El odio de la opresión imperialista sube a nuevos niveles
Traducido por Ricardo Alfonso, Londres, 27 de julio de 2006
Anoche las Fuerzas de Defensa Israelitas (IDF, por sus siglas en inglés) bombardearon la pista del Aeropuerto Internacional de Beirut, dispararon cohetes contra Hezbolá (la organización Libanesa Islámica Chiíta) y llevaron a cabo sobre 30 otros ataques aéreos contra objetivos libaneses. Implementaron un bloqueo de tierra, mar y aire del territorio libanés. Por primera vez desde mayo de 2000, la armada israelí reentró al territorio libanés.
Trabajadores y jóvenes alrededor del mundo han mostrado su disgusto ante los recientes ataques viciosos de la milicia IDF en Gaza, que han dejado a la mayor parte de la población sin electricidad ni agua potable. Cuando las fuerzas de seguridad israelí arrestaron a 64 lideres Hamas, incluyendo muchos ministros de gobierno, el régimen de Bush se quedo colectivamente mudo. Aun así, no pararon de hablar de la atrocidad de la captura, o "secuestro" como lo describieron, de los soldados de IDF. El imperialismo de Estados Unidos ha lanzado una enorme campaña de propaganda contra el gobierno "terrorista" Hamas, pero no ha pronunciado palabra alguna de condena contra la última invasión IDF al Líbano. Millones alrededor del mundo estarán absolutamente horrorizados de esta doble moralidad.
El uso de fuerza bruta militar por parte del régimen israelí ya ha reclamado las vidas de 50 civiles libaneses. Los ataques de las Fuerzas de Defensa Israelí (IDF) fueron en respuesta a una ataque militar sorpresivo a través de la frontera libanesa por parte de Hezbolá. En los choques que siguieron, murieron ocho soldados israelíes y dos fueron capturados por Hezbolá, quien los llevo de vuelta al otro lado de la frontera. Esto fue un gran golpe al prestigioso régimen israelita. Ehud Olmert, el Primer Ministro Israelí, lo llamo un "acto de guerra" y amenazo con tomar represalias que serian "muy, muy, muy dolorosas". Seis mil reservistas han sido llamados a servicio militar en las fronteras del norte de Israel. El comandante de las fuerzas israelíes norteñas dijo que si los soldados no eran liberados de inmediato, entonces las Fuerzas de Defensa Israelí (IDF) haría retroceder el reloj "veinte años en el Líbano" en términos de la destrucción a su infraestructura. Si el IDF continúa y extiende su invasión del Líbano, dadas las condiciones que existen en el Medio Oriente, ello podría encender el fuego de una conflagración mucho más amplia.
Pero este es solo un lado de un ya creciente conflicto militar. El mismo día que bombardearon el Líbano, las IDF mataron a 23 palestinos en su campaña continua de castigo militar colectivo masivo contra los palestinos. Esta campaña es aparentemente una respuesta del régimen israelí al ataque por parte de las milicias islámicas en un puesto de la armada israelí y la toma como prisionero de un soldado israelí. Las fuerzas IDF, tras haberse retirado de Gasa en agosto del año pasado ahora han reocupado el sur, centro y norte de la franja, efectivamente dividiendo el territorio en dos. En un ataque el IDF lanzó una enorme bomba de un cuarto de tonelada en la casa de un líder Hamas.
La ya alta tensión y conflicto en la región amenazan con salirse fuera de control. Hay una caldera de odio incandescente burbujeando entre las masas del Medio Oriente hacia la cada vez más brutal opresión del régimen israelí contra las masas palestinas que aparenta tener apoyo de carta blanca del imperialismo de Estados Unidos. Además, la brutal ocupación militar de Irak por parte del imperialismo de Estados Unidos (para proteger los suministros de petróleo para el capitalismo hambriento de energía de Estados Unidos) ha llevado al país a una abierta guerra civil.
Como si esto fuera poco, la década pasada ha visto un enorme avance de ataques neoliberales en la región. Los regimenes árabes son corruptos, antidemocráticos, brutales y son los dispuestos agentes de ataques masivos (inspirados por el imperialismo) hacia los estándares de vida de la clase trabajadora y el campesinado pobre en la región. Todo esto y más significa que la región se pone más inestable cada día. La posibilidad de que el conflicto armado se convierta en una guerra regional abierta no se puede descartar.
