Pulso Económico
1. Sector financiero europeo, lo peor está por venir.
El Financial Times de Londres, bajo el titular “Enfrentando el abismo”, informó en su edición de hoy de las estimaciones actualizadas del Fondo Monetario Internacional sobre las pérdidas del sector financiero. “La nueva cifra de perdidas es de $4.050 billones de dólares, globalmente, lo que no es una sorpresa, sin embargo resulta estremecedor.
Durante más de un año las estimaciones de pérdidas del FMI han aumentado en cada actualización.
De acuerdo con este diario económico: “Otra importante lección del informe del FMI es que la recesión en la economía real está compuesta de perdidas que se originan en las finanzas: prestamos convencionales, no ‘securities’[1] exóticos, son responsables de la mitad de los resultados negativos. Las instituciones europeas, menos expuestas que los ‘securities’ que derrumbaron a los bancos norteamericanos, enfrentan las pérdidas más grandes. El FMI espera que las instituciones financieras de los EEUU declaren perdidas por $550 billones de dólares en 2009-2010, sobre los $501 billones de dólares que ya han declarado. Las instituciones en la zona del Euro y en Gran Bretaña van a perder alrededor de $750 y $200 billones de dólares respectivamente.
Para Europa lo peor está por venir. Especialmente preocupante son las grandes necesidades de financiamiento externo de los países del Este de Europa, y la exposición de los bancos de Europa occidental a estos países. El FMI ha advertido a los gobiernos de la región de posibles contagios de crisis de balanza de pagos.”[2]
2. Chile – Desempleo en alza
A pesar de los esfuerzos para dar noticias optimistas, el país está en recesión, y los organismos oficiales han seguido proyectando a la baja las previsiones de crecimiento anual, que ahora sitúan entre un 1% y un -1%.
Lo más grave sin duda es la persistente alza de la cesantía. Hoy día la prensa informó los resultados de la Encuesta de Ocupación y Desocupación elaborada por la Universidad de Chile, de acuerdo con ella el desempleo en Santiago alcanzó un 12,8 por ciento en marzo, lo que significa un alza de 4 puntos porcentuales frente al mismo mes del año pasado.
3. Quellón
Un ejemplo de los golpes de la recesión global en Chile es Quellón.. La ciudad de Quellón enfrenta una situación económica y social catastrófica. Según su alcalde, el desempleo llega al 60% de los trabajadores. Esta situación tiene su explicación en los despidos masivos y cierre de los cultivos de empresas salmoneras, y en el colapso de la pesca.
El colapso de Quellón, el principal puerto de Chiloé, con 21.800 habitantes, y cuya economía estaba basada en el cultivo del salmón y la pesca, concentra diversos aspectos de la recesión, y de los límites del sistema capitalista – en su carrera desbocada a la búsqueda de la maximización del lucro a corto plazo – la sobreexplotación de la naturaleza, la incapacidad de autorregulación del mercado y la falta de regulación del estatal.
El virus ISA
La excesiva concentración y el monocultivo de salmones favoreció la aparición y propagación de enfermedades entre estos animales. Ha esto hay que agregar el uso desmedido de antibióticos para tratar todas las enfermedades bacterianas. La consecuencia de esta práctica irresponsable fue el desarrollado de patógenos resistentes y debilitamiento inmunológico de los animales. Esta es la causa de la proliferación del virus ISA que infecto las plantas de acuicultura. Organizaciones especialistas en ecosistemas marinos, como Ecoceanos venían advirtiendo de las consecuencias de las prácticas erróneas de la industria desde hace una década, sin ser escuchados por las autoridades, ni por las empresas, en su mayoría multinacionales, del sector.
Mala regulación de la autoridad, la ausencia de fiscalización, proyectos faraónicos… Como reconoció el gran empresario salmonero Victor Hugo Puchi, la autoregulación no funcionó: En entrevista a El Llanquihue, Puchi dijo además que “para que la nueva regulación sea eficaz y eficiente, tiene que haber un organismo del Estado con recursos, con capacidad de controlar y con capacidad de castigar a las empresas que no actuemos bien”.[3] Como efecto del virus ISA, las exportaciones del salmón atlántico este año –principal especie cultivada en Chile – caerán entre un 40% y 50% respecto de 2008.[4]
Siguiendo la linea escandalosa de socialización de las pérdidas, mientras las ganancias se mantienen privadas, el gobierno acudió en ayuda de las empresas privadas, multinacionales y nacionales que operan en el sur del país con un aporte financiero de 450 millones de dólares. Sin embargo esta gigantesca transferencia de recursos públicos no pareció suficiente a los bancos, que tienen importantes colocaciones, ahora en un sector en riesgo. Pero sin políticas de reprogramación de deudas, para permitir a las salmoneras enfrentar la reducción de los ingresos, las inversiones y sobretodo reconversiones urgentes (puesto que la industria salmonera actual no es sustentable), no se ve salida para el sector.[5]
La pesca, que es otra fuente tradicional de trabajo, está paralizada por la marea roja. La aparición de las microalgas tóxicas impide la explotación de mariscos y pescados. Por cierto, hay investigaciones que apuntan a que la proliferación de las mareas rojas, también está relacionada con la salmonicultura, y el aumento de fosfatos que provoca la crianza de estos animales. Si a ello añadimos la explotación irracional y destructiva de la pesca de arrastre de las flotas industriales, tenemos un cuadro que explica como en paralelo con el hundimiento de la industria del salmón tenemos la imposibilidad de una rápida reconversión al menos de una masa de los despedidos hacia la pesca artesanal.
Hace algunos meses el representante de las empresas salmoneras amenazó a la décima región con el retorno a la ‘edad de piedra’ si la industria, duramente cuestionada por la altísima tasa de accidentabilidad (63 trabajadores han muerto en faenas desde el año 2005, el 15 de abril de 2009 el último de ellos), las malas condiciones laborales, los bajos salarios y las prácticas anti sindicales, abandonaba la región. Ahora la industria está cerrando sus plantas, no por presiones sindicales, si no en gran medida como resultado de sus propias prácticas medioambientales irresponsables y no sustentables. La naturaleza tiene límites ante la explotación depredadora de sus recursos, y ahora está pasando la cuenta.
[1] Acciones de bolsa y títulos de deuda
[2] Extractado de Financial Times, 23 de abril 2009.
[3] El Lanquihue, 21 marzo 2009.
[4] Alejandro Ferreiro. Salmones en reestructuración.
[5] idem
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