Las subidas masivas de los precios de los bienes elementales en el último año son un fenómeno internacional. El pueblo de Costa de Marfil ha demostrado que oponerse y tener éxito, es posible
Cientos de miles de manifestantes, en su mayoría mujeres, ocuparon las calles de la capital Abidjan protestando contra las excesivas subidas de precios de alimentos y combustibles. La policía intervino brutalmente. Utilizaron gases lacrimógenos y porras. Una y otra vez, se disparó contra los manifestantes. El resultado de la represión gubernamental fue de un muerto y diez heridos graves. Los manifestantes se defendieron quemando neumáticos y con llamamientos a los policías para que se unieran a ellos, ya que están igualmente afectados por las subidas de precios. Tras el segundo día de protestas masivas el Presidente Gbagdo se vio forzado a dar marcha atrás.
El hambre es una consecuencia de las subidas de precios diarias. La directora del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran, habla de un nuevo tipo de hambre en este contexto: "En la actualidad observamos en las ciudades mucha más hambre de la que jamás habíamos visto. Observamos muy a menudo que, a pesar de que en las tiendas hay suficiente comida, la gente pasa hambre porque no pueden permitírsela"
Protestas de este tipo se acumulan a lo largo de toda África. En países como Camerún, Burkina Faso o Senegal, ha habido en las últimas semanas movimientos de masas parecidos en contra de las subidas de precios. En Costa de Marfil, el Presidente Gbagbo, había obligado a la policía a replegarse e impuesto un descenso de los precios en los alimentos esenciales y combustibles.
Los pobres de Costa de Marfil han alcanzado una gran victoria. Esto aumentará su confianza y allanará el camino para nuevas protestas.
Be the first to comment