoy día pero algunos rasgos de esto indudablemente aun existen en sus maneras de ver las cosas.
En el año 1890 tuvo que pasar la derrota de una huelga de mineros para que ellos la vuelvan al plano político y la elección de Hardie en Merthyr, que le dio una silla en el parlamento por el resto de su vida. El mismo enfoque empírico fue evidente en la creación del Partido Laborista. El juicio de Taff -Vale en la cámara de los lores a favor de los patrones de ferrocarriles, con sus drásticas imposiciones financieras, fue decisivo. Hasta entonces, muchos sindicatos permanecieron aparte de la idea de la representación independiente de los trabajadores contando con su fuerza industrial. Este juicio confirmó la necesidad de acciones políticas, las cuales, en 1900, (un año antes de Taff – Vale) se unieron socialistas y sindicalistas en el Comité de representación laboral (LRC). Desgraciadamente esto llevó al fracaso del SDF una vez mas porque "este cuerpo no era suficientemente socialista". Hay paralelos entre la legislación entonces y ahora, la única diferencia es que es mantenida por un "laborista", si un gobierno laborista y no por uno que se ha declarado abiertamente capitalista.
El proceso de formar el Partido Laborista no fue limpio y ordenado sino que involucró una coalición, una federación de diferentes corrientes y tendencias las cuales fueron uniéndose gradualmente a escala nacional. Por ejemplo, la Federación de Mineros de Gran Bretaña empezó a separar un fondo en 1901 para sus propios candidatos pero se mantuvo atada a los liberales por cantidad de años después. Un paso similar podría haber sido dado por los sindicatos y otros ahora, junto con intentos para formar un nuevo partido de los trabajadores, frente a un dilema similar al de nuestros antepasados. Como el Partido Socialista ha sostenido a menudo, por la primera vez en 100 años la clase trabajadora en Bretaña no tiene representación política masiva. Es necesario tener el coraje de los pioneros quienes vieron la necesidad de representación independiente de la clase trabajadora y lucharon por esto y se organizaron para realizarlo. Algunos líderes sindicalistas han propuesto la necesidad de estimularlos. Bob Crow líder de Transportes Ferroviarios y Marítimos (RMT), por ejemplo, ha estimulado y consistentemente advertido que no hay futuro para la clase trabajadora o los socialistas dentro del Partido Laborista, y un nuevo partido necesita ser creado. Él ha dicho que el RMT llamará a un congreso para sindicalistas y partidos políticos el año próximo para explorar las posibilidades de un nuevo partido. El Partido socialista da la bienvenida a este paso, el cual es una necesidad absoluta mínima hoy día. El RMT, sin embargo, abandonó su esperanza de mantener una relación con el Partido Laborista, a nivel nacional lo cual es también un significativo paso adelante.
Falsos comienzos
El momento para un nuevo partido no solo está maduro, hasta cierto punto está podrido. Millones se sienten privados del derecho a voto; cuatro millones quienes votaron por el Partido Laborista en 1997 no querían apoyar a Blair en la última elección. Un factor crucial el cual permite a los patrones atacar con éxito el nivel de vida, condiciones y salarios del pasado de la clase trabajadora es la ausencia de un polo político de atracción serio, un partido de masas, para unir y organizar la oposición.
Algunos pasos hacia un nuevo partido que han sido alcanzados recientemente – el Partido Socialista Laborista (SLP), la Alianza Socialista y ahora el Respect – no han dado resultado o no resultarán. Arthur Scargill, un luchador respetado y militante, y el SLP, eran sectarios orgánicamente desde el comienzo, excluían a cualquier persona que no camina al ritmo del tambor político o formas de organización decretadas unilateralmente por el propio Arthur. La Alianza Socialista, en forma similar perdió el hilo en el innato sectarismo del Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) y la manipulación característica de esa organización. Rechaza aceptar el método tradicional del movimientote trabajadores británico al formar organizaciones políticas nuevas, en particular el principio federal. "Respect" es demasiado estrecho, basado en una fracción de la población musulmana marginada del Partido Laborista, con George Gallaway y el SWP en su liderazgo. Esto, combinado con la intolerancia del SWP, a pesar de sus recientes declaraciones en sentido contrario, significa que "Respect" no se puede desarrollar más allá de ciertos límites. Podría ganar un cierto número de posiciones de concejales, por ejemplo en Tower Hamlets, como se reconoce en un dossier secreto acerca de las próximas elecciones locales. Pero esto es contra el trasfondo de una posible "catástrofe electoral en la elección de Mayo" (Tribune) para el Partido Laborista en Londres, el cual no irá automáticamente a "Respect" fuera de las areas con una gran población musulmana.
