Los trabajadores y campesinos indígenas tienen que movilizarse y tomar acciones socialistas revolucionarias ahora
Evo Moralez
Evo Morales y el partido del Movimiento al Socialismo asestaron una paliza de proporciones épicas a la oposición derechista en las elecciones generales para el presidente y las dos cámaras del Congreso el 6 de diciembre.
Morales capturó 63,46% del voto popular, 36 puntos por encima del competidor más cercano, Manfred Reyes Villa, y un incremento de casi 10 puntos en comparación a las elecciones presidenciales del 2005. En los estados tradicionalmente del MAS, Morales destruyó la oposición, ganando 80% en La Paz, 79% en Oruro y 78% en Potosí. En Cochabamba y Sucre, ganó 66% y 56%, respectivamente, y en las “fortalezas” de la oposición, aumentó su apoyo para ganar Tarija con 51% y terminar en segundo lugar en Pando con 45%, Santa Cruz con 41% y Beni con 38%.
Además, el partido del MAS ganó 88 de los 130 posiciones en la Cámara de Diputados y 26 de los 36 asambleistas en el Senado. Con un control mayoritario en la Cámara de Diputados y más de 2/3 en el Senado, el gobierno del MAS puede aprobar cualquier ley o hacer cualquier cambio constitucional que quiere. La mayoría aplastante conseguida por Morales y el MAS significa que no tienen ninguna excusa; deben tomar las medidas necesarias para derrumbar el latifundio y el capitalismo. Las fuerzas contrarrevolucionarias de la derecha han sido destruidas electoralmente y no se debe darles la oportunidad de reconstruir sus fuerzas y volver a atacar.
Desde cualquier punto de vista, esta es una victoria electoral enorme para Morales y el gobierno del MAS. Pero lo que es aún más grande es el deseo inmenso para el cambio fundamental entre las masas bolivianas y la oportunidad gigante que existe para romper con el capitalismo y realizar un cambio socialista revolucionario.
Morales reconoció este mandato popular para un cambio fundamental, en parte, durante su discurso de victoria la noche de su reelección. Declaró, “Tenemos la responsabilidad de acelerar este proceso, que obtengamos más de dos tercios en Diputados y Senadores me obliga a acelerar este proceso de cambio”. Sin embargo, también se esforzó de mantener un tono conciliatorio diciendo, “Somos un Gobierno de diálogo y de acuerdos”, en referencia a su disponibilidad de incorporar a la oposición vencida en el proceso de cambio.(1) Esto es un aviso a las masas de no esperar que Morales actúe desde arriba. Las organizaciones poderosas de los trabajadores, campesinos indígenas y pobres que constituyen los movimientos sociales tienen que ser la fuerza principal del cambio socialista en Bolivia y tienen que tomar los pasos necesarios para llevar la revolución adelante y derrumbar el latifundismo y el capitalismo.
Deben movilizarse alrededor de un programa socialista para tomar la tierra de los latifundistas y las empresas e industrias de las corporaciones transnacionales y la elite boliviana. Los trabajadores, campesinos indígenas y la mayoría pobre debe asumir el control democrático sobre la economía para usar los recursos naturales vastos de Bolivia para organizar la producción y distribución de la riqueza de acuerdo con un plan socialista democrático orientado para satisfacer las necesidades de la población entera.
Comités de Defensa y Lucha organizados democráticamente deben estar formados para unir a los trabajadores, campesinos indígenas y comunidades pobres a nivel local, departamental y nacional. Estos comités deben realizar las ocupaciones democráticamente desde abajo arriba y para defender el pueblo en contra de los ataques de la oposición derechista. Todos los representantes de los Comités de Defensa deben estar sujetos al revocatorio inmediato y, si ganan un sueldo, no debe ser más del salario promedio de los trabajadores, campesinos indígenas y miembros de la comunidad que representan.
Los movimientos sociales también no pueden permitirse el lujo de ignorar la potencial contrarrevolucionaria que existe desde el ejército boliviano. Los oficiales militares de la derecha deben estar destituidos de sus cargos, y Comités de los Soldados deben estar formados para que las bases puedan elegir a sus oficiales democráticamente. Los Comités de los Soldados deben estar ligados con los Comités de Defensa y Lucha para asegurar el control popular sobre el militar.
Después de derrumbar el capitalismo, los Comités de Defensa y Lucha deben formar la base de un estado socialista democrático de los trabajadores y campesinos pobres y organizar la planificación democrática de la economía socialista de Bolivia.