La razón principal para esto es que cada vez hay menos espacio para los poderes imperialistas y las corruptas elites árabes manipular. Parece ser el caso de que cuando se enfrentan con la oposición a sus políticas, los poderes imperialistas y especialmente sus agentes delegados en la región responden aumentando las ataques económicos y ahora cada vez mas los ataques militares y represivos a las masas. En realidad, la clase gobernante israelí no ha desarrollado completamente una estrategia y simplemente reacciona a los eventos con fuerza bruta. Esto añade al peligro de una mayor intensificación del conflicto.
Pero la estrategia del imperialismo de Estados Unidos para mantener el control del Medio Oriente se ha dividido a través de los pasados años. Luego de los ataques del 11 de septiembre, cuando el hiperpoder de los Estados Unidos pareció temporalmente tener mas espacio para intervenir militarmente alrededor del mundo, el régimen de Bush expuso la idea de que reformaría el Medio Oriente. Ellos sacarían el talibán fuera de Afganistán e implementarían un "régimen secular democrático". Se encargaría de Saddam Hussein de Irak y un nuevo y estable régimen -amigo de los Estados Unidos- florecería en el Medio Oriente y proveería energía barata para el Oeste. Una transformación "democrática" del resto de la región seguiría, dejando de lado el régimen iraní que era parte del "eje del mal", el régimen sirio Ba’ath de Bashar al-Assad y quizás hasta reemplazando anteriores aliados del imperialismo de Estados Unidos con gobernantes mas conformistas y estables en países como Egipto y Arabia Saudita. Una solución final del conflicto Israelí-Palestino podría resultar del aplastamiento de los grupos islámicos más extremistas en los Territorios Ocupados.
La Pesadilla del Imperialismo
Esta utopía neo-con ha sido reemplazada con una terrible pesadilla para el imperialismos (y para las masas) donde quiera que se vira. Irak esta en una peor situación que cuando estaba bajo el brutal régimen de Saddam Hussein. La posibilidad de que el país se divida en estaditos hostiles e inestables es cada día mayor. Cualitativamente Irán se ha fortalecido regionalmente porque los partidos chiítas vinculados con el régimen están en ascendencia en Irak.
Lo que es mas, el régimen iraní ha rehusado ceder a la presión occidental para poner fin a la producción de uranio enriquecido ganando el apoyo de la mayoría de la población por su retórica antiimperialista. Arabia Saudita y Egipto enfrentan una creciente amenaza de grupos reaccionarios armados islámicos vinculados a Al Quaeda. Además, la Hermandad Islámica Musulmana logro avances significativos en las pasadas elecciones generales en Egipto. Pero la más grafica humillación para los planes del imperialismo de los Estados Unidos para la región vino con la victoria arrolladora de Hamas en las elecciones palestinas de enero de este año.
Pero es esta última incursión en el Líbano la que podría tener serias consecuencias dada la historia de la intervención capitalista imperialista e israelí en el país. La IDF invadió por primera vez el Líbano en 1978, aparentemente en represalia por un ataque del PLO en Israel. En realidad, el gobierno derechista israelí de ese momento, con Ariel Sharon como Ministro de Defensa, quería deshacer el PLO en el Líbano y colocar en su lugar un régimen amistoso a los intereses israelíes. La intervención capitalista israelí condujo a la formación de del movimiento chiíta hezbolá que finalmente logró sacar al IDF fuera del sur del Líbano en una ignominiosa derrota en 2000.
Dada la mayor fuerza y cohesión militar de hezbolá, el régimen israelí tendrá aun mayores dificultades en forzar a hezbolá a liberar a los soldados israelíes capturados que las que tuvo con Hamas en Gaza.
El imperialismo de los Estados Unidos también sufrió grandes reveses en el Líbano. En 1983, la embajada de Estados Unidos fue destruida por hezbolá y más tarde ese mismo año, un enorme camión bomba mato a 241 soldados americanos forzando a las tropas estadounidenses a retirarse luego en el año. Richard Armitage, quien jugo un papel de alto rango en el Departamento de Estado de los Estados Unidos desde 2001-2005, dijo recientemente que, hezbolá debía una gran "deuda de sangre a los Estados Unidos como resultado.
Desde el retiro de las fuerzas sirias del Líbano como consecuencia de protestas masivas dentro del Líbano (y bajo la presión, por sus propias diversas razones, del imperialismo estadounidense y francés) ha habido un crecimiento en la tensión sectaria en el Líbano y una creciente inestabilidad en el país y el gobierno. El primer ministro libanés se ha distanciado de las acciones de hezbolá, a pesar del hecho de que hezbolá es parte del gobierno de coalición. Esta crisis podría llevar a la caída del régimen libanés y, si la inestabilidad lleva a choques abiertos, a la reentrada de las fuerzas armadas sirias al país, con todo lo que ello implica.
