“Sigo manteniendo mi estimación de que la recuperación va a tener forma de W”
José De Gregorio, presidente del Banco Central de Chile, en la exposición que hizo en el Senado del último informe de política económica estima que el crecimiento económico de Chile en 2010 en un rango de entre 4,5% y 5,5%. Según él lo que explicaría esta recuperación vigorosa sería “Una política monetaria expansiva, un sistema financiero sólido, una economía internacional recuperándose y mejores condiciones de demanda interna.” Se estima que este año 2009, la economía tendrá un crecimiento negativo entre un 1.5% y un 2%.
“La economía chilena aún no ha tocado fondo”
Pero otros economistas, como Gonzalo Sanhueza, socio de Econsult RS Capital ponen en duda esta previsión que califican de “optimista”, y piensan que el consumo seguirá deprimido por el alto desempleo y las restricciones crediticias presentes en la economía. “Esta recuperación no tendrá tanta fuerza y más bien será volátil porque los mercados financieros aún no están operando a plena capacidad y los gobiernos van a comenzar a retirar los impulsos fiscales y los bancos centrales van a empezar a aumentar las tasas de interés. Eso va a provocar que no lleguemos a la V que estimó el Banco Central”, otro economista, Erik Haindl, decano de la Facultad de Economía de la Universidad San Sebastián. Señaló: “Me gustaría concordar, pero creo que la economía chilena aún no ha tocado fondo, por lo que no se cumplirá la V que proyecta el Banco Central”. En declaraciones recogidas por los medios especializados Haindl también señaló los limites de una reactivación basada en la política monetaria y fiscal expansiva de 2009, que al irse retirando los impulsos como la tasa de política monetaria cercana a cero del Banco Central, dará lugar a una senda levemente contractiva. Y agregó que, “en Chile dependeremos mucho del crecimiento de las exportaciones y del resto del mundo para tener buenos números el próximo año”, por su parte se inclinó por una estimación de crecimiento de la economía chilena en 2010 en torno a un 3%.
La cuestión central que hay que tener en cuenta es que la economía chilena es una economía muy abierta a los mercados internacionales, está basada en la producción de ‘commodities’ para las exportaciones. Las exportaciones totalizan alrededor del 40% del PIB de Chile, y en ellas las ‘commodities’ dan cuenta de tres cuartos del total exportado, el principal producto exportado es el cobre (35% de las exportaciones) y sus derivados. Además en cuanto a los destinos de las exportaciones estas se dirigen a: China 15.5%, US 11%, Japón 10.2%, el conjunto de países de la Unión Europea 24.7% (entre ellos Holanda 5.1%, Italia 4.3%), de manera que China y los Estados Unidos son los dos principales destinatarios.
Por ello lo que ocurra con la economía norteamericana y China es determinante para las expectativas económicas de Chile. El alza del precio del cobre, jalado hacia arriba por la demanda asiática, ha tenido un efecto ‘reactivador’ para la economía. Es posible que en los próximos trimestres el PIB muestre algún crecimiento. Sobretodo si se considera que la medición se hará contra cifras disminuidas por la recesión desde 2008. La recuperación del empleo será bastante más problemática, incluso si hay recuperación de la recesión medida en tasas del PIB.
En términos generales, lo habitual es que tras una recesión los impactos sobre el empleo, es decir la disminución de la desocupación, se manifiesten con retardo. Pero en el caso chileno, la estructura de la economía añade factores adicionales. A pesar de la importancia de la minería en el PIB, de acuerdo con datos del INE actualizados para el periodo mar-jul. 2009, la participación de la mano de obra del sector en el empleo nacional llega solamente al 1,42%, de manera que una recuperación significativa pero limitada a la minería tiene un impacto inmediato menor en el empleo.
Recuperación con alta probabilidad de recaída
Zoellick, el presidente del Banco Mundial después de la palabras de optimismo ‘politicamente correctas’ advirtió que: “Me preocupa más 2010. No estoy pronosticando una doble caída, pero todavía no estamos fuera de peligro”. La principal preocupación es que pasará con la economía mundial cuando se acaben los estímulos fiscales en 2010; “¿De dónde saldrán las fuentes adicionales de demanda?”, Zoellick añadió que a la economía mundial “le sobran debilidades, como por ejemplo en Europa Central y del Este”. Y advirtió que “podrían estar emergiendo nuevos peligros” en las economías asiáticas que han liderado el repunte global.“China ha expandido el crédito velozmente. A medida que el crecimiento del crédito se modera, hay riesgo de que China caiga de nuevo”.
Además apuntó a otras tres amenazas: “el fuerte repunte hasta el momento en el Este asiático podría llevar a mayores tasas de interés que capten mucho capital. ¿Entonces, qué harán los gobiernos en términos de políticas de tipo de cambio, de inflación y tasa de interés?”. Hay que recordar que en particular los Estados Unidos, el principal cliente pero también deudor mundial mantienen una deuda nacional creciente.
Recuperación de la economía real, especialmente de la demanda interna de los Estados Unidos (cosa bastante improbable), entonces tendremos una recaída en la recesión mundial en 2010, que afectará a la economía chilena.
La segunda amenaza es el cambio climático, que puede provocar varias calamidades, como acelerar una crisis alimenticia desastrosa, ya propulsada por los biocombustibles.
La tercera amenaza es la de una ‘guerra comercial’. “Tenemos una fiebre baja de tensiones comerciales pero la temperatura está comenzando a subir”, según Zoellick.
Si los estímulos monetarios y fiscales, que los gobiernos necesariamente deberán comenzar a retirar, a fines del 2009 o comienzos del 2010, no consiguen una
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