El referéndum inminente para la nueva Constitución Política de Estado (CPE) ha forzado a todas las organizaciones e individuos de los movimientos sociales a considerar la siguiente pregunta: ¿Debemos apoya o rechazar la nueva CPE?
Según los Masistas, el rol principal de los movimientos sociales es apoyar con el voto al "SI" porque así se consolida el proceso de cambio y una vida mejor para los pobres. Por otro lado, para algunas organizaciones de la izquierda revolucionaria apoyar la nueva CPE es legitimar el parlamentarismo burgués y, por eso, se debe rechazarla. Alternativa Socialista Revolucionaria (ASR) apoya el voto al "SI" como la mejor forma de apoyar la lucha boliviana y prepararnos a ganarla.
Hay tres preguntas que nos consideramos antes de apoyar la nueva CPE:
1) ¿Cuáles son los beneficios para la mayoría obrera, campesina e indígena y las concesiones a la oposición derechista?
2) ¿Cuál es la conciencia política de los movimientos sociales y las masas obreras y campesinas?
3) ¿Cuál posición es mejor para fortalecer los movimientos sociales para derrotar la oposición derechista?
La nueva CPE garantiza muchos cambios que mejorarían la vida de la mayoría campesina, obrera e indígena. Promete "participación real y vigorosa del Estado y la sociedad en la economía" y "prohíbe y sanciona el latifundio". También, garantiza "el derecho a la vida y a la integridad, a la alimentación, a la educación, a la salud y a un hábitat y vivienda adecuados" y "al trabajo digno y estable, con remuneración justa". A los pueblos indígenas garantiza, "Los derechos colectivos…a existir libremente, a su identidad cultural, espiritualidad, a la libre determinación, autogobierno y territorialidad en el marco de la unidad del Estado…"
El cumplimiento de estas promesas significaría una verdadera revolución. Pero es falso pensar que los cambios serán implementados automáticamente sólo por aprobar el referéndum porque para realizarlos tendremos que atacar los intereses de los empresarios, latifundios y transnacionales. Ahora, esta élite capitalista controla y saca una gran parte de la riqueza y por eso la mayoría viven en pobreza. Para cumplir con las garantías de la nueva CPE, la riqueza boliviana tiene que ser manejada democráticamente por la mayoría con el único fin de satisfacer sus necesidades básicas. En otras palabras, la nueva CPE sólo puede ser realizada por una verdadera revolución socialista.
Los últimos 150 años nos han demostrado que los capitalistas nunca renuncian a su control económico sin luchar ferozmente. Una nueva CPE puede ayudar la lucha contra de la oposición derechista, pero una revolución victoriosa requiere la fuerza de la mayoría campesina y trabajadora, organizada, movilizada y concientes de la necesidad de derrumbar al capitalismo y hacer una revolución socialista.
La aprobación de la nueva CPE puede ser un parte importante del proceso de organización y concientización de los obreros, campesinos, indígenas y jóvenes, dándoles confianza e inspirándoles a movilizarse para hacer, por su propia iniciativa, los cambios garantizados en la nueva constitución.
El MAS debe preparar a los campesinos, trabajadores, indígenas y jóvenes para una lucha dura, pero hasta ahora no lo ha hecho. Por más de un año y medio, Evo Morales y el MAS gastaron su tiempo buscando acuerdos con la derecha en vez de organizar, concientizar y movilizar sus bases en los movimientos sociales. El mejor ejemplo de éste es la Asamblea Constituyente (AC). El MAS discutió las formas de votación y reclamos artificiales derechistas (capitalidad) por meses, en vez de usar su mayoría para escribir una CPE junto con los movimientos sociales.
Cuando la oposición derechista empezó a atacar físicamente la AC y los movimientos sociales, el MAS no respondió con estrategias concretas para asegurar la seguridad y manejo democrático de la lucha boliviana. Debería haber organizado los movimientos sociales en Coordinadoras de Defensa y Lucha con estructuras democráticas para unirse en un nivel local, departamental y nacional y garantizar que las bases de los movimientos sociales dirijan la lucha democráticamente.
Cuando la oposición derechista comenzó a usar su control económico para atacar la mayoría pobre mediante la subida de alimentos, en vez de entender la necesidad de poner la producción y distribución de alimentos bajo el control democrático del pueblo, el MAS dejó en las manos de la oposición y el pueblo sigue sufriendo mientras los precios siguen subiendo.
