Hacia una nueva huelga general
Un año después de huelga general
Apenas un año después de la huelga general que sacudió a Guadalupe en 2009, exigiendo el fin de "pwofitasyon" (significado de la palabra creole "la especulación"), los problemas de la isla están lejos de resolverse, y una nueva huelga general se está desarrollando. El Estado está tratando de revertir los acuerdos alcanzados en la final de la controversia, que se firmaron en abril de 2009, y está apoyando a la clase de los explotadores más que nunca. La lucha de los trabajadores en Guadalupe no ha disminuido, especialmente a través del colectivo de organizaciones, la "LKP (Liga contra la especulación), para obligar a la aplicación de estos "acuerdos Bino (Bino es el nombre del sindicalista asesinado accidentalmente durante la huelga). Tenemos que reconocer que siguen sin resolverse las principales preocupaciones que llevaron al desarrollo del movimiento. Por lo tanto, ahora más que nunca, es necesario que la lucha de un nuevo paso adelante.
Las políticas capitalistas
Desde su nombramiento por el presidente francés, Sarkozy, como "ministro de las Antillas francesas, Marie Luce Penchart ha marcado el tono, afirmando que los precios del petróleo subirán una vez más , 22 centavos el litro, para compensar las " pérdidas " de SARA ( Sociedad de la Refinería de las Antillas, filial de Total), que ya había recibido 44 millones de € del Estado francés en julio pasado, a lo quehay que añadir ahora 50 millones de €. Nadie a nivel estatal ha sido capaz de dar una explicación seria de los orígenes de estas supuestas pérdidas, porque el Estado se hace cargo de todas las inversiones de esta empresa y ha aceptado todas las subidas de precios que ha pedido desde su creación. Es esta condición especial que ha llevado a SARA a ser la