El fracaso total del capitalismo neoliberal en Bolivia
El capitalismo neoliberal se rigió en Bolivia por más de 25 años. Fue un fracaso miserable, y las masas tienen las cicatrices para comprobarlo. Aunque Bolivia posee algunos de las minas más ricas, tierras más productivas y reservas de hidrocarburos más grandes en todo el mundo, Bolivia es el hogar del pueblo más pobre de América del Sur.
Aproximadamente 58-70% de la población vive en la pobreza con $2 o menos cada día, mientras alrededor de 30-36,5% viven en la pobreza extrema o indigencia absoluta con $1 o menos cada día.(2) En términos de la vida cotidiana, esto significa que casi todas las necesidades básicas están fuera del alcance para una sección grande de la población: 70,8% no tiene una vivienda adecuada, 58% carecen de servicios adecuadas del agua, 43,7% sufren de la falta de servicios de la electricidad, 52,2% están privados de una educación adecuada y 37,9% aguantan servicios de salud de médico pobre o inexistente.(3)
La desigualdad también es extrema. El 10% más rica de la población recibe 35,4% de los ingresos nacionales mientras el 40% más pobre toma solamente 15,1%.(4) De acuerdo con el Ministro de Desarrollo Económico, Xavier Nogales, una persona rica en Bolivia gana 90 veces más que una persona pobre.(5)
La población campesina indígena sufre del fracaso del capitalismo en Bolivia más que cualquier otro sector. De acuerdo con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Bolivia literalmente tiene la población campesina más pobre del mundo entero, con 97% viviendo en la pobreza y el 69% viviendo en la pobreza extrema.(6) Esto es el resultado directo de las relaciones semi-feudales que crean una distribución de la tierra que está entre los más desiguales de todo el mundo. Los latifundistas que se componen alrededor de 7% de la población poseen 87% de la tierra cultivable (28 millones de hectáreas) mientras la población campesina entera está forzado de sostenerse con el 13% que resta (4 millones de hectáreas).(7)
La clase trabajadora también está plagada por la pobreza, inestabilidad y el sufrimiento absoluto. Sólo 20% de la fuerza laboral está sindicalizado mientras que el 57-63% trabaja en el sector informal, sin derechos laborales, sin un contrato fijo y sin cualquier clase de estabilidad laboral.(8) El salario mensual es aproximadamente $89 cada mes, y sólo $59 para mujeres.(9)
Los avances y las limitaciones de las reformas del MAS durante los últimos cuatro años
Cualquier intento de hacer cambios fundamentales en Bolivia dentro del sistema capitalista está condenado a fracasar. El gobierno del MAS puede aprobar reformas que bajan un poco el sufrimiento de las masas temporalmente, pero no pueden resolver los problemas fundamentales de la pobreza y la desigualdad. Asimismo, la oposición derechista utilizará todo su poder económico, político y social para atacar constantament al MAS y los movimientos sociales, preparando el terreno para un regreso en el futuro. Inevitablemente, cualquier regreso de la derecha significa una represión brutal de los movimientos combinada con la anulación de los cambios de los últimos años. Sólo pueden estar prevenidos de reorganizar sus fuerzas y preparar un ataque si los latifundistas y los capitalistas están derrumbados completamente.
Es innegable que Morales y el gobierno del MAS han hecho avances importantes durante los últimos cuatro años. La nacionalización parcial de la industria de los hidrocarburos el mayo del 2006 puso una porción mayoritaria de la industria bajo el control estatal y incrementó la taza de los impuestos para las empresas petrolíferos transnacionales al 82%, aumentando el ingreso estatal del gas de $300 millones en 2005 a $1,6 mil millones en 2007. En 2003, la industria de los hidrocarburos representó el 4,5% de PIB y para el 2006, esta cifra había saltada a 14,7%.(10)
El gobierno del MAS ha utilizado los fondos para incrementar masivamente los gastos estatales para los programas sociales. Creó un bono anual, llamado el “Juancito Pinto”, que el 2008 proveyó la asistencia económica a 1,8 millones de niños estudiantes. “La Renta Dignidad” expandió los pagos de la seguridad social a las personas de la tercera edad y “Juana Azurduy” redujo la mortalidad infantil mediante el pago de un bono a mujeres embarazadas o lactantes las quienes visitan a un doctor y siguen un régimen de cuidado prenatal.(11) El programa de alfabetización, “Yo Si Puedo”, ha enseñado a más de 1,5 millones de personas de leer, causando que la Organización Educacional, Científico y Cultural de las Naciones Unidas (UNESCO) declare oficialmente que Bolivia es un país “libre del analfabetismo”(12). Además, el gobierno ha iniciado programas para ayudar jóvenes a encontrar su primer empleo y para traer agua potable a los quienes actualmente no lo tienen.
