Más de 70 representantes de secciones y militantes del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT) de Europa, Asia, Latinoamérica y África se reunieron en Bélgica del 2 al 9 de diciembre para discutir la situación mundial en un periodo de crisis profunda del capitalismo en el que la gente obrera se enfrenta a ataques intensos contra sus niveles de vida. Aquí publicamos un resumen sobre otra de las discusiones principales del CEI, sobre "Programa y Reivindicaciones¨ (el Programa de Transición hoy).
Políticas y reivindicaciones para un periodo nuevo
La discusión final de la reunión del Comité Ejecutivo Internacional (CEI) del Comité por una Internacional de Trabajadores, que tuvo lugar del 2 al 9 de diciembre en Bélgica, trató de Programa y Consignas. Stephan Kimmerle del CIT introdujo la discusión haciendo hincapié en que todas las discusiones políticas llevadas a cabo durante la semana de reuniones iban a llevar lógicamente a ésta. Su fin fue discutir más allá y poner en claro las consignas y el programa del CIT.
Por un lado, algunos activistas de la Izquierda internacional se basan sólo en su programa, y así cometen el error de no conectar la necesidad objetiva del socialismo con el presente nivel de conciencia de masa de trabajadores y jóvenes. Por el otro lado otros activistas se basan exclusivamente en la conciencia de masa del momento, así ignorando la necesidad objetiva de la transformación socialista de la sociedad. En contraste el enfoque del CIT se basa en las experiencias del movimiento obrero, incluyendo las de la revolución en Rusia, resumidas en el "Programa de Transición" de Trotsky. Reivindicaciones transicionales están diseñadas para conectar con la conciencia del momento y para servir como puente entre la conciencia presente y la necesidad objetiva del cambio socialista.
La discusión sobre el programa no es abstracta, no consiste en que algunos Marxistas desarrollen un programa en aislamiento. En su resumen de la discusión Peter Taffee observó que incluso el Programa Transicional de Trotsky de 1938 no fue el producto de sólo un hombre, por excelente que fuera. Fue resultado del diálogo con la clase obrera y con los militantes de la Cuarta Internacional en su tiempo. Este enfoque es el que debería servir de guía a los socialistas de hoy en día.
La discusión fue muy vital debido a la profunda crisis capitalista y las luchas de los obreros surgidas en respuesta. En muchos países, por ejemplo en Irlanda, hay una recepción del programa del CIT en el transcurso de acciones y de movimientos de masas y así se le está añadiendo vida.
Conciencia
La discusión comenzó con una evaluación de la conciencia de masa como se presenta actualmente. Stephan razonó que al nivel actual hay rasgos principales de una conciencia anti-jefes y anti-bancos. Aunque sectores importantes de trabajadores y jóvenes avanzados se están dirigiendo a conclusiones más avanzadas, esto todavía no ha llevado a largos sectores de la clase obrera a llegar a enteras ideas anticapitalistas y socialistas. Sin embargo, queda claro que según las perspectivas que las discusiones del CEI pusieron a la vista con una de las siguientes crisis la conciencia puede desarrollarse rápidamente.
Las luchas que tuvieron lugar tras el impacto de la recesión han mostrado una tendencia a desarrollarse con mucha velocidad y con una radicalización rápida. Por ejemplo hemos visto importantes luchas contra cierres de fábricas. Gary, de Irlanda del Norte, razonó sobre este desarrollo en relación a la ocupación de la fábrica de automóviles de Visteon en Belfast. Inicialmente los ocupantes reivindicaron un plan social para los despedidos, la meta principal no fue conservar los empleos. El Socialist Party (CIT en Irlanda) participó en las acciones y expresó la necesidad de salvar los puestos mediante la nacionalización de la fábrica. En el transcurso de la lucha la confianza de los trabajadores creció y reivindicar la nacionalización ganó amplio apoyo. El público opinaba que bastaba con luchar por un plan social, pero veía que los trabajadores luchaban por conservar sus puestos. Al final de la disputa, la mayoría estuvo en favor de nacionalizar la fábrica.
La táctica de ocupaciones para salvar empleos fue un tema muy tratado en la discusión, Stephan razonó que su adopción indicaba la situación explosiva en la que hemos entrado con el comienzo de la recesión económica. Donde cabe, socialistas debían llamar a ocupaciones para defender puestos y por la continuación de la producción bajo control obrero y administración obrera.
Nacionalización bajo control obrero y administración obrera
Un tema central de la discusión fue la consigna "Nacionalización bajo control democrático obrero y administración democrática obrera.¨ Stephan observó que la nacionalización es una reivindicación crucial para los obreros, sobre todo cuando se ven enfrentados a recortes de plantilla. Sin embargo, como los gobiernos capitalistas han llevado a cabo "nacionalizaciones capitalistas" para salvar bancos, con el objetivo de re-privatización en un futuro, es necesario dejar claro la clase de nacionalizaciones que nosotros proponemos.
El punto esencial en el que muchos pusieron énfasis en la discusión fue nosotros estamos en favor de un tipo del todo diferente de nacionalización – nacionalización bajo control democrático obrero y administración democrática obrera. Fue acentuada la necesidad de poner énfasis en el carácter democrático, mostrándose flexible al proponer las modalidades exactas pero siempre insistiendo en la elección democrática de representantes de los trabajadores de la fábrica afectada junto a representantes de los intereses de la gente obrera en general.
