¡Retoños marchitados de recuperación, retoños verdes de lucha!
“¿Realmente los líderes de la Wall Street quieren causar una ola gigante anticapitalista en los EE.UU. la cual se los llevará por siempre?”
Martin Sieff, United Press International (UPI), 16/3/09
En el contexto de la crisis económica y resentimientos generales en la población mundial contra la Wall Street, la Escuela de Verano de CIT discutió la situación actual en EE.UU. El debate se enfocó en el desarollo bajo el gobierno de Obama y las tareas que se le exigirán al CIT. Jesse Lessinger de la Socialist Alternative (EE.UU.) llevó al cabo la introducción y moderó el debate.
Crisis económica y estímulos
Los EE.UU. han sufrido el golpe más duro de la crisis. Hasta ahora, durante este año 600,000 trabajadores han sido despedidos cada mes. Ejecuciones forzosas de casas hipotecadas ya son una realidad para millones de personas y una amenaza para millones más. Los estados federales han acumulado déficits masivos, $120 billones en total, pero tienen la obligación legal de lograr un balance de cuentas. Los californianos se están enfrentando con el mayor déficit – $24 billones – y el gobernador Schwarzenegger planea una serie de ahorros en gastos públicos, incluyendo $10 billones en el área de educación.
Según la discusión de la comisión del CIT, la cuestión principal para la sociedad estadounidense es si el paquete de estímulos de Obama logra “estabilizar los fundamentos” de la economía o por lo menos lleva a una recuperación temporal. El paquete de estímulos incluye $787 billones destinados a proyectos de infraestructura, apoyo para los estados federales, y alivio de las consecuencias del desempleo. Muchas personas ven el paquete como la solución para la crisis, y existen muchas esperanzas en la población que las medidas conlleven a un alivio significativo. Sin embargo durante el debate, Ryan, motorista de autobuses de EE.UU., explicó que por medio del paquete de estímulos la crisis no se solucionará, aunque sí el paquete podrá suavizar un poco el impacto de la crisis. Cualquier “retoño verde” de recuperación que se ve está muy débil y no llevará a una recuperación completa – en este sentido ya son retoños color café y marchitados. Mucho de los estímulos del paquete en realidad son canalizados hacia “Corporate America”, los “EE.UU. de las corporaciones”, igual a la situación durante el “New Deal” (paquete de medidas en contra de la crisis económica del 1929) bajo el gobierno de Roosevelt.
En vez de sacar de apuros a los ricos, este dinero se debería usar en crear empleos en areas como tecnología verde y transporte público. Un plan socialista de estímulos incluiría una serie masiva de obras públicas creando millones de empleos y al mismo tiempo impulsando la infraestructura socialmente útil y necesaria.
Crisis política
Se produjo una crisis política como producto directo de la crisis económica. Los Republicanos han sido desacreditados de una forma importante por su política exterior y por su manejo de la economía. Mientras tanto, los Demócratas sufren de la presión progresiva causada por la caída sin fin de la economía. La tasa de popularidad del presidente Obama cayó del 60% a un porcentaje menor a 50%. Según Gallup, la gran parte de la desaprobación hacia Obama se debe a su manejo de cuestiones económicas, pero está temprano todavía para distinguir entre el inicio de un declive real en la popularidad de Obama y una oscilación temporal. Lo que sí se puede identificar claramente es el enojo de la población trabajadora por sacar de apuros a los banqueros que nos llevaron a esta crisis.
Ray y Tom (del CIT Bretaña) hicieron preguntas acerca de la conciencia de masas hacia Obama y los futuros cambios de esta conciencia. Lynn Walsh de la Secretaría Internacional (SI) del CIT contestó que las masas habían proyectado sus sueños en Obama y que nosotros no podíamos pisotear estos sueños e ilusiones, porque hacerlo solo produjera un efecto alienador. Por el contrario, deberíamos hacer críticas bien elaboradas, incluyendo el papel que tuvo Obama en sacar de apuros a los banqueros y su giro total en cuanto a la cuestión del seguro médico.
Despues de ganar las elecciones presidenciales y la mayoría en el Senado, ahora los Demócratas pueden pasar cualquier ley que consideran conveniente. Robert Bechert, miembro de la Secretaría Internacional del CIT, afirmó que había que comunicar reivindicaciones concretas a los Demócratas y a los jefes. Añadió que estas tenían que ser ligadas a la creación de movimientos que luchen activamente para alcanzar logros, en vez de solamente apoyar a los Demócratas. Tales campañas, en conjunto con experiencias, pueden ser la base de una ruptura con los Demócratas, que son completamente capitalistas, y el inicio de un movimiento serio por un partido independiente de trabajadores.
