Una pequeña minoría elite no debe frenar los cambios
Durante los últimos cuatro años, los movimientos sociales y el MAS han ganado cuatro elecciones seguidas: las generales en 2005, para la Asamblea Constituyente en 2006, el Referéndum Revocatorio en 2008 y para la Nueva Constitución en 2009. Es innegable, somos la mayoría aplastante y así debemos manejar el país para hacer cambios necesarios profundos.
Sin embargo, desde que el MAS asumió control del gobierno, la oposición derechista a pesar de ser una pequeña minoría en el país, ha mantenido una mayoría en el Senado. Con su mayoría, han frenado cambios importantes, como la Ley Anti-Corrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz y la ley para convocar el Referéndum Constituyente.
La derecha no ha manejado el Senado porque tenga el apoyo popular sino porque el Senado es totalmente anti-democrático. Antes, cada departamento gozaba de tres Senadores. Ahora en aplicación de la NCPE, cada departamento tendrá cuatro, pero el carácter anti-democrático continúa. Los departamentos del oriente, donde la derecha es todavía bastante fuerte, mantendrán una influencia totalmente desproporcionada en el Senado.
Por ejemplo, Pando tiene 40.172 inscritos mientras La Paz tiene 1.468.569. No obstante, ambos tendrán cuatro Senadores. Es decir, cada voto en Pando por el Senado vale 36,55 votos en La Paz. Todos los departamentos del oriente juntos (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando) tienen 1.628.948 inscritos, apenas 160.000 más que La Paz solo. Pero el oriente tendrá 16 Senadores mientras La Paz tendrá sólo cuatro. Eso no es democracia, es manipulación electoral para que una pequeña minoría pueda obstaculizar la voluntad de la gran mayoría.
¡No podemos aceptar que una pequeña minoría derechista anti-democrática utilice el Senado para frenar los cambios que quiere la mayoría! Por eso, los movimientos sociales debemos luchar para cerrar el Senado, gana el MAS o no.
En realidad, esta demanda no es nada nueva. Para forzar un voto sobre la nueva constitución, en Octubre del 2008, el MAS y los movimientos sociales movilizaron más de 300.000 campesinos indígenas, trabajadores y jóvenes para “acercar” al Senado. Tenían un mensaje principal, “Convocar a un referéndum constituyente o vamos a ocupar y cerrar el Senado”. Pero en vez de dirigir una lucha de las masas para cerrar el Senado, el MAS cedió a la derecha y aceptó las modificaciones derechistas. Ya es hora de retomar esta lucha y cerrar el Senado.
Pero no debemos estancarnos allí, la lucha para cerrar el Senado debe ser el primer paso en la lucha por una revolución socialista que construye una democracia socialista verdadera en la cual nuestros representantes son trabajadores, campesinos indígenas, profesionales y gente del pueblo que reciben el mismo salario que las personas que representan, pueden ser revocadas inmediatamente y cambian constantemente.
En vez de una democracia capitalista falsa en la cual los políticos son corruptos y ricos que dominan al pueblo, necesitamos una democracia socialista en la cual nuestros representantes sirven al pueblo y tienen una verdadera incentiva de mejorar las condiciones del pueblo porque son del pueblo y viven en los mismos barrios, usan las mismas escuelas, hospitales y transporte pública.
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