Por ejemplo en ciertas circunstancias nosotros reivindicamos representantes de usuarios, consumidores, activistas medioambientales etc. Para mostrar cómo llamamos por tener en cuenta los intereses de los obreros en general, Nicos, de Grecia, ilustró cómo Xekinima (CIT en Grecia) utiliza la consigna "Control obrero y social".
Resumiendo en representación del Secretariado Internacional del CIT, Peter Taffee observó la diferencia entre control obrero y administración obrera. Lo primero es una reivindicación desde abajo – controlar contrataciones, prácticas laborales etc., mientras lo segundo es reivindicar la administración del lugar de trabajo por el cuerpo de trabajo. Lo segundo, en particular, manda a la necesidad central de una economía planificada democráticamente.
Una de las cuestiones que emergen referente a la nacionalización es qué hacer cuando no hay suficiente demanda para las mercancías producidas. En la actualidad esto ocurre particularmente en la industria de automóviles, donde incluso muchos trabajadores podrían considerar una nacionalización como poco realista por ausencia de un mercado. Se dijo que en ese caso se debía reivindicar cambiar un cambio de producción hacia lo que la sociedad necesite, como en el plan desarrollado por los trabajadores de Lucas Aerospace de Bretaña en 1976, donde los trabajadores de esta fábrica de aviones militares propusieron cambiar a una producción conveniente para la sociedad, como elemento de la lucha por defender sus puestos de trabajo.
Gobiernos de Izquierdas
La ausencia general de fuertes partidos obreros tiene un efecto importante en las reivindicaciones que se proponen. Una consigna esencial para la mayoría de las secciones del CIT es la reivindicación de nuevos partidos obreros de masas y las propuestas de convertir formaciones existentes de izquierdas en partidos de masas. Donde se desarrollen movimientos de masas con el potencial de tirar gobiernos, la cuestión de quién debe estar en el gobierno está implícitamente sobre la mesa.
Donde hayan fuerzas de izquierdas, en general es posible concretar el llamamiento a un gobierno obrero, o a uno de los trabajadores y los pobres, reivindicando un gobierno de izquierdas formado por las fuerzas con programa socialista. En Grecia en las elecciones hace unos meses la sección local del CIT argumentó por un gobierno de izquierdas basado en un programa socialista, incluyendo el KKE (Partido Comunista Griego) y Syriza, una amplia coalición de izquierdas dónde Xekinima toma parte.
La cuestión del ¨mal menor¨ y de políticas de coaliciones es otro tema crucial para la izquierda en los próximos años. De vez en cuando esto puede mostrarse en que los trabajadores rechacen partidos que estén en el gobierno para apoyar sin entusiasmo a ex-partidos obreros para detener a los partidos capitalistas más derechistas. Las clases dominantes también trataran de incorporar formaciones de izquierdas para que sirvan de "válvula de seguridad" mientras estén empujando por recortes sociales drásticos.
Al nivel actual de conciencia de clase puede pasar que secciones significantes de obreros empujen a partidos de izquierdas para que tomen parte en coaliciones de gobierno, particularmente coaliciones con antiguos partidos obreros como socialdemócratas o antiguos comunistas. En particular esto es una discusión principal en Alemania, donde podría ganar amplio apoyo la idea de un gobierno que sería presentado como "de izquierdas" formado por el SPD socialdemócrata, Los Verdes y Die Linke ("La Izquierda"). Sascha, de Alemania, observó que nosotros nos oponemos a participar en gobiernos que administren el capitalismo, que en este periodo querría decir participar en recortes sociales profundos.
Columnas "Qué queremos"
Otro tema de la discusión fue la actualización de las columnas "Qué queremos" en los periódicos de las secciones.
Judy, de Britañia, puso claro que la columna es simplemente un extracto de nuestro programa completo, pues es imposible meter todo nuestro programa en unas pocas palabras. Indicó como se enlaza en The Socialist (publicación del CIT en Bretaña) la reivindicación de "Lucha sindical por incremento inmediato del salario mínimo a 8 libras por hora sin excepciones, como primer paso a 10 libras" con la necesidad de que los sindicatos y la clase obrera luchen por ésta y otras reivindicaciones.
Philip, de EE.UU., habló de la discusión sobre la columna en su sección. Ésta fue muy beneficiosa para la sección porque sirvió de educación para los militantes. Philip acentuó la necesidad de estar firme respecto a la substancia, pero flexible al formular nuestras reivindicaciones, con lenguaje del día para que puedan conectar con el nivel actual de entendimiento y conciencia, incluyendo las reivindicaciones que fueran uno, dos o tres pasos más allá de la conciencia, para apoyar el desarrollo del movimiento obrero.
Discusión permanente
La discusión ilustró claramente que las secciones del CIT están muy conectadas a las luchas de la clase obrera y que nuestro programa ha obtenido verdadero eco y apoyo en este periodo. También acentuó la necesidad de afilar y adaptar nuestras consignas en la crisis económica actual.
Resumiendo la discusión, Peter Taffee hizo hincapié en la creciente relevancia de nuestro Programa Transicional, y que la discusión sobre el programa es continua, para desarrollar la participación del CIT en la lucha de clase que se está desarrollando.
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