"Se va a sentir como una economía muy débil durante algún tiempo porque mucha gente va a seguir sintiendo que su seguridad en el trabajo y su estatus en el empleo no es el que esperaban”
Ben S. Bernanke, 09/15/09
Los medios de comunicación han repetido exultantes anuncios sobre el fin de la recesión. No cabe duda que la recesión técnica, es decir el crecimiento negativo tiene que terminar en algún momento, aunque solo sea porque la base de comparación después de dos años de crisis es muy baja. Pero de allí a hablar de recuperación sostenible todavía hay un trecho largo.
Para la mayoría de la gente que vive de su trabajo, la mala noticia es que incluso aquellos que sostienen que la recesión se acabó, agregan que el desempleo seguirá alto y que se recuperará con retrazo, lo que significa que si la economía mundial puede mostrar crecimiento económico este último trimestre
La verdad es que cuando ahora se habla de recuperación, lo cierto es que ya no estamos al borde del colapso, la crisis de ha desacelerado, pero de allí a retomar el crecimiento vigoroso para volver, al menos , rápidamente a la situación anterior a la crisis hay una larga diferencia. La recuperación está basada en el gasto público enorme, en programas de salvataje de grandes industrias al borde de la quiebra, en subsidios masivos, a veces en una combinación de ambos como el programa de ‘automóviles por chatarra’ que ha resultado exitoso en Estados Unidos y Alemania y en el relajamiento del déficit fiscal. Pero una economía capitalista basada en el estímulo fiscal de enormes proporciones no es sostenible en el tiempo. Aunque sea de Perogrullo hay que recordar que en el estado capitalista desarrollados la riqueza es producida por los trabajadores en el marco de la empresa privada, y lo que hace el estado es apropiarse con una parte del excedente y luego lo gasta, lo invierte y lo redistribuye. Claro que el estado tiene mecanismos para gastar antes de percibir los recursos, es lo que queda consignado en el ‘déficit fiscal’. Pero el déficit, o sea lo que se gasta sin la entrada de recursos, finalmente hay que pagarlo.
Ya sea que este gasto superior a los ingresos se pague vía recaudación de impuestos, emisión de deuda o con mecanismos monetarios de emisión e inflación, finalmente todas estas políticas terminan siendo recesivas, ya que afectan la capacidad de inversión y a la demanda de empresas y consumidores. En artículos anteriores hemos indicado que el déficit norteamericano se está saliendo de control, que el pago de la deuda (con intereses crecientes) consumirá porcentajes crecientes del presupuesto nacional hasta llegar a hacerse insostenible, y que a partir de cierto momento los propios acreedores dejarian eventualmente de ver a los títulos de la deuda como una inversión atractiva cuando el riesgo de no pago del país (default) supere el atractivo de los intereses. ¿Les parece una historia latinoamericana conocida?
Recuperación… Con altas tasas de desempleo, y nuevas aristas de la crisis global.
La recesión que comenzó en Estados Unidos en diciembre de 2007, después de varios meses de crisis económica, a continuación de la crisis financiera, provocó hasta ahora la perdida de 6.9 millones de puestos de trabajo. La Reserva Federal ha pronosticado una recuperación aletargada con altos índices de desempleo que llegarían al 10% este año.
En este contexto es improbable que la demanda de los hogares norteamericanos, que constituían el factor de impulso al crecimiento mundial se recupere su dinamismo anterior a la crisis. Los resultados de los paquetes de reactivación vía gasto fiscal comenzaran a agotarse, así como el limite antes de que los gobiernos se vean presionados a adoptar políticas de austeridad, con resultados recesivos. Lo más probable es que las políticas de relanzamiento de la demanda vía subsidios al consumo como en el caso de los automóviles, el programa de “automóviles por chatarra“ provoquen el adelanto de decisiones de compra, y luego con la postergación de nuevas adquisiciones debidas al contexto de recuperación lenta, caída de salarios y desempleo, estas industrias sufran el golpe de un hundimiento de ventas .
La demanda norteamericana era central en el ciclo de crecimiento y acumulación capitalista de la economía mundial anterior a la recesión, y no hay nadie para reemplazarla. “Las perspectivas de crecimiento mundial son muy débiles y China, con una quinta parte de la población mundial, pero con un vigésimo del consumo mundial, no puede reemplazar a Estados Unidos. Hay que recordar que Estados Unidos producía la cuarta parte del PIB mundial, pero consumía el doble de ese PIB, es decir la mitad de todo el PIB mundial. En esto, las matemáticas son implacables. Estados Unidos puede comenzar a crecer al 1%, pero ese ritmo no le alcanza ni para generar el empleo que requiere ni para suplir el gigantesco déficit fiscal que en la próxima década llegará a los 9 billones de dólares.”
¿Qué tan real es el relanzamiento de la economía China?
Los productos manufacturados en China, tienen como destino fundamental los mercados de las economías desarrolladas, en primer lugar los Estados Unidos. Si no hay recuperación sustentable en el tiempo de la demanda norteamericana, o algún otro poder comprador capaz de reemplazarla – cosa que hoy no existe – entonces no importa cuanto dinero fiscal siga bombeando las autoridades chinas, su economía no podrá sostener el impresionante crecimiento de más del 8% informado.