La lucha y los sindicatos
Una parte de la discusión cubrió la lucha que aumenta en todo el país. Obreros de fábricas en Chicago, estudiantes y profesores en Los Angeles, trabajadores de la Universidad de Harvard y trabajadores de transporte público en Boston son algunos de los tantos sectores de la clase trabajadora que han iniciado la lucha en contra de cortes de salarios y pérdidas de empleos. Solo son ejemplos aislados ya que no existe todavía una lucha generalizada de masas – pero ésta se puede producir.
La conciencia y la lucha no se desarrollan de una forma homogénea, pero se pueden desarrollar rápido y hasta pueden explotar en un momento determinado. La necesidad de un liderazgo de sindicatos combativos y de acción militante se está haciendo obvia en las luchas de hoy, y aumentará todavía más mientras las luchas se intensifiquen. Roger de Bretaña recordó a la comisión que en EE.UU. existe una importante tradición de activismo sindical, la cual se puede apreciar en la historia del CIO y los Teamsters. Opinó que no se debería ver la ola de huelgas de brazos caídos en los años treinta como un episodio nostálgico, sino más bien como un ejemplo práctico a lo que el movimiento sindical debería aspirar en el día de hoy. Métodos de lucha que se usaron en los años treinta, tales como huelgas de brazos caídos, cordones masivos de piquetes de huelga, y resistencia a leyes antisindicales, no solo tienen relevancia hoy sino serán un componente necesario para invertir el declive del movimiento sindical en EE.UU.
La industria automóvil
Jesse amplió algunos asuntos presentados por Brett, un obrero de Ford, acerca de la industria automóvil. En algunos aspectos, el estado de la crisis en la industria automóvil es como un microcosmos reflejando la crisis que azota todo el sistema capitalista. Durante la crisis la venta de automóviles ha bajado por un 30-40%, hubo paros parciales masivos, y GM, en otros tiempos la corporación más grande del mundo, está en quiebra.
Antes la industria automóvil representaba el poder del capitalismo estadounidense, ahora es todo lo contrario – símbolo de la crisis capitalista y declive industrial. La industria automóvil claramente demuestra sufrir una crisis de sobreproducción (“sobrecapacidad”), la cual azota todo el sistema capitalista como tal – la clase trabajadora no puede comprar los carros que ella misma produce, o las fábricas tienen la capacidad de producir demasiado.
La necesidad de un partido proletario de masas
La respuesta de Jesse en el debate de la comisión destacó algunas importantes conclusiones políticas. La más significativa fue que en EE.UU. existía una gran necesidad de un partido de masas de la clase trabajadora. Un tal partido brindaría una alternativa a los grandes partidos corporativos que dominan las políticas en EE.UU. y que representan los intereses de los ricos.
Actualmente, muchas personas en EE.UU. están preguntado “¿qué podemos hacer?”. La respuesta inmediata a la crisis no se ha presentado hasta ahora como lucha masiva en todo el país. Pero esto cambiará, particularmente cuando la gente se de cuenta que la pobreza y el desempleo masivo seguirán. Nuevas formaciones de la izquierda se crearán y muy posiblemente pasarán por una gran cantidad de problemas iniciales y errores, pero solo pasando por estas dificultades la clase trabajadora puede ganar experiencia y aprender sus lecciones. Ataques permanentes de amplias críticas inevitablemente acabarán con las ilusiones proyectadas en Obama y ayudarán a desarrollar una conciencia radicalizada y luchadora. En este escenario un partido anticorporativo, anticapitalista, apoyado por los sindicatos, podría ganar un apoyo enorme – aunque tenga al principio solo una pequeña base de masas.
Jesse cerró el debate de la comisión haciendo énfasis en crear una base para ideas socialistas en las comunidades y lugares de trabajo. Para aprovechar las grandes oportunidades que están por delante, el CIT apoyará este proceso.
James Connolly, un marxista irlandés, escribió: “Ya pasaron los días de remendar el sistema capitalista; ahora se tendrá que ir.” Lo escribió en 1910, poco tiempo después de regresar de los EE.UU., ¡pero igualmente lo pudiera haber escrito en 2009!
La actual crisis económica es una crisis fundamental del capitalismo y no se puede resolver a través de mejores regulaciones y estímulos – no se puede remendar, el fundamento no se puede estabilizar a través de más regulación o menos avaricia – hay que acabar con este sistema.
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