Este artículo ha sido escrito antes de la elección presidencial que se celebró martes 26 de Enero, en Sri Lanka. Vamos a publicar un otro artículo sobre los resultados, en lo cual Mahinda Rajapaksa reelegido, después de una campaña electoral violenta.
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Un socialista se presenta con una clara alternativa a "la elección de la muerte por machete o muerte por hacha"
Rajapaksa y Fonseka: "la elección de la muerte por machete o muerte por hacha"
Se están llevando a cabo las elecciones presidenciales en Sri Lanka. Han colocados los tenderetes, exponiendo las mercaderías de no menos que 22 candidatos. Algunos intentan vender obviamente mercaderías falsas, otros venden el curry calentado de ayer y otros venden verdaderamente brebajes mortales. Justo un candidato—Siritunga Jayasuriya del Partido Socialista Unido—ha tomado una postura honesta y principal y es lo único que tiene algo sincero ofrecer, diciendo la verdad y demostrando el camino fuera del pesadillo de los últimos años en Sri Lanka devastado por la guerra.
La más larga guerra de Asia—la entre el ejército de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil llegó a su fin el 18 de mayo de 2009. Para ganar las elecciones con la ayuda de la propaganda de victoria, el gobierno ha llamado las elecciones temprano. Se llevan a cabo el 26 de enero. La gobernante Alianza para la Libertad del Pueblo Unido (UPFA, dirigido por el Partido de la Libertad de Sri Lanka, SLFP, y también por el principal partido de oposición, el Partido Nacional Unido, UNP) están solicitando el voto basado en una victoria de guerra logrado por la masacre de miles de tamiles pobres en general.
El dominio de familia
La familia del “Presidente Ejecutivo” Mahinda Rajapaksa es ahora la familia más temida y poderosa del país y controla todos los aspectos del gobierno. Se dicen que es la más rica de la región y fue acusada anteriormente de saquear el dinero del tsunami. El nepotismo y la corrupción están a un nivel más alto que nunca. Se gastan un masivo 11,7 millones de dólares cada año en los consejeros presidenciales y más de 8,6 millones de dólares en los vehículos de lujo. Rajapaksa gasta cien mil dólares cada día en solo su despacho personal. Se gastan varios millones cada mes en proteger el presidente con su equipo de seguridad.
En las elecciones ahora está saliendo más reportajes sobre la corrupción del gobierno, que está a proporciones epidémicas. La agencia “Transparencia Internacional Sri Lanka” publicó informes de cómo los recursos estatales son robados para la campaña de Rajapaksa. Ya han presentado 160 quejas en lo que respecta al uso inadecuado de las instalaciones estatales incluyendo el abuso de los edificios y vehículos estatales. Han desplegado el ejército para pegar los carteles de Rajapaksa. ¡El Subdirector Inspector General de Policía ha mandado a todos los comandantes de las comisarías para llamar a todos los agentes para apoyar Rajapaksa! Se esperan que la intimidación y el saqueo estatales aumenten de modo que Rajapaksa lucha por la existencia de su presidencia.
Campos de detención tamiles
El legado del gobierno es uno de represión, corrupción y un bruto fracaso económico. Hasta doscientos mil de tamiles todavía están en los campos horrorosos. Más de 15 mil jóvenes, algunos solo con ocho años, están en campos especiales de concentración en emplazamientos secretos. También el gobierno es acusado de cometer crímenes de guerra. El gobierno ha negado cada veces las más corroboradas pruebas de estos crímenes, como metrajes de prisioneros amarrados y matados a tiros.
La economía está a punto de desplomarse en un país que en el pasado tenía el segundo más alto nivel de vida en el Asia del Sur, con subsidios generosos para la comida y el combustible. El índice de alfabetización era casi 100% para las mujeres tal como para los hombres. Hoy, más de 50% de la población de Sri Lanka vive con menos de 2 dólares por día, cuando el gobierno ha gastado más de dos millones por día en la guerra.