Muchos economistas y analistas han aconsejado prudencia a la hora de dar por buenas las estadísticas oficiales del gobierno chino, cuya burocracia restauracionista del capitalismo necesita comprar desesperadamente la tranquilidad social, cada vez más difícil. Son muchos los analistas que se preguntan hasta donde las estadísticas que entrega el gobierno de Beijing son confiables. “Pero es necesario considerar la posibilidad de que la enorme aceleración de China en su tasa de crecimiento es más que un artefacto de la forma en que el país mantiene sus libros. Y que los efectos de estímulo de China se quitará el momento en que el gobierno deje de enviar los cheques.
Hay una cosa que pueda decirnos qué ver – el crecimiento sostenible en comparación con truco contable – es correcto: Si el crecimiento de China es real, los inversores pueden esperar que el Banco del Pueblo, el Banco Central de China, comenzará a disminuir el crecimiento de la oferta monetaria, que ha crecido a una alucinante tasa anual de 28,5% en junio, antes de la economía, precios de las acciones y la inflación fuera de control. Si, por otra parte, reportó un crecimiento económico de China ha seguido se basa en Beijing quedarse con el dinero de la bomba se ejecuta porque la economía real está todavía en una recesión, el Banco del Pueblo esgrimirá su espada pero no hará nada.
¿A las puertas de una ‘guerra comercial’? – Aumentan las tensiones entre Estados Unidos y China
Estados Unidos necesita desesperadamente reducir su deficit de balanza comercial, por ello está presionando a China, para que ajuste al alza el tipo de cambio de su moneda, eso haría menos competitivas sus exportaciones, y disminuiría el deficit comercial creciente de los Estados Unidos. Ya durante la administración de Bush, al no obtener resultados favorables, funcionarios norteamericanos habían amenazado con sanciones.
Ahora se ha pasado de las amenazas a la acción. El viernes pasado, U. S. Presidente Barack Obama firmó un decreto que impone un impuesto del 35 por ciento sobre las importaciones de neumáticos procedentes de China durante tres años. Esto puede marcar el comienzo de un enfrentamiento comercial entre China y EE.UU. de resultados impredecibles. Beijing ha respondido llevando a EE.UU. a la OMC (Organización Mundial del Comercio) con una denuncia en contra de estos impuestos sobre los neumáticos., y con una investigación antidumping a las importaciones de automóviles y aves de corral de los Estados Unidos. De momento las medidas de ambos afectan una parte pequeña del comercio, pero no se puede descartar que sea el comienzo de una verdadera ‘guerra comercial’.
La medida de la administración de Obama ha provocado una conmoción y ocurre en medio de preocupaciones crecientes de los analistas económicos capitalistas por el aumento de presiones proteccionistas en todo el mundo como consecuencia de la recesión mundial.
Esta acción drástica por parte de los Estados Unidos y la respuesta de China del sistema – la investigación antidumping sobre las importaciones – ha conmocionado a los analistas económicos y ha suscitado preocupación de una guerra comercial a mayor escala. El lunes, China ha citado a los Estados Unidos ante la OMC.
Cuando los funcionarios del gobierno Bush habían amenazado con sanciones comerciales, los chinos devolvieron el golpe con la amenaza de vender todas las reservas que tiene en bonos del Tesoro Norteamericano, por cerca de 900 mil millones de dólares. Si se llegara a concretar esta medida de liquidación de bonos, de una parte sería el reconocimiento del fin del llamado ‘circulo virtuoso’ en que los productos de origen chino se vendían en Estados, y China acumulaba un superávit anual de cerca de 250.000 millones de dólares por año, que enviaba de vuelta a Estados Unidos financiando el déficit norteamericano con la compra de bonos del Tesoro.
La percepción de aumento de riesgo país de los Estados Unidos y la perdida de valor de su moneda, ya han provocado un esfuerzo de China para diversificar sus reservas, incluyendo la compra de minerales y otras materias primas, y de activos en el exterior. Además China, ha estado promoviendo la creación de alguna moneda fuerte que reemplace al dólar en el comercio internacional.
Hasta ahora China no ha tomado medidas drásticas, respecto a la reserva de bonos en dólares, porque paradójicamente podría tener mucho que perder al acelerar la caída de la moneda de su primer cliente.
Pero esto podría cambiar si los analistas chinos llegan a la conclusión que de una manera u otra el dólar puede derrumbarse, y entonces no queda más que apresurarse en librarse de él. China ha ido ganando un papel cada vez más importante en el concierto de las potencias capitalistas. El comienzo de una ‘guerra comercial’ entre China y Estados Unidos, sería igual a un terremoto económico global.
Otra paradoja de esta posible ‘guerra comercial’ es que como señaló el portavoz del ministerio chino de comercio, Yao Jian, dos tercios de los neumaticos exportados desde China a los Estados Unidos son fabricados por cuatro empresas de propiedad norteamericana.
Cuando los medios de comunicación nos bombardeaban con noticias sobre el supuesto fin de la recesión, se ha abierto este nuevo flanco en la crisis global. Las principales bolsas tomaron rapidamente nota con una caída generalizada de precios, la semana pasada.
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