Sólo cuando todos sus intentos a encontrar acuerdos con la oposición fallaron, el MAS usó su mayoría en la AC y empezó a movilizar los movimientos sociales. Aunque tarde, aplaudimos la radicalización recién del MAS. Pero no podemos perder otro año. Insistimos en la necesidad de cumplir con sus promesas para preparar a los movimientos sociales para la lucha.
Evo Morales y el MAS tienen que cumplir con su promesa de organizar los jóvenes de Bolivia en coordinadoras de defensa. Pero también, se necesita reconocer que los campesinos, indígenas y obreros tienen la responsabilidad de defender la lucha boliviana y deben organizarse en coordinadoras de defensa y lucha en el campo, sitios de trabajo, y en los barrios. Sólo así vamos a estar preparados para defendernos y llevar adelante la lucha boliviana.
Las concesiones en la nueva CPE obstaculizaran el cumplimiento de las garantías revolucionarias
La nueva CPE demuestra la incapacidad del MAS de entender que un movimiento revolucionario a favor de la mayoría pobre requiere preparación para una lucha y una revolución socialista. Varios artículos continúan su estrategia vieja e inútil de intentar pacificar a la oposición derechista y postergar la lucha.
Garantiza el "derecho a la propiedad privada individual…", "se garantiza el derecho a la sucesión hereditaria", "se reconoce y garantiza el derecho a la libre asociación empresarial" y declara, "el respeto a la iniciativa empresarial y la seguridad jurídica".
A la vez, reconociendo los deseos y necesidades de la mayoría obrera y campesina que quieren un verdadero "movimiento al socialismo", algunos de estos artículos terminan con cláusulas como, "…siempre que ésta [propiedad privada] cumple una función social."
ASR reconoce la necesidad de varios tipos de propiedad privada. El socialismo no pretende y nunca ha pretendido quitar la propiedad, negocios y tierra de los obreros, campesinos y clase media. Lucha por tomar control de los medios de producción, de la propiedad privada de las transnacionales, empresarios y latifundistas que no ganan de su trabajo sino, por ser "dueños" de capital y que sacan la gran mayoría de la riqueza boliviana y mundial mediante la explotación brutal de la mayoría obrera y campesina.
Estos artículos de la nueva CPE no definen lo que significa "propiedad privada" y "función social". Un empresario que exporta su producto a EEUU, gana millones y tiene 100 trabajadores que ganan el salario mínimo (pobreza extrema) dice que está cumpliendo una "función social". Los trabajadores tendrán otro punto de vista. Estos artículos intentan a negar las contradicciones más importantes del sistema capitalista, lo cual es imposible y es nada más que una postergación de la lucha de clase inevitable. Las concesiones con respecto al latifundio son aun peores. La nueva CPE dice que el latifundio es "prohibido", pero la definición de latifundio actualmente sirve para permitir y legalizar el latifundio. Hay dos opciones en la nueva constitución: ¡¡una que define la superficie máxima como 10.000 hectáreas y la otra que sólo permite 5.000 hectáreas!! Un latifundio podría usar 5-10.000 hectáreas para exportar productos agrícolas a EEUU mientras 60% de hogares bolivianos sufren de malnutrición. ¡¡Eso no es erradicar el latifundio!!
Aun peor, cuando el gobierno decide tomar control de dicha propiedad privada, el gobierno garantiza un, "pago de una indemnización justa". Es como un esclavo pagando a su dueño para su libertad. La tierra, los recursos naturales e industria boliviana ya deben ser nuestro y no debemos pagar nada a los ricos explotadores para recuperarlos. ¡Es un insulto y un crimen!
El referéndum: un voto a favor de la revolución boliviana y en contra de la oposición capitalista
A causa de las falencias de la nueva CPE, algunos de la izquierda revolucionaria, concluyen que no se debe apoyarla. Afirman que el referéndum es políticamente obsoleto porque las masas ya son revolucionarios y el trabajo fundamental construir movimientos masivos para tomar el poder. Según ellos, apoyar la nueva CPE es frenar el movimiento revolucionario de las masas e inculcarles ilusiones falsas que legitiman la democracia y el estado burgués.
Este argumento es incorrecto por dos razones:
1) es plenamente falso: a la gran mayoría, incluso los revolucionarios, les importa mucho el referéndum y
2) no reconoce la necesidad de usar cada oportunidad dentro del estado burgués para destruirlo lo que muestra una simplificación fatal de su concepto de cómo avanza procesos revolucionarios.