Los gastos de defensa alcanzó 177,1 mil millones de rupias (Sri Lanka o 925 millones de dólares) en 2009. La deuda pública ha sida más que 80% del producto interior bruto. La inflación ha sido más que 7% como consecuencia del frenesí de la imprenta de dinero del Banco Central, y está más alta para las necesidades básicas para los trabajadores. En julio de 2009 la rupia estaba sobrevalorada por 21% según el índice de la tasa de cambio efectivo y real, mal afectando las exportaciones.
No al llamado dividendo de paz para los pobres
Se hablan mucho sobre un “dividendo de paz”, pero hasta ahora no se han realizado nada. Desde el final oficial de la guerra, el precio de los artículos esenciales ha subido y ningunos de los pobres han ganado terreno. Una inyección masiva del dinero público es necesaria para reconstruir las devastaciones provocadas por la guerra larga, pero el gobierno y los poderes regionales arreglando las inversiones solo tienen su propio interés en cuenta.
La gente pobre y los trabajadores no han beneficiado nada del proyecto del puerto de Hambantota en el Sur—ahora definida como un puerto de un mil millones—el cual está bajo el control chino. La inversión china ya tiene una historia horrorosa de explotación en toda África. Hay pocas pruebas que la inversión ha traído prosperidad a los millones de trabajadores pobres en África. De hecho, las empresas chinas le caen mal por su aguda explotación. Los pobres de Sri Lanka que ya han sufrido mucho durante la guerra ahora serán forzados a trabajar en condiciones duras para poco dinero. Tal como el gobierno de Rajapaksa, el gobierno chino tampoco respeta los derechos humanos o mejores condiciones de trabajo.
La empresa india del central térmico de carbón, que valora a los 500 millones de dólares, en Sampoor, Trincomalee, ya ha desplazado miles de tamiles a los campos de refugiados semejante a los que ahora existen por todo el país. Malasia fue la principal inversora en Sri Lanka en 2008 con más de 900 millones de dólares. También ha decidido expandir últimamente su inversión en las telecomunicaciones para sacar provecho de la mano de obra barata de la isla.
En octubre (2009) Rajapaksa anunció que construirá Zonas de Libre Comercio (ZLC), particularmente en las áreas de Killnochi y Trincomalee. Además hay noticias de que jóvenes detenidos en campos especiales bajo sospecha de terrorismo serán obligados a trabajar en estas ZLCs para muy poco dinero. Estas medidas crueles son tomadas en el nombre de “programas de rehabilitación,” las cuales solo esperan a conseguir crecer los lucros de los inversores.
A pesar de todo esto, por la primera vez, el gobierno tuve que depender de los préstamos externos para impedir su colapso. Últimamente ha manejado conseguir un préstamo del FMI de 1,9 mil millones de dólares. Lo aseguraron por cediendo a los reclamos del FMI, tal como imponiendo una congelación salarial y recortes en los servicios públicos. Es la primera vez desde la independencia del dominio británico que un tan grande préstamo. No representa una mano amiga para las masas empobrecidas de un país pero en realidad su condición empeora las cosas para la gente. Incluso el llamado paquetes de “ayuda y desarrollo” acaban de beneficiar ya la minúscula minoría de ricos en el país. La mayoría de las personas ha sufrido unas caídas rápidas en el nivel de vida y las pérdidas de trabajo.
Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), en solo el primer cuarto de 2009, más de 60.000 trabajadores perdieron sus trabajos. Una encuesta oficial por la oficina gubernamental de estadística indica que 155.000 trabajos industriales fueron perdidos en el segundo cuarto de 2009.
Con la demanda global cayendo debido a la crisis aguda económica, no se esperan un boom en el sector manufacturero. El sector textil no ha recuperado desde el tsunami cuando él exterminó las fábricas a medida que mató miles de trabajadores y sus familias. Ahora el tsunami económico enfrentándose a Sri Lanka y el mundo supone más grandes pérdidas de trabajo internacionalmente. Por lo menos en Sri Lanka esperan a despedir un millón de trabajos en el sector textil y en los sectores relacionados con el textil. El Instituto Colegiado del Personal y el Desarrollo (ICPD) ha alertado que tantos que 350.000 trabajos en el sector público podrá desaparecer en los próximos cinco años.
