Controlado por autoridades electorales pro-autonomía, administrado por una empresa contratada por los mismos autonomistas y "supervisado" por observadores autonomistas y cubierto por sus propios medios de comunicación
Un referéndum bastante sui géneris por decir lo menos. Controlado por autoridades electorales pro-autonomía, administrado por una empresa contratada por los mismos autonomistas y "supervisado" por observadores autonomistas y cubierto por sus propios medios de comunicación, que llamaron abiertamente a apoyar la autonomía. No hay que ser un observador muy perspicaz para darse cuenta que es un fraude a simple vista.
Pero lo más increíble de todo es que a pesar de todo este show mediático, del amedrentamiento, las amenazas de la "Unión Juventud Cruceñista", grupos de choque con claras características fascistas de los "demócratas" de Santa Cruz, no lograron sus objetivos, dado que más del 50 por ciento no votaron o votaron NO en este referéndum.
Sin que se les mueva un músculo de la cara los autonomistas han declarado que más del 85 por ciento esta a favor de la autonomía, ni siquiera Pinochet, que parece ser uno de sus inspiradores, se hubiera atrevido a dar a conocer cifras similares en un plebiscito.
Este referéndum autonómico, es el primer paso de un plan reaccionario, dado que se espera que en el próximo mes se realicen otros en Tarija, Beni y Pando, la idea final es poner fin al gobierno de Evo Morales y frenar los cambios que su gobierno esta impulsando.
Estos cuatro departamentos representan dos tercios del territorio boliviano, un tercio de la población y más del 50 por ciento de la producción del país. En el plan conspirador también están contemplados otros dos departamentos, Chuquisaca y Cochabamba, que quieren hacer caminar en la dirección divisionista.
El Racismo y el divisionismo, van de la mano.
La división y el racismo de los promotores de la autonomía cruceña salta a la vista en las declaraciones de sus principales lideres, aunque por ahora traten de ocultarlo. A los representantes "autonomistas" de la llamada "media luna" se les nota el odio y el desprecio que sienten hacia Evo Morales (por ser "indio"), acusándolo de centralista, dictador, autoritario, radical y fundamentalista. Su consigna central debiera ser: "Por una Bolivia sin indios"
El cinismo de estos dirigentes no conoce limites, por ejemplo, el prefecto del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, ha llegado a afirmar que el referéndum autonómico es una respuesta del pueblo cruceño contra el centralismo gubernamental.
Lo que queda claro es que el objetivo de los "autonomistas" es empujar la tensión y la controversia hasta el punto de hacerla derivar en una confrontación abierta, algo que inevitablemente tendrá repercusiones en el resto de los países de la región.
A pesar de que los "autonomistas reaccionarios" controlan la mayoría de los medios de comunicación, que tienen el control económico, no han podido convencer a la mayoría de la población de Santa Cruz y menos al resto del país con sus planes racistas y divisionistas.
¿Quiénes están detrás de la autonomía cruceña?
De acuerdo a algunas investigaciones, esto inicialmente partió de un núcleo aproximado de un centenar de clanes familiares que en Bolivia poseen poco más de 25 millones de hectáreas de tierra y que además controlan la agroindustria, el comercio exterior, la banca y los grandes medios de comunicación. Estos clanes, junto a políticos que fueron parte de los gobiernos de los ex presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada, Jorge Quiroga o Jaime Paz Zamora se convirtieron en poderosos opositores al gobierno de Evo Morales. Estos personajes poseen cinco veces más tierra que más de dos millones de campesinos e indígenas bolivianos.
El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Bolivia, a informado que sólo quince familias disponen de medio millón de hectáreas de tierras fértiles y que además cuentan con la ventaja de estar muy cerca de los mercados, con lo cual pueden aumentar aun más sus ingresos, gastando menos en el trasporte de sus productos
Pero con la llegada de Evo Morales al gobierno y ante la posibilidad de que este implemente una reforma agraria en el país en favor de los indígenas y campesinos, estas familias han usado su poder para generar un movimiento político-social cuya finalidad es dividir el país, para que las medidas que pretende impulsar la nueva constitución del gobierno de Morales, no pueda tocar sus intereses.
Las contradicciones del gobierno de Evo Morales
Lamentablemente Evo Morales y otros personeros presentan muchas contradicciones y ambigüedades al interior del núcleo gobernante. El gobierno debe ser mas claro a la hora de explicar y tomar pasos concretos para llevar a cabo una reforma agraria, la tierra tiene que ser para los que la trabajan y garantizar el derecho a la autodeterminación a los indígenas, sin ambigüedades y negociaciones con las logias latifundistas que hoy están usurpando el territorio.
El llamado a este referéndum, debería haber sido el momento de pasar a la ofensiva y explicar de cara a los indígenas y campesinos pobres, hasta donde se va a llegar con el tema de la reforma agraria y no para negociar con los grandes latifundistas.
La situación política boliviana es demasiado complicada en este momento como para permitirse ser ambiguos, no basta con decir que el referéndum no tiene ningún valor legal, por que a la reacción le importa muy poco la legalidad, la democracia y la constitución, si estas no le sirven para defender sus intereses, no será vía "dialogo" la forma en que se detendrá la conspiración oligárquica. La conspiración que se esta implementando en el departamento de Santa Cruz debe ser frenada ahora y no esperar a que siga fortaleciéndose.
Esta claro que la mayoría de los bolivianos y bolivianas, del campo y la ciudad, como ya ha quedado demostrado están en contra de los intentos divisionistas de los sectores conservadores y reaccionarios, la mayoría de la población no puede quedar prisionera de un pequeño grupo de oligarcas.
Debemos poner fin al centralismo y democratizar el país.
La unidad de los trabajadores e indígenas es fundamental para defender el proceso boliviano. No podemos aceptar que la tierra este concentrada en tan pocas familias, no podemos aceptar que la mayoría de las empresas estén controladas por un pequeño grupo de empresarios, tampoco podemos aceptar que los medios de comunicación estén concentrados en tan pocas manos, todo lo anterior además de injusto, es totalmente anti-democrático.
La tierra debe ser para quien la trabaja, las empresas deben estar en manos de quienes las hace producir y los medios de comunicación deben estar al servicio del conjunto de la población y no de unos cuantos oligarcas.
Es imposible avanzar, sin marchar hacia el socialismo. Los trabajadores necesitamos una Democracia Obrera, necesitamos una sociedad socialista.
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