Todos estos avances que han mejorado la vida de la mayoría son bienvenidos y los socialistas deben apoyarlos. No obstante, el pueblo boliviano sigue siendo pobre. De acuerdo con los estadísticas del Vicepresidente, Álvaro Garcia Linera, la taza de pobreza ha bajada durante los últimos cuatro años, pero sólo el 3%, del 60% al 57%. La pobreza extrema también ha bajada, pero sólo mínimamente al 31% del 38%.(13)
Además, aunque las ganancias y la influencia de las corporaciones transnacionales han sido reducidas, continúa el saqueo de los recursos naturales de Bolivia. Todavía quitan ganancias enormes, dejando sólo una pequeña porción de la riqueza en la forma de los impuestos y una gran cantidad de sufrimiento a cambio. En ningún sector es esto más claro que en las minas. Del 2006 al 2009, las corporaciones mineras transnacionales sacaron $4,4 mil millones en ganancias documentados de Bolivia (el gobierno sospecha que con los exportes ilegales la cifra real se aproxima a $8 mil millones). Durante este mismo periodo, estas transnacionales pagaron una miserable $220 millones en impuestos al estado boliviano, o aproximadamente 5% de sus ganancias documentadas.
Morales y el gobierno del MAS han traído cambios positivos, pero no han realizado los cambios revolucionarios necesarios para superar los problemas sistémicos masivos que se enfrenta la mayoría de la población boliviana.
Como la experiencia de Venezuela hoy en día muestra, si las reformas no están ligadas al derrocamiento del latifundismo y el capitalismo y la introducción de un plan socialista democrático de producción, entonces el programa de reformas puede ser anulado y destruido.
La oposición de la derecha ha sido constante a pesar del apoyo democrático para Morales
Partidarios de Moralez
Mientras Morales y el gobierno del MAS han implementado un programa de reformas moderadas, la oposición derechistas se les ha opuesto a cada paso. Ha usado su control sobre los medios de comunicación para intentar derrumbar el gobierno del MAS mediante una serie de mentiras y distorsiones. Ha usado su mayoría en el Senado para obstaculizar leyes progresistas y ha utilizada su control económico sobre la industria para organizar paros, bloqueos y para incrementar los precios de la canasta familiar. También, ha organizado un movimiento separatista, disfrazado como una lucha por la autonomía, apoyado con sus grupos de choque, semi-armados.
Lo más que el gobierno del MAS ha demostrado que el apoyo democrático que tiene, lo más agresivo que se ha puesta la oposición de derecha. Llegó al colmo el agosto y septiembre de 2008, unas cuantas semanas después de que Morales ganó el 67% del apoyo en el referéndum revocatorio. La oposición organizó un movimiento secesionista violento, tomando control de las instituciones del Estado y las reservas de los hidrocarburos en los departamentos del oriente del país, masacrando hasta 20 campesinos no armadas en el departamento de Pando.
La oposición constante y determinada de la derecha existe a pesar de que Morales y el MAS han asumido una política conciliatoria, la cual ellos esperaron que les permitiera llevar a cabo una “revolución cultural pacífica y democrática”. De hecho, el gobierno del MAS ha creado un ambiente de estabilidad económica imposible de imaginar cuando los gobiernos de derecha estaban en el poder. Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elogiado al gobierno de Morales por haber logrado la taza de crecimiento más alta de Latinoamérica en el 2008, un logro que se va a repetir en el 2009 con una taza de crecimiento de 2,8%.(14)
En realidad, la clase capitalista sabe que el gobierno del MAS, por si mismo, no representa una amenaza seria a su sistema. Su resistencia proviene de su miedo mortal de que los cambios positivos basados en las nacionalizaciones y utilizando un retórica socialista podrían inspirar a las masas, Morales y el MAS podrían perder el control de la situación y el programa de reformas moderadas podría convertirse en un verdadero movimiento socialista revolucionario. Así, el gobierno del MAS representa una amenaza seria para la clase capitalista, la cual hará todo lo posible para oponer, sin importar el apoyo democrático que Morales y el MAS tenga.