El acuerdo con el FMI significa que hará una reducción en los gastos del sector público. Las pérdidas de trabajo y los recortes en los servicios tendrán consecuencias devastadoras para los trabajadores y los pobres. Esto ha provocado un economista importante comentar sobre la “guerra de guerrillas en los trabajos” y “una masacre en las finanzas públicas.” Los recortes en el reclutamiento militar, porque la economía de Sri Lanka no puede sustentar los gastos masivos en la defensa, también aumentará los números de desempleo.
Encima de esto, el sector textil será afectado más fuertemente si la Unión Europea retira el privilegio “SPG+” (el sistema de preferencias generalizadas plus) de Sri Lanka. Esta conspiración permite que las exportaciones libre de impuestos de los productos de Sri Lanka entren en la UE. El sector textil particularmente ha sacado provecho del SPG+. Según Julian Wilson, el director de la delegación a Sri Lanka de la Comisión Europea, SPG+ vale 900 millones de euros y ayuda emplear 100.000 personas en el país. La CE dice, “Quedándose con el SPG+ depende de cómo bien se verá el gobierno de Sri Lanka implementar las 27 condiciones establecidos en las convenciones de derechos humanos, de derechos laborales y los criterios ambientales.” En realidad Sri Lanka tiene el peor antecedente de respeto a los derechos humanos en el sur de Asia y uno de los peores en el mundo.
La corrupción y el saqueo de la ayuda y la inversión están a un nivel muy alto. La suspensión (provisional) del SPG+ es una bienvenida sanción contra el gobierno de Sri Lanka. Pero es hipócrita, dando los negocios repetidos con el régimen asesino de Rajapaksa durante la guerra civil asesina y, además, es “muy poco y muy tarde.” La UE no hizo nada mientras la guerra civil. Miraron mientras miles de personas fueron asesinados brutalmente durante la guerra. Retirando el SPG+ es un intento tardío de mantener los derechos humanos y está siendo usado como una estrategia para recuperar alguna influencia en la economía de Sri Lanka.
Fonseka no ofrece ninguna alternativa
El candidato principal de la oposición que se presenta contra Mahinda Rajapaksa no ofrece ningún programa alternativo para Sri Lanka. El general empapado en sangre, Sarath Fonseka, se ha presentado pero no tiene antecedentes en el ruedo político de ser capaz de traer soluciones a los problemas graves sociales y económicos del país. Mejor dicho, Fonseka ha decidido presentarse en las elecciones presidenciales para vengarse del actual presidente. ¡Tiene un antecedente brutal de mandar el ejército que llevó a cabo los asesinatos masivos en la guerra, pero cuando Rajapaksa lo negó una parte de la gloria, Fonseka desertó al campo de oposición!
El Partido Nacional Unido Nacional (UNP) y el chovinista JVP (Janatha Vimukthi Peramuna—el Frente de Liberación del Pueblo)–ambos saltaron unirse atrás del General Fonseka solo porque creyeron que por lo apoyaran, podrían coger un poco de la manía de victoria.
No hay una grande diferencia entre el UNP del pasado, que se acentuó y exacerbó la división étnica creada en la isla por los británicos, y el UNP de hoy. Los argumentos que el partido de algún modo ha pasado por un increíble metamorfosis y ahora defenderá los derechos de las minorías y los pobres cingaleses es una broma de mal gusto. La historia está llena de las pruebas a lo contrario. Si el UNP tome el mando de Sri Lanka otra vez, enfrentado con una situación de crisis, es muy capaz de llevar a cabo las atrocidades contra las minorías y atacar la clase obrera cingalesa pobre como ha hecho en el pasado.
