Este jueves 11 de septiembre en Chile se conmemora otro aniversario del golpe fascista que dio la clase dominante contra los trabajadores chilenos en 1973, pero en estos momentos esta teniendo lugar otro golpe fascista, ahora contra los trabajadores y campesinos bolivianos. Hasta el momento no hay un golpe militar, pero la clase adinerada de Bolivia a toda costa pretende derrocar al gobierno de Evo Morales. Derrotados en el referendo, ahora los poderosos de Bolivia a través de bandas fascistas al mas puro estilo nazi están atacando oficinas del gobierno y pretenden destruir la economía saboteando las plantas gasiferas. Quieren desestabilizar el país y con esto generar un animo de rechazo al gobierno para obligar a Morales a renunciar o luego justificar un golpe militar para reestablecer el orden (el orden burgués).
Grandes esperanzas
Con la elección Morales se abrió un proceso que en primer lugar termino con siglos de gobierno de clase burguesa blanca y en segundo termino puso al gobierno al centro para frenar de una lucha de clases abierta que dado la composición mayoritariamente indígena de los trabajadores y campesinos del país ha dado un toque particularmente profundo a la revolución boliviana. Sin embargo, la política social demócrata del gobierno de Morales y en especial del principal partido, el Movimiento Al Socialismo, no esta a la altura de las necesidades y exigencias de la clase trabajadora boliviana, que habiendo apoyado con entusiasmo al nuevo gobierno, no ha tenido un rol protagónico.
La política de nacionalización de los hidrocarburos sin duda que han aterrado a los poderosos, estos no están dispuestos a distribuir las ganancias para solucionar los problemas de pobreza en que vive la mayoría del pueblo boliviano. Para evitar que el gobierno toque lo que ellos creen que son sus riquezas y privilegios de clase los empresarios usan hoy la excusa del regionalismo.
Es como si en Chile los empresarios del Cobre pidieran autonomía para las regiones del norte, porque es precisamente ahí donde se explotan los recursos mineros. Eso esta ocurriendo en Bolivia hoy.
Al gobierno se le defiende o se le cambia con una revolución social
Las tibias reformas (como la nacionalización) que el gobierno de Morales pretende llevar a cabo han chocado directamente con los intereses de la clase dominante que esta financiando y armando unos escuadrones fascistas de ataque y a destruir la economía con tal de no perder su poder.
Pero la situación a la que esta enfrentada la clase trabajadora boliviana no dá para medias reformas porque estas no mejoran sustancialmente sus condiciones económicas y sociales, menos si la amenaza de la clase dominante pretende destruir lo logrado hasta ahora. Las lecciones más importantes del gobierno de Morales es que los trabajadores hoy precisan de un programa socialista claro, que no siga dejando la economía local en manos de unos criminales dispuestos a matar y matar de hambre a los bolivianos, ni tampoco bajo un programa reformista imposible bajo el capitalismo.
Morales esta atrapado porque en su gobierno los trabajadores hasta hoy solo cumplen una función de apoyo y no de dirección. Sin embargo hay que defender a este gobierno que llego al poder gracias a los campesinos y trabajadores, que protestaban por mejores condiciones de vida. Aunque este mismo gobierno hoy ha permitido que las protestas y las calles estén siendo tomadas por fascistas, grupos criminales y personas que lo menos que quieren es que sus hermanos de todo el país puedan vivir bien y en paz.
A levantar milicias de trabajadores
Si el gobierno no interviene los trabajadores y revolucionarios si tienen que hacerlo, hay que frenar esta escalada fascista con milicias de trabajadores y campesinos que se armen y defiendan un programa socialista claro, que llame en primer lugar a la unidad de los trabajadores bolivianos para enfrentar la amenaza y establecer un gobierno propio, con medidas enérgicas de nacionalización total de los hidrocarburos bajo control democrático de los trabajadores. Solo un gobierno así puede garantizar la verdadera autonomía política que requieren de los trabajadores y campesinos de Bolivia, la autonomía que defienden los ricos de santa Cruz es puro egoísmo y ambición por defender los intereses de una minoría parasita.
Es tiempo que los trabajadores revolucionarios de Bolivia levanten una sola fuerza para derrotar al fascismo y al sistema económico que lo sustenta. Mientras se siga viviendo bajo un régimen capitalista y de intervención imperialista por parte de países más poderosos como EEUU o Brasil y mientras los trabajadores sigan jugando un rol secundario nada bueno se puede esperar.
América Latina
En Bolivia y América Latina hay condiciones para que un revolución socialista sea exitosa, hay un rechazo masivo en todos los países a las políticas neoliberales y los gobiernos bajo la actual crisis mundial, entre alza de los precios y el costo de la vida, no están en condiciones de resolver por vías reformistas fracasadas el problema del hambre y el desempleo al que estan sometidos millones de personas. El llamado a la solidaridad con el pueblo y los trabajadores de Bolivia es importante, pero se necesita además que la clase trabajadora se organice independientemente para que tome las riendas y saque del pantano en que el capitalismo y las clases burguesas de todos los países tiene a toda la sociedad.
Con los trabajadores, campesinos y pueblos indigenas; una Bolivia socialista es necesaria y una América latina socialista su primera garantía.
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