Una prueba clara para cualquier nueva formación es si puede atraer una capa más amplia de sindicalistas, socialistas, ecologistas, y otros, lo que Respect no es capaz de hacer. Tiene debilidades fundamentales en el programa, pero su talón de Aquiles es George Galloway y la insistencia del SWP por mantener el criterio estrecho para aquellos que puede alcanzar. El SWP, a través de uno de sus lideres Chris Harman, habla de estos métodos para su partido en nuevas formaciones, presumiblemente como Respect: "Esto no significaría aprovechar cualquier oportunidad para estar en desacuerdo con otras personas" (Octubre 2005)
Esto es un ejemplo del humor inconsciente de Harman. El SWP es notable por aprovechar precisamente cada oportunidad, no solamente de estar en desacuerdo sino intentar utilizar métodos no democráticos e inaceptables para distorsionar y suprimir otros puntos de vista y el derecho de organizarse para su aceptación. Por ejemplo, para la manifestación del 24 de septiembre contra la guerra de Irak, trataron de cancelar una manifestación de Resistencia Socialista Internacional (ISR) en Hyde Park con el argumento falso que estaba interfiriendo con la concentración principal, cuyos conferencistas habían sido seleccionados arbitrariamente por el SWP y sus aliados. A causa de su enfoque, "Respect" no será capaz de encontrar un camino fuera del enclave que ha tomado George Galloway y el SWP.
Una nueva iniciativa
A pesar de la falsa partida en el pasado, las perspectivas para una nueva formación son buenas si las acciones determinadas y coordinadas de estas perspectivas las toman organizaciones legítimas e individuos de la izquierda. Hasta este punto, el partido socialista está preparado para iniciar las discusiones con otros, incluso Bob Crow, para preparar una conferencia que podría ver los pasos a dar para una nueva organización la cual puede significar que la lucha por un nuevo partido de un significativo paso hacia delante.
Si la sugestión de Bob Crow de realizar un congreso despega, el Partido Socialista y otros de izquierda indudablemente trataran de participar. Para tener éxito, sin embargo, debe involucrar el mayor número de participantes que estén preparados para tomar parte en esta tentativa y discutir de una manera fraternal, democrática, y también abierta, el programa y la organización más adecuada en esta etapa. Dadas las diferencias que existen entre las distintas organizaciones seria un error establecer inmediatamente un partido. Pero un congreso podría iniciar una discusión a nivel general el cual podría atraer no solo pequeñas capas de trabajadores activos de la izquierda, sino también aquellos que están inactivos en este momento pero andan buscando un partido que luche políticamente, para cambiar la situación deteriorada que enfrentan los sindicatos, los ecologistas, los que luchan por el alojamiento, la educación, la salud, las mujeres, etc.
Sin embargo, si hay más conversaciones, al tomar esta decisión, el Partido Socialista tratará de iniciar, en colaboración con otros, un llamado a un congreso consultivo, antes que nada y una destacada campaña por un nuevo partido. Lo que un programa requiere en este momento ha sido y será el tema de discusiones mucho mas profundas. Engels, hablando de la clase trabajadora 120 años atrás, dijo: "el primer gran paso de importancia para cada país que entra recién en el movimiento es siempre la constitución de los trabajadores como un partido políticamente independiente, no importa como, tanto como que éste sea un partido distinto de trabajadores". Esto es lo que pasó realmente – no, desgraciadamente en EE.UU. por razones objetivas y subjetivas – sino en Europa y a través del mundo en el siguiente siglo, incluida Gran Bretaña con la formación del Partido Laborista.
Pero el aburguesamiento del Partido Laborista trajo el final de este capitulo. Mientras la clase trabajadora nunca empieza con una hoja en blanco, algunas de las mismas características, particularmente en lo que se refiere a la nueva generación, ahora existe en Bretaña, Europa y a escala mundial. La formación del WASG (Partido del Trabajo y de la Justicia Social) en Alemania surgió a causa del colapso de la organización política tradicional de los trabajadores, el Partido Social Demócrata (SPD) que se transformó en una formación capitalista. El hecho que se desarrolló en Alemania mas rápido que en Gran Bretaña es una expresión de la rapidez, y de la profundidad, de la ofensiva neo-liberal en contra de la clase trabajadora alemana en las manos del gobierno de Gerhard Schröder’s.
Esta nueva formación no es solo un fenómeno alemán sino, también tiene implicaciones en Europa y en Bretaña. El desarrollo del WASG es una manifestación de procesos en desarrollo a través de Europa. El capitalismo está en crisis, recurre a políticas cada vez más neoliberales, las cuales han engendrado oposición e incluso odio de parte de grandes sectores de la clase trabajadora hacia aquellos, los ex social demócratas así como también a los partidos abiertamente capitalistas quienes implementan estas políticas.
La búsqueda de una alternativa puede aparentemente estar bloqueada. Sin embargo, inevitablemente, una figura, – Oskar Lafontaine en Alemania – puede dar un empujón a los avances que están esperando que se hagan efecto. Antes que Lafontaine declarara su apoyo, el WASG estaba formado mayoritariamente por líderes sindicales quienes no se han liberado de sus ilusiones social demócratas y específicamente opuestas la socialismo. Podría ser diferente en Bretaña. Una nueva formación es posible si es guiada por una figura de izquierda, como Bob Crow, interviene y da el ímpetu. El Partido Socialista estará trabajando enérgicamente para la creación de las condiciones, a través de una campaña, que pueda llevar a la evolución de una nueva formación.
El principio federal
La conciencia ha retrocedido parcialmente a causa de los efectos persistentes del derrumbe del muro de Berlín y la idea del socialismo y la economía planificada, junto con los efectos de las políticas neo-liberales. Por lo tanto, para una nueva formación o partido es necesario proceder, en primer lugar, con un programa básico, el cual puede unificar considerables fuerzas de izquierda, atrayendo ante todo la nueva generación. En Bretaña esto incluiría: no a la privatización, el término a la guerra de Irak y apoyo a las organizaciones por la independencia de la clase trabajadora en Irak, defensa de un Sistema Nacional de Salud democrático y propiedad pública de las compañías farmacéuticas, la abolición de las leyes anti sindicales de M. Thatcher, empezando con la prohibición de la acción de solidaridad sindical (acción solidaria secundaria), un programa socialista para proteger el medioambiente, exigencias de alojamiento a precio módico, etc. Al mismo tiempo, un programa socialista, con aspiraciones claramente establecidas por la propiedad pública de los "intereses decisivos de la economía" sería necesario.
Una exigencia vital es que la forma de organización que se requiere en este momento para ampliar el movimiento sería federal en principio. La idea de inclusión sería consagrada en cualquier nuevo acuerdo o estatuto. Especialmente, todos los partidos e individuos deben tener el derecho, mientras sean partidarios del programa y la organización, de argumentar sus nuevas ideas, de producir sus propios diarios, y de formar plataformas e influenciar la nueva formación. Estas son sólo algunas propuestas del Partido Socialista con la esperanza de iniciar una discusión y campaña.
Un escritor en el Financial Times resumió el congreso de los tres partido mayores:" Hay un tema que prima a través de todos los congresos de partidos este otoño. Es la crisis del liderazgo." Él dice la verdad. Los liberales, bajo la presión de la ofensiva mundial neoliberal, han virado a la derecha, defendiendo privatizaciónes, el desmantelamiento del SNS, etc. Como las diferentes marcas de detergente en polvo, los Conservadores y el Partido Laborista también ofrecen líderes y un programa firmemente anclado en la sociedad capitalista. Hay una profunda crisis de liderazgo capitalista y sus instituciones.
Al mismo tiempo, la clase trabajadora enfrenta un dilema similar, en algún sentido el peor en su historia en Bretaña, no es solo una crisis de liderazgo sino también de organización. Para empezar a superar esto, es necesario tomar medidas urgentemente, hacia la fundación de una nueva formación de la clase trabajadora y socialista. Esta puede empezar a ofrecer liderazgo en todas las esferas, tanto en la electoral como en el campo extra parlamentario, en la lucha para defender y aumentar el estándar de vida de la clase trabajadora. En el próximo periodo el Partido Socialista estará trabajando enérgicamente con este fin.
De "Socialism Today", revista del Partido Socialista, CIT (Comité por una Internacional de Trabajadores ) en Inglaterra y Gales.
4 de noviembre del 2005.
- (1) Nota de la traductora; Last Straw, es un juego de palabras difícil de traducir, porque last straw, significa incidente, irritación, o algo difícil de soportar, pero también es el apellido de Straw, un dirigente del Partido Laborista.)
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