En un manifiesto electoral previo, el UNP ya habló de crear cinco nueva Zonas de Libre Comercio y esto sigue siendo el centro de sus políticas económicas. ZLCs son una manera de crear aguda explotación y muchos lucros. Crean un ambiente ideal para los inversores—a menudos los inversores extranjeros—para que puedan invertir y pagar menos impuestos y emplear una población activa de mano barata, negada de derechos laborales. Raramente reinvierten los lucros—que vieron del robo de los sueldos y por no pagar los impuestos.
Por supuesto, hay una sección del gran negocio—los compinches capitalistas—que la familia Rajapaksa la tiene en el bolsillo. El actual presidente también se está llevando bien con los poderes asiáticos, cuyo apoyo fue un factor decisivo en aplastar los “Tigres Tamiles.”
Por la primera vez en treinta años todo el país parece estar bajo control de un gobierno con sede en el sur. La entera clase empresarial de Sri Lanka busca la “ley y orden”—la protección del gobierno para maximizar los beneficios.
Con los poderes regionales, como China, India, Australia junto con Malasia, Japón y otros países alineando para invertir en Sir Lanka, las empresas quieren un partido en que puedan tener confianza en el poder. Los partidos principales—el UNP y el SLFP—se completan uno al otro en cuanto a la implementación de las brutales políticas neo-liberales. Todos los trabajadores, los agricultores pobres, los pescadores y los comerciantes pequeños han tenido la experiencia que las políticas del gobierno actual no los ha beneficiado realmente. No deben tampoco tener ilusiones en las políticas del UNP. Ningunas de ellas resultarán ser mutuas para los trabajadores y los pobres. Los recortes de privatización en los servicios públicos, los recortes en los sueldos reales, el creciente desempleo—esto es que la victoria del UNP significaría por las masas, tanto como si Rajapaksa ganara.
El general, apoyado por el UNP, está lleno de contradicciones y no hay garantía de que escuchará al UNP. Fonseka declaró recientemente que el ministro de defensa Gothabaya Rajapaksa dio órdenes directas para no tomar ningunos prisioneros durante los días finales de la guerra en mayo de 2009. La familia de Rajapaksa se enfrenta a otros varios crímenes de guerra. El Canal 4 en el Reino Unido publicó metrajes del ejército de Sri Lanka, mientras bajo la autoridad de Fonseka, asesinando hombres y mujeres rendidos. Unos metrajes no se muestran porque son descritos como metrajes de “trofeos” con imágenes horrorosas. La Naciones Unidas también anunció que tiene en cuenta abrir un panel de expertos para investigar las violaciones alegadas de derechos humanos del ejército de Sri Lanka. Fonseka, reclamando la gloria de la victoria de guerra como suya, no puede escapar los cargos de los crímenes de guerra.
Este general, con un permiso de residencia de los Estados Unidos, nunca tuvo interés en el bienestar de la gente en general. El apoyo del UNP para Fonseka es una admisión descarada de cómo el partido envidia que el gobierno se jacta su victoria en la guerra. No tiene ninguna oposición real a los horrores que a ambos sus propias fuerzas combatientes o las masas pobres y trabajadoras tienen que enfrentarse. Quien quiera que piense que un comandante militar es un candidato apropiado para encabezar un país, justo porque él logró una victoria brutal, con la ayuda militar de India, China y otros países, no tiene definitivamente en cuenta los intereses de los cingaleses y los tamiles en general del país.
El partido nacionalista cingalés, el JVP, es otro partidario apasionado del General. Ya no pueden esconder sus políticas chovinistas en contra de los trabajadores en la retórica marxista. El JVP, desde sus orígenes y a lo largo de su existencia, tiene una historia de políticas comunales. Nunca aceptaron los derechos de las minorías o tampoco apoyaron una economía alternativa (socialista) a pesar de sus refunfuños anti-capitalistas. Apoyaron la guerra y casi todos los ataques anti-democráticos por el gobierno actual. De hecho defendieron energéticamente las políticas del gobierno de darles caza a los disidentes, a menudo ayudando el gobierno con ataques contra personas que cuestionaron la guerra. Solo cuando se separaron del gobierno, hicieron unos ruidos a favor de los trabajadores.
