Votar por Frei es votar por la derecha y los empresarios
Sebastián Piñera (con 44,03%) aparece como el gran vencedor, prácticamente tiene 15 puntos mas que Eduardo Frei (con 29,62%) y en un tercer lugar Marco Enríquez-Ominami (20,12%), que ha sido la gran revelación de estas elecciones, pese a que salio tercero y Jorge Arrate (con 6,21%) a pesar de todos los pronósticos apenas logro un punto más que Tomas Hirsch en las anteriores elecciones (bastante decepcionante para algunos, que esperaban algo más), nada espectacular como se vaticinaba previo a las elecciones del domingo 13 de diciembre.
Lo que no dice ningún comando es que todos los porcentajes de la supuesta representatividad que tienen, ni remotamente se acercan a la realidad, el 44% de Piñera con suerte representa alrededor de un 20% del total de electores que estando en condiciones de votar, no lo hacen, lo mismo vale para el resto de los candidatos.
El cien por cien de los que votaron en estas elecciones apenas representan un poco más del 50% de las personas que deberían votar, en otras palabras la representatividad que dicen tener los principales conglomerados, no tiene nada que ver con la realidad y las “autoridades” tanto presidentes, como de senadores y diputados, tienen una escasa representatividad, esto a pesar de toda su arrogancia al declararse “genuinos” representantes del pueblo.
Frei y Piñera pasan a la segunda vuelta, más de lo mismo.
Sin lugar a dudas el 13 de diciembre puede ser definido como el día más negro de la Concertación en los últimos 20 años, Frei ni siquiera logro sacar el 30% de los votos y quedo casi 15 puntos por debajo del candidato de la ultra-derecha, entendiendo que los verdaderos representantes de los postulados derechistas son la Concertación y los partidos que la integran.
Para terminar de consolidar la derrota de la Concertación, la ultra-derecha (los boys de Pinochet) se impusieron también en la cámara de diputados, consolidando definitivamente las perdidas que venia sufriendo en el último periodo el conglomerado de gobierno, con los diferentes personeros que ya se habían salido de la Concertación.
El peor crimen de los dirigentes de los partidos de la Concertación ha sido el blanqueado de imagen que ellos hicieron de la derecha pinochetista, definiéndolos y dándoles credenciales de verdaderos representantes democráticos, a lo que también ha contribuido el co-gobierno que ha hecho la Concertación con la derecha en los últimos veinte años.
Frei y Piñera, son más de lo mismo y en el fondo no pasan de ser dos caras de una misma moneda, no son más diferentes que un cara o sello, pero partes de la misma estructura capitalista que sigue aplastando a los trabajadores, los pobladores, pobres y mapuche de nuestro país.
Votar por Eduardo Frei, es votar por la derecha y los empresarios.
Hay que tener mucha imaginación para tratar de vender a Eduardo Frei como un candidato “progresista”, dado el historial que este tiene, no será una tarea fácil a esta altura del partido. Frei apoyo el golpe de Estado, apoyo a la dictadura en los primeros años, incluso económicamente, durante su anterior gobierno se negó a recibir a los representantes de los familiares de las victimas de los atropellos a los derechos humanos, se la jugo para traer de vuelta a Pinochet cuando estuvo preso en Inglaterra, además de terminar de implementar y profundizar las medidas neoliberales que había dejado inconclusa la dictadura, privatizando todo lo que no había sido tocado por el régimen militar, la lista de ejemplos de lo “progresista” que ha sido es interminable, esto es algo que los trabajadores chilenos no podemos dejar de recordar en la segunda vuelta presidencial.
La derechización del PC se termina de consolidar en esta elección.
El Partido Comunista consiguió elegir a tres diputados en esta elección, esto inevitablemente terminara consolidando la política de derechización de la burocracia del PC y su total claudicación ante la Concertación. El PC terminara siendo un partido más dentro del sistema, al estilo del Partido Radical, aunque con una fraseología y discurso mas “izquierdista” para la galería y mantener el 5% de los votos, que le permite negociar con la Concertación su integración al sistema.
Ninguno de los postulados del acuerdo del PC con la Concertación se cumplió, se suponía que con los votos del PC y el conglomerado de gobierno se doblaría a la derecha pinochetista en más distritos y aumentarían los diputados “progresistas”. Pero lo que finalmente ocurrió es que la derecha termino con los doblajes que tenia la Concertación y hoy se consolido en la Cámara y tiene más diputados que la Concertación y el PC juntos.
El voto nulo es la única alternativa que tenemos los trabajadores.
Los trabajadores, pobladores y pobres no tenemos más alternativa que anular el voto, en la segunda vuelta presidencial, Eduardo Frei o Sebastián Piñera no son una alternativa viable para los sectores populares.
La única alternativa que tenemos entre estos dos personajes, es quien queremos nos siga reprimiendo y explotando por los próximos cuatro años ¿queremos cara o sello? En resumidas cuentas, los dos significan más de lo mismo, ambos representan a los empresarios y el sector más rico de nuestro país, sector del cual ambos son parte.
Necesitamos construir un partido de los trabajadores.
Lo que termino de quedar claro en estas elecciones es que los trabajadores, pobladores, pobres e indígenas de nuestro país hoy no estamos representados por ninguno de los actuales partidos que son parte del sistema. Por lo tanto somos nosotros los que tenemos que levantar una verdadera alternativa de clase y revolucionaria que luche por los cambios que tanto necesitamos los sectores populares y que nunca se harán realidad si seguimos aceptando la política de votar por el mal menor.
Los sectores “reformistas” ya están sobre representados y son absolutamente incapaces de lograr ningún cambio. Lo que se requiere hoy es construir una alternativa revolucionaria, que se plantee claramente terminar con el capitalismo y construir una sociedad socialista democrática. Una sociedad que no tenga nada que ver con las dictaduras estalinistas que apoyaron en su momento los partidos comunistas, los mismos que hoy se están haciendo parte de sistemas totalmente anti-democráticos como el chileno.
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