En muchos aspectos, las masas bolivianas son más "revolucionarias" que el MAS y sus dirigentes. Pero su conciencia es muy vaga y no hay organización revolucionaria que haga posible una revolución socialista ahora mismo en Bolivia. La gran mayoría en los movimientos sociales saben que no quieren capitalismo neoliberal. Pero menos saben que una revolución (y no sólo reformas) es la única forma de derribar el capitalismo neoliberal y un sector todavía pequeño sabe que una revolución exitosa requiere organización y conciencia revolucionaria entre las masas y un partido socialista revolucionario para llevarlas a la toma del poder. Todavía hay mucho trabajo por hacer antes de estar preparados para la toma del poder y una revolución socialista.
El cabildo del 16 de Enero 2007 mostró esto. Mientras el MAS y los dirigentes campesinos y obreros querían sacar a Manfred Reyes Villa por vías legales, de acuerdo con las masas, Manfred ya no fue prefecto y la tarea fue elegir un prefecto departamental revolucionario. ¡Y las masas lo hicieron! Pero todavía no hubo la conciencia ni la organización para construir un poder alternativo. La acción fue prematura y por eso, cuando el MAS y los dirigentes desconocieron el cabildo, el movimiento murió inmediatamente.
El referéndum sólo sería obsoleto si hubiera movimientos—una seria de huelgas, ocupaciones de tierra, rebeliones en el ejército, etc.—que estuvieran dirigiendo las masas directamente a la toma del poder. Eso no existe en Bolivia. Estas organizaciones "ultra-izquierdistas" han confundido su propia conciencia por la conciencia de las masas. Es un problema común en Bolivia. Tenemos que combatir y vencerlo o siempre estaremos aislados de las mases de trabajadores, campesinos y jóvenes que necesitamos convencer.
Los grupos que declaran el referéndum obsoleto para las masas revolucionarias no van a poder hablar con las masas ni por cinco segundos. Estarán aislados del movimiento real, su capacidad de construir y guiarlos será innecesariamente limitada y no van a poder explicar a las masas las ideas necesarias de socialismo.
Combatiendo el mismo problema, Lenin escribió un libro, "La Enfermedad Infantil del ‘Izquierdismo’ en el Comunismo" en lo que conseja a los revolucionarios, "…debéis observar serenamente el estado real de conciencia y de preparación de la clase entera (y no sólo de su vanguardia comunista)…Mientras no tengáis fuerza para disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución reaccionaria, estáis obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones precisamente porque hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corréis el riesgo de convertiros en simples charlatanes."
De hecho, los bolcheviques (el supuesto modelo para la mayoría de las organizaciones ultra-izquierdistas) participaron en las elecciones para la Asamblea Constituyente en la Unión Soviética el Noviembre de 1917, después de haber tomado el poder. Sobre esto, Lenin dijo, "…está probado que…aun después del triunfo [de la República Soviética], la participación en un parlamento democrático-burgués, no sólo no perjudica al proletariado revolucionario, sino que le facilita la posibilidad de hacer ver a las masas atrasadas por qué semejantes parlamentos merecen ser disueltos, facilita el éxito de su disolución, facilita la ‘eliminación política’ del parlamentarismo burgués."
De la misma manera, participar en el referéndum a favor de la nueva CPE nos dará la oportunidad de explicar a las masas la necesidad de realizar los cambios prometidos en la nueva CPE por su propia fuerza y que no pueden ser realizados dentro del sistema capitalista sino que sólo por una revolución socialista.
Para la mayoría de los movimientos sociales, la nueva constitución es el frente más importante en la lucha boliviana. El voto al "SI" es un voto a favor del proceso de cambio en Bolivia, mientras un voto "NULO" o "NO" es un voto a favor de la oposición derechista.
Si la nueva constitución es derrotada, veremos una desilusión en los movimientos sociales y será un enorme paso atrás. La oposición derechista habrá ganado una victoria importante y tendrá más fuerza para atacar a los movimientos sociales y frenar la revolución boliviana. Sin embargo, la aprobación de la nueva constitución será una victoria importante para los movimientos sociales que impulsará la radicalización y movilización necesaria de las masas.
Por eso, ASR dice, "¡Vota ‘SI’ y prepárate a luchar!"
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