Hasta ahora el JVP dijo que los refugiados tamiles están en los campos solo porque han sido “torturados debido a Prabakaran y su movimiento terrorista tigre.” Hipócritamente cierran sus ojos a los mismos ataques contra los tamiles y sus derechos que han proveído las condiciones en que los Tigres Tamiles pudieran encontrar apoyo. El JVP solo pide el gobierno para “actuar más sensible.” En comparación, hacen que el General Sarath Fonseka parezca con sus demandas demagógicas para los derechos democráticos más a la izquierda de que ellos.
El JVP afirma ser parte de los asesinatos masivos de la guerra, para jactarse de las fuerzas chovinistas y para hacer que ellos tomen la primera oportunidad a unirse atrás de Sarath Fonseka y pedirle presentarse en las próximas elecciones. Lo considera como un “héroe de guerra” y el salvador de la gente. Esto significa que ahora están trabajando descaradamente con el UNP—históricamente el partido capitalista más derechista del país—para elegir un general militar y un criminal de guerra al puesto del presidente ejecutivo.
Mientras afirmando ser anti-imperialistas, pronuncian con orgullo: “Invitamos a China a invertir en Sri Lanka en un nuevo régimen del JVP.” Más allá de su retórica anti-capitalista, su programa no representa nada más que el chovinismo cingalés. Su tema electoral lee “¡Por un nuevo Sri Lanka del sur!” Como todos sus lemas y propaganda, su material consigue a las fuerzas más chovinistas del país. No quieren conseguir reunir los obreros tamiles, cingaleses y musulmanes a través del país. Hace poco tiempo cuando participaron en el gobierno de Rajapaksa, después de energéticamente hacer una campaña para que él consiguiera ser elegido, clarificaron que no aceptarían ninguna transferencia de poder a la minoría tamil. Su chovinismo, algunas veces vestido en la fraseología marxista, solo es para que consigan las fuerzas chovinistas cingaleses en que están basando, para acumular un banco de votos para ellos. Sin embargo, su apoyo ha disminuido rápidamente, tal como Rajapaksa ha ocupado el terreno político. Esto fue mostrado en las últimas elecciones provinciales de concejales cuando casi perdieron 80% de sus escaños.
En ausencia de un verdadero partido masivo alternativo que represente los intereses de las masas trabajadoras, la propaganda del JVP divide a la clase obrera, generando odio entre los trabajadores cingaleses y los organizando separadamente. Mientras han tenido una influencia importante en el gobierno, el JVP removió Roma con Santiago para presionar que el gobierno fuere a la guerra.
El Oportunismo
La mayoría de los diputados en la Alianza Nacional Tamil (TNA) —una alianza política de varios grupos nacionalistas tamiles y partidos reunidos por los Tigres Tamil durante la tregua de 2002—están solicitando el voto para el mismo general del ejército que masacró diez de miles de tamiles durante la guerra.
Para asegurar las votaciones tamiles, Fonseka y el UNP han hecho declaraciones demagógicas sobre los aumentos de sueldo y la protección de los derechos de las minorías tamiles incluyendo una amnistía para los prisioneros y el cerramiento de los campos de concentración. Además ha afirmado que restablecerá la democracia y abolirá la presidencia ejecutiva. Pero también Rajapaksa está haciendo gestos para los tamiles, esperando atraer sus votos. Fonseka, apoyado por los monjes ultra-derechistas y el antidemocrático JVP, nunca podrá cumplir sus promesas electorales. Para abolir la presidencia ejecutiva, necesitará de ganar dos tercios de la mayoría en las elecciones y un referéndum en la misma reivindicación. Dando que la presidencia ejecutiva fue introducida por el UNP y sería poco probable que todos los afiliados del UNP lo dieran su apoyo pleno, la cuestión de abolir la presidencia ejecutiva parece una realidad lejana.