A pesar de su aplastante poder militar, el régimen israelita esta también bajo una enorme presión. Ehud Olmert es un nuevo primer ministro que, a diferencia de previos líderes israelitas, no tiene historial de "héroe de guerra". Su partido Kadima, solo se creo justo antes de lasa elecciones generales de mayo que lo trajeron al poder y esta compuesto de muchos de los dinosaurios de la esfera política israelita de sus dos partidos principales, laborista y likud. No tiene una verdadera política pública unificada y comienzan a aparecer grietas en este. A pesar de la retórica belicosa de Olmert de rehusar negociar con aquellos que han tomado a los soldados israelitas como prisioneros, es poco probable que la brutal represión militar lleve a su liberación. Existe una extremadamente fuerte tradición en la sociedad israelita judía de que el liderato político y militar son personalmente responsables por cualquier prisionero tomado en un conflicto armado. La posición de kadima en las encuestas ya ha bajado – si hubiera una elección ahora perdería cuatro de veintinueve escaños.
También aquí hay importantes objetivos en juego. Olmert fue electo a base de impulsar el "plan de convergencia". Esto apunta a poner fin a la ‘pared de separación’ (que dividiría el territorio israelí del territorio ocupado), y retirarse de algunos asentamientos aislados en Cisjordania. Este plan sin embargo incluiría el resto de los mayores bloques de asentamientos dentro del territorio israelita como parte de un "acuerdo final" de las fronteras israelitas impuesto unilateralmente. Antes de las mas recientes operaciones militares existía un apoyo mayoritario a este plan entre los israelitas – ya este no es el caso.
Además, más que debilitar el apoyo a Hamas y Hezbolá, estas operaciones militares han enfurecido a las masas palestinas y particularmente a la población del sur del Líbano. Por tanto un probable resultado seria el aumento al apoyo a ambos Hamas y Hezbolá.
Sin embargo, ninguno de estos dos grupos podría resolver los problemas básicos de las masas a base de lo que serian, si se dan las cosas a su manera, regimenes teocráticos capitalistas.
La clase trabajadora de la región, trayendo consigo al campesinado pobre, son las únicas fuerzas capaces de derrotar al imperialismo, capitalismo y las elites corruptas árabes, realizando el deseo de los palestinos de liberación social y nacional. Por el contrario, ellos serían el sector de la población que mas sufre en situaciones de conflicto armado o guerra.
El enorme enfado que existe contra el pernicioso rol del imperialismo necesita ser canalizado hacia la construcción de nuevos movimientos y partidos de la clase trabajadora, basados en las ideas de una confederación socialista del Medio Oriente, la remoción de todas las fuerzas armadas imperialistas, y el derrocamiento del capitalismo y el feudalismo en la región.
Sin duda el prospecto de mayores conflictos y guerra llena de pánico a los trabajadores y jóvenes alrededor del mundo particularmente del Medio Oriente por el terrible sufrimiento que ello significaría. Sin embargo, las guerras y conflictos capitalistas también verán mayores luchas de la clase trabajadora en contra de la privatización y ataques en los estándares de vida de los trabajadores que ya han ocurrido en países como Irán, Egipto e Israel. Dichos movimientos vendrán nuevamente pero con una consciencia diferente – una que esta imbuida de un deseo de poner fin al derramamiento de sangre y a una nueva sociedad donde la masa de la población controle la enorme riqueza que existe en la región.
A diferencia de los planes neo-con estadounidenses para la región esto no es Utopía sino que se basa en la experiencia histórica. En el punto más álgido de la guerra civil libanesa en 1988, los trabajadores libaneses tomaron acción huelgaria contra el colapso en valor del salario mínimo como consecuencia de la galopante inflación causada por el conflicto. A lo largo de la "línea verde" que dividía Beirut cristiano y musulmán demostraciones conjuntas se llevaron a cabo por este asunto. Durante el mismo conflicto entre medio y un millón de israelitas se manifestaron en Tel Aviv contra la invasión IDF en el Líbano.
Sin embargo, los socialistas y activistas no pueden simplemente esperar por estos desarrollos en el futuro. Un movimiento para el cambio socialista revolucionario necesita ser construido con urgencia a través de la región ahora.
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