Las lecciones de Chile 1973 y la Venezuela de Hugo Chávez
Las experiencias trágicas del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende (1970-1973) en Chile contienen lecciones importantes para las masas bolivianas hoy en día. Allende, también, gozaba del apoyo democrático del pueblo y llevó a cabo un programa de nacionalizaciones y reforma agraria, aunque a un nivel mucho más grande y radical. Como Morales, Allende habló de una “revolución democrática y pacífica” y, a pesar de los ataques constantes, creyó que la oposición capitalista al final de cuentas tendría que respetar su mandato democrático. Mantuvo estas ilusiones hasta el fin, incluso cuando secciones militares le avisaron de planes para un golpe militar de la derecha y 500.000 trabajadores y campesinos marcharon al Palacio Presidencial pidiendo armas para defender la revolución y al gobierno de Allende.
El 11 de septiembre de 1973, el general militar, Agosto Pinochet, se dirigió un golpe militar, primero bombardeando el Palacio Presidencial, matando a Allende, y luego desencadenando una reacción homicida en contra de los movimientos sociales y los pobres. La “revolución pacífica y democrática” terminó, como demasiadas otras en América Latina, con el asesinato y la desaparición de miles y la tortura de uno de cada diez chilenos según los cálculos. Como Leon Trotsky hubiera dicho, la dictadura de Pinochet, como todas las dictaduras reaccionarias, fue el precio pagado por la clase trabajadora por no haber tomado el poder cuando tuviera la oportunidad, debido a las políticas incorrectas de su dirección.
Las masas bolivianas deben también sacar las lecciones del proceso complejo desarrollándose actualmente en Venezuela. Después de realizar una serie de cambios a favor de las masas y después de vencer varios ataques de la oposición capitalista (incluyendo el golpe fracasado en 2002), el gobierno de Hugo Chávez, ya con más de 10 años en el poder, se enfrenta con una serie de obstáculos y contradicciones surgiendo de la falta de voluntad de romper con el capitalismo. La crisis económica y la caída de los precios internacionales de petróleo han quitado el financiamiento de los programas a favor de los pobres, mientras la inflación y el crimen se han girado fuera de control. El estilo de gobernar desde arriba hacia abajo de Chávez ha impulsado el desarrollo de una burocracia la cual pesa cada vez más sobre la “Revolución Bolivariana”. También, una nueva “Boli-burguesía”, la cual se ha hecho extremadamente rica debido a sus conexiones con el gobierno y el flujo de dinero del petróleo a Venezuela, subraya el hecho de que el capitalismo, la pobreza y desigualdad que viene con ello, sigue aún vivo en Venezuela. Suma a esto una variedad de errores políticos de Chávez, como el intento fracasado de enmendar la constitución para permitir su reelección indefinida, y tienes todos los ingredientes necesarios para la frustración y desilusión generalizada entre las masas y el surgimiento otra vez de la oposición derechista, lo cual hace unos cuantos años pareció imposible a muchas personas. (Para un análisis profundo de Venezuela, ver el artículo, Venezuela: Una nueva fase y mayores peligros, 30.11.2009, en el sitio web español del CIT, www.mundosocialista.net).
Sin la acción independiente de los movimientos sociales en Bolivia, para romper con el capitalismo y realizar el socialismo, Evo Morales y el gobierno del MAS sufrirán el mismo destino fatal a igual que en Chile del 1973 o Venezuela hoy en día.
La propuesta del MAS: una economía plural
Mientras la necesidad desesperada y el apoyo masivo para un cambio socialista fundamental están claros, Morales y el MAS se han negado de tomar estas acciones audaces. Siguiendo una ideología política llamada el Socialismo del Siglo XXI – también promovido por otros gobiernos moderados de la izquierda en América Latina, como Hugo Chávez en Venezuela y Rafael Correa en Ecuador – esperan construir lo que ellos llaman “un estado plurinacional y una economía plural”.
El estado plurinacional y la economía plural pretenden crear un estado que otorga, por la primera vez, los derechos completos y la auto-determinación a todas las comunidades indígenas de Bolivia. Económicamente, aspira a combinar una economía socialista (basada en la nacionalización de las industrias estratégicas) con una economía capitalista (basada en la propiedad privada) y una economía indígena (basados en el control comunal sobre las tierras indígenas). El programa del MAS para el 2010 al 2015 dice, “con el modelo de Economía Plural, por mandato constitucional el Estado interviene de forma activa en el mercado y dirige la economía…[y]] debe efectuar una redistribución equitativa de las riquezas…” Pero continúa explicando, “el Estado promueve, incentiva y otorga seguridad jurídica a las actividades económicas privadas que aportan el crecimiento del país.”(15)
Marcha por la nacionalización de los hidrocarburos
El programa luego presenta una explicación detallada de un plan ambicioso de usar los recursos de la nacionalización de los hidrocarburos para hacer un “gran salto industrial”, primero en la industria de los hidrocarburos y después en el litio, el cemento, la minería, la agricultura y el sector petroquímica, entre otros.(16) Con los fondos generados de la industrialización, Morales y el gobierno del MAS tienen otro plan igualmente detallado y ambicioso de expandir los programas sociales a favor de los pobres mientras que mejoren cada aspecto de la sociedad boliviana: la educación, el salud de médico, la vivienda, el empleo, los servicios del agua, la electricidad, el gas, etc. Usando casi las mismas palabras que Salvador Allende, Morales y el gobierno del MAS esperan realizar una “revolución cultural democrática y pacífica”.
La co-existencia pacifica del capitalismo y el socialismo no es posible
Aunque la promesa de una revolución democrática y pacífica suena atractiva en la superficie, un programa basado en la co-existencia pacífica del capitalismo y el socialismo no puede tener éxito. Los ataques políticos, económicos y violentos, tarde o temprano, se dirigirán al colapso de los movimientos sociales si no los provocan a tomar acciones revolucionarias. Además, no es posible que las reformas moderadas o el control parcial de la economía generen bastante riqueza para levantar la mayoría de la población de la pobreza, especialmente en un país neo-colonial como Bolivia donde las condiciones semi-feudales de la tierra y la pobre y desigualdad extrema están generalizadas. Esto es particularmente verdad en el contexto de la crisis económica, la cual ha causado los precios del gas y la materia prima, los cuales componen 75-80% del ingreso estatal de Bolivia, a caer en picado.
Una solución verdadera a los problemas en Bolivia y una estratégica realista para vencer la oposición derechista sólo se puede encontrar en la movilización de los movimientos sociales, el derrocamiento del capitalismo y la construcción de una Bolivia socialista.
Por el fin inmediato al sistema del latifundio y por el control democrático sobre la tierra
Primero, los movimientos sociales deben movilizarse para terminar con el sistema del latifundio de una vez y por siempre. Las organizaciones de los campesinos indígenas – la fuerza más organizada y poderosa de todo el país – deben ocupar la tierra y ponerla bajo el control democrático de la población campesina indígena.
Con una economía socialista basada en el control democrático sobre la tierra, podríamos terminar con este sistema enfermo que prioriza la ganancia por encima del pueblo. Los campesinos indígenas podrían trabajar con el resto de la población para formar un plan de usar la tierra rica para producir y distribuir bastantes alimentos y satisfacer las necesidades de toda la población.
Por el control democrático de los trabajadores y el pueblo sobre la economía boliviana
El saqueo de las materias primeras de Bolivia, que ha durado siglos y que continúa hoy en día con las corporaciones transnacionales, tiene que terminar también. Los trabajadores y sindicatos deben movilizar sus fuerzas para ocupar las industrias actualmente controladas por las transnacionales y los empresarios elites y ponerlas bajo el control democrático de los trabajadores y del pueblo para que el pueblo boliviano pueda decidir como usar los recursos que tiene para mejorar su vida.
Para que el pueblo boliviana se beneficie de la riqueza de su país, los trabajadores en los sectores de los fabriles, la construcción, la comunicación, el comercio, los bancos, el transporte, la electricidad, el gas y el agua tienen que tener el poder de planificar la producción democráticamente junto con las comunidades las cuales tienen que tener la capacidad de expresar sus necesidades democráticamente. Sólo con la base de una economía socialista será posible imaginar que las comunidades pobres de trabajadores y campesinos indígenas en Bolivia disfruten del acceso completo a la alimentación, la vivienda, la educación, el saludo de médico y todos los demás servicios básicos.
Por una Bolivia socialista como el primer paso hacia una Confederación Socialista de los Estados Latinoamericanos
Comenzando con la Guerra del Agua en Cochabamba y continuando con las Guerras del Gas y la elección de Evo Morales, las masas bolivianas una y otra vez se han colocado a la dirección de la lucha en contra del imperialismo, el neoliberalismo y el sistema capitalista entero.
Con la victoria electoral arrolladora de Evo Morales y el gobierno del MAS el 6 de diciembre, los movimientos sociales ganaron una victoria inspiradora, compartida no sólo por los trabajadores, campesinos indígenas y pobres en Bolivia, pero por todo Latinoamérica y el globo también.
A nivel mundial, cientos de millones de personas se están poniendo cada día más conciente de que el capitalismo es un sistema fracasado que tiene que ser reemplazado. Pero hasta ahora, no han encontrado ninguna alternativa. Como dirigentes de la lucha global en contra del capitalismo, las masas bolivianas tienen la oportunidad de mostrar esta alternativa, derrocando el capitalismo y construyendo el socialismo verdadero.
Pero una Bolivia socialista no puede sobrevivir si está sola. Un llamado conciente tiene que ser lanzado a los trabajadores, campesinos pobres y masas oprimidas por toda América Latina y el mundo apelando a ellos a seguir su ejemplo, derrumbar el capitalismo y crear el socialismo en sus propios países. El primer paso debe ser de establecer una federación socialista democrática entre Bolivia, Venezuela, Cuba y Ecuador – los cuales tienen presidentes que mantienen que están construyendo el socialismo. Tal paso permitiría que las economías de estos países sean integradas y planificadas democráticamente como un ejemplo para toda América Latina.
Sólo sobre la base de una revolución socialista global la cual pone la riqueza natural y capacidad productiva enorme del mundo bajo el control democrático de los trabajadores, los campesinos y el pueblo podemos satisfacer las necesidades de la población entera y resolver los problemas graves los cuales actualmente se enfrentan la sociedad humana. Con el socialismo, por la primera vez la gran mayoría de la población será liberada de la lucha animal sólo para sobrevivir y será capaz de vivir una vida digna en una sociedad que merece el nombre “humana”.
El Alto
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(1) La Prensa, 7 December 2009.
(2) El Instituto Nacional de Estadísticas-Unidad de Análisis de Políticas Sociales, de Análisis Crítico de la Realidad, 268, 282.
(3) El Instituto Nacional de Estadísticas-Unidad de Análisis de Políticas Sociales, de Análisis Crítico de la Realidad, 268.
(4) El Instituto Nacional de Estadísticas-Unidad de Análisis de Políticas Sociales, de Análisis Crítico de la Realidad, 267.
(5) El Instituto Nacional de Estadísticas-Unidad de Análisis de Políticas Sociales, de Análisis Crítico de la Realidad, 275.
(6) Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), 2006 de Análisis Crítico de la Realidad, 321.; Propuesta Contra la Pobreza. Grupo de Trabajo para el Diálogo Nacional from Análisis Crítico de la Realidad, 321.
(7) Ministro de Agricultura de Análisis Crítico de la Realidad, 316.
(8) Instituto Nacional de Estadística de Análisis Crítico de la Realidad, 333, 347.
(9) Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de Hogares, Medición Condición de Vida (MECOVI), de Análisis Crítico de la Realidad, 343.
(10) Serrano, Pascual, “La economía de Bolivia según El País y según la realidad”, en Rebelión, 8 Diciembre 2009, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96605&titular=la-econom%EDa-de-bolivia-seg%FAn-%3Ci%3Eel-pa%EDs%3C/i%3E-y-seg%FAn-la-realidad-.
(11) Ibid.
(12) Boron, Atilio A., “¿Por qué ganó Evo?” en Rebelión, 8 Diciembre 2009, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96632&titular=%BFpor-qu%E9-gan%F3-evo?-.
(13) Heguy, Silvina y Stefanoni, Pablo, "No hay una agenda oculta: la Constitución respeta la propiedad", Entrevista con Vicepresidente Álvaro Garcia Linera, en Clarín, 5 Diciembre 2009 http://www.clarin.com/diario/2009/12/05/elmundo/i-02055531.htm.
(14) Serrano, Pascual, “La economía de Bolivia según El País y según la realidad”, en Rebelión, 8 Diciembre 2009, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96605&titular=la-econom%EDa-de-bolivia-seg%FAn-%3Ci%3Eel-pa%EDs%3C/i%3E-y-seg%FAn-la-realidad-.
(15) 2010-2015 Programa de Gobierno, MAS-IPSP: 30 Propuestas para Construir una Bolivia Lider, 2.
(16) El litio es necesario para hacer las baterías que usan los autos eléctricos. Se estima que por lo menos la mitad de las reservas mundiales de litio se encuentra en Bolivia.
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