Aunque Fonseka maneja todo esto, no ha propuesto cual sistema “democrático” sustituiría la presidencia ejecutiva. Dando su origen militar brutal, sería difícil creer que un cambio genuino democrático acontecerá durante su liderazgo. Los tamiles saben la hipocresía de estas declaraciones populistas, pero la TNA increíblemente ha ignorado todo lo que el general representa.
En 2008 el mismo general dijo que fuertemente creía que Sri Lanka fuera de los cingaleses únicamente. Bajo el mando de Sarath Fonseka, los militares bombardearon los hospitales, las escuelas y otros edificios gubernamentales y mataron miles de la población inocente civil. El UNP o la TNA o alguien que pide a los tamiles votar por este comandante tiránico militar no se preocupa para la población tamil o su derecho democrático a la autodeterminación.
Entre los llamados elite y diputados tamiles, algunos aspiran ser ministros un día, si el partido que ellos apoyan sea elegido. Pero por las masas tamiles, nada cambiará. Es vergonzoso para llamar a votar la gente para Fonseka o para Rajapaksa, sabiendo que ellos son responsables por cada atrocidad de la guerra—de los asesinatos masivos de civiles a las matanzas de los prisioneros rendidos en Mullivaaikall, cuyo metraje ha sido autenticado por los expertos de la Naciones Unidas.
A lo largo de su historia la elite tamil en Sri Lanka se han equivocado tomando partido de los grupos políticos élites chovinistas que opriman los trabajadores y pobres cingaleses tal como los tamiles. Es su postura política que ha empurrado los jóvenes tamiles en el norte y este hacia la militancia.
Un deputado de la TNA, el señor MK Sivajilingam, está opuesto a la decisión de la TNA de apoyar a Fonseka. Él es el único tamil que se presenta como candidato presidencial. Es una farsa que Sr. Sivajilingam no ve grandes diferencias políticas entre la TNA y el UNP. Habría unido fuerzas con el UNP, como sus colegas, si el partido no había apoyado la candidatura de Fonseka. No se acerca al UNP por el factor de Fonseka, no por las políticas del UNP. En cuanto a esto Sivajilingam no es tan diferente como los líderes del Frente Unido de la Liberación Tamil que traicionaron los intereses de los tamiles en el pasado.
Apoyar Sivajilingam es apoyar las políticas del UNP en contra de los trabajadores que no ofrecen una solución a los problemas de las masas tamiles. La población de Sri Lanka en general necesitan un candidato principal, que se presenta en contra las políticas de represión. Está claro que Sivajilingam no es este candidato. Durante la campaña electoral india del año pasado, él apareció en la misma plataforma como el candidato del partido Bharatia Janata—un partido hindú nacionalista en India cuyo comunalismo rivaliza con el del partido Jathika Hela Urumaya, el partido budista nacionalista de Sri Lanka. Sivajilingam tiene una perspectiva política limitada y no ha dicho nada sobre sus programas políticos y económicos como candidato presidencial. Además es condenado por usar el funeral del Sr. Vellupillai, el padre del difunto líder de los Tigres Tamiles, como parte de sus maniobras electorales.
Participando en una campaña conjunta con Sivajilingam es Vickramabahu Karunaratne. Falsamente, ambos se presentan como candidatos presidenciales. Es vergonzoso que un presunto candidato de la izquierda tiene muchas ganas de trabajar por la entera elite tamil, a pesar de sus políticas. No es la primera vez que Vickramabahu Karunaratne ha equivocado. Cuando el ejército indio intervino en el norte de Sri Lanka en los ochenta, él, junto con la mayoría de los líderes de su partido Nava Sama Samaja argumentó en favor de que la clase capitalista de India era progresista comparado con la burguesía de Sri Lanka. Apoyaron la idea de una intervención militar de India, finalmente firmando un acuerdo con el dirigente SLFP el cual dio pleno apoyo al acuerdo indo-lanka.
La experiencia de la población tamil en el norte desmintió la validez de esta postura decisivamente. A pesar de que los líderes del partido Nava Sama Samaja ahora dicen que se equivocaron, Vickramabahu y su partido se continúan equivocando como no tienen entendimiento real de la cuestión nacional ni cómo resolverla. Tal como la TNA y las otras elites tamiles continúan cooperando con cada partido principal, el partido Nava Sama Samaja colabora con algunas de la elite tamil sin reservaciones. Abandonando las masas oprimidas de trabajadores y pobres tamiles, y no digamos los trabajadores y pobres cingaleses, para el bien del triunfo electoral es imperdonable. El partido Lanka Sama Samaja se destruyó a sí mismo cuando entró en una coalición electoral sin escrúpulos en contraste con la postura del partido en su periodo revolucionario cuando se presentó firmemente con las masas y tomaron una postura de principios en contra del chovinismo. Ahora Bahu, en una pequeña escala, se está equivocando de modo parecido en sus tácticas electorales actuales.
La postura de Sivajilingam para no tomar partido de los opresores y unirse con el candidato de la izquierda debe ser acogida. No obstante, en una etapa donde se necesita una alternativa política clara, este matrimonio de conveniencia entre Sivajilingam y Vickramabahu Karunaratne tiene solo un objetivo electoral limitado.
La TNA sostiene que un candidato tamil independiente no puede ganar, entonces tienen que apoyar el PLSL o el UNP. La idea que no hay otra alternativa aparte de los opresores poniendo el orden al día es inaceptable. Los tamiles, como todos los pobres trabajadores y campesinos de Sri Lanka, necesitan una voz independiente a favor de los trabajadores. Deben poder apoyar cualquiera candidato que defiende sus derechos, a pesar de si son vistos como ganar o no ganar una grande victoria.
La cuestión más importante no es cómo vencer el gobierno actual en estas elecciones. En cambio, la cuestión es cómo organizar una fuerza independiente capaz de cambiar la sociedad para el bien de todas las masas cingalesas, tamiles, musulmanas y del norte.
Siritunga Jayasuriya, el candidato presidencial del USP
Existe un partido alternativo en el norte y por toda la isla que sistemáticamente ha defendido los derechos de los tamiles y los trabajadores y pobres. Los militantes del Partido Socialista Unido (USP) han puesto sus vidas en peligro para hablar y organizar en contra de la guerra brutal y la opresión. Sigue siendo la única voz que valientemente y sistemáticamente defiende los tamiles y llama para la lucha unida de todos los sectores contra el régimen.
El USP ayudó en convocar la Comisión Civil de Supervisión que investiga los asesinatos y desapariciones provocado por los operadores paramilitares. Los líderes del partido reciben amenazas de muerte porque han condenado abiertamente las atrocidades y han organizado piquetes y actividades en contra de la guerra.
Los medios de comunicación en Tamil Nadu y por todo el mundo hicieron público extensamente cuando el secretario del USP, Siritunga Jayasuriya, valientemente habló en contra de la guerra brutal durante su auge. Esto fue a la vez que el ministro de defensa estupendamente declaró: “Ud. está a favor del gobierno y el ejército o en contra de ellos,” y acusó a todos quienes hablaron en contra del gobierno como traidores. JS Tissanayagam fue encarcelado para unos escandalosos 20 años por escribir justo solo dos artículos con críticas menores del gobierno. Han culpado las fuerzas del gobierno por el asesinato del editorial dominguero, Lasantha Wikramatunga. Un número de periodistas y activistas que ha resistido el gobierno han sufrido un mismo destino. Los reporteros Sans Frontiers en una declaración llamaron a Sri Lanka el país con “menos respeto a la libertad de los medios de comunicación entre todos los países democráticos del mundo.” A pesar de la intimidación, los militantes del USP continúan luchando en contra de la represión.
La mayoría de los políticos tamiles, que ahora defiende un voto para los principales partidos, han guardado silencio o han optado por apoyar el gobierno. Pero los luchadores en el USP soportan los principios que les siempre han soportado—estando hombro con hombro con los pobres y las masas oprimidas en su lucha para sus derechos. Su enfoque y récord constante merecen respeto y apoyo. Es el USP en que los oprimidos—sea los cingaleses, los tamiles o los musulmanes—deban tener confianza. La cuestión clave es si algunos de los otros candidatos estén dispuestos a defender los derechos de los trabajadores cingaleses y los pobres además de los derechos de las masas tamiles. Tal candidato combinaría la presentación en las elecciones con la movilización de un movimiento masivo para derrocar un gobierno capitalista chovinista cingalés.
Siritunga Jayasuriya, el candidato presidencial del USP, ayudó a convocar la campaña “Déjense de Masacra los Tamiles,” que fue el predecesor de la campaña de Solidaridad Tamil.
Reivindicaciones
Ningunos de los partidos principales derechistas han salido con una verdadera solución política que hasta ahora concierne la cuestión nacional. Todo lo que hablan es del “Enmienda 13” que fue forzado sobre Sri Lanka durante la intervención del ejército indio hace 20 años. Esta enmienda no provee ninguna solución real menos que un cambio menor en la constitución. No se tratan de contrarrestar nada en absoluto la propaganda comunalista, en cambio los principales candidatos presidenciales quieren unirse detrás de ella.
El candidato del USP, Siritunga Jayasuriya, consiguió el tercer puesto en las elecciones presidenciales del 2005. A medida que los resultados fueron anunciados, Jayasuriya advirtió a Rajapaksa para no intensificar la guerra o desencadenar las fuerzas comunalistas cingalesas. Pero el presidente actual ha dado rienda suelta a los horrores del nacionalismo y a la militarización de la sociedad que ahora han alcanzado a una cumbre de todos los tiempos. Se usan la guerra para justificar los ataques en contra de los derechos democráticos. Esto ha allanado el camino para Rajapaksa para establecer una dictadura con una chapa de democracia. Ahora estas elecciones fueron precipitadas para legitimar la continuación de la represión estatal y las políticas en contra de los trabajadores.
Ningunos de los principales candidatos ofrecen una salida para las masas trabajadoras y pobres. Ofrecen la elección de la muerte por machete o muerte por hacha. General Sarath Fonseka mandó el ofensivo militar, masacrando la minoría inocente tamil y trabajó estrechamente con el gobierno actual en todos los ataques en contra de las voces de desacuerdo y en aplastando los derechos democráticos. En una impresionante muestra de hipocresía, Fonseka ahora acusa el gobierno de la corrupción y de negar los derechos democráticos. Ambos Rajapaksa y Fonseka suprimieron los derechos democráticos y empujaron a los trabajadores y pobres a la destitución. Ambos están usando técnicas taimadas para ganar las próximas elecciones y no han demostrado ningunas señas de cambiar sus políticas después de las elecciones.
Unas elecciones tan trucadas no es la democracia. Una llamada para la abolición de la presidencia ejecutiva no es suficiente. Pero representa una admisión por la clase dirigente de sus fracasos en la administración equitativa de la sociedad. Se necesita urgentemente una alternativa. Tenemos que unirse para hacer una campaña a favor de los derechos democráticos básicos, incluyendo los derechos de los tamiles para la autodeterminación.
Por este fin, el USP arguye que una asamblea constituyente sea convocada democráticamente, basada en un movimiento masivo de los trabajadores tamiles, cingaleses, musulmanes y del norte y los otros trabajadores y pobres para preparar una manera para su participación en su propio futuro. Solo esto puede crear las condiciones para implementar una democracia genuina. Permitirá la discusión y preparación de un programa con que se podrá luchar por una transformación socialista de la sociedad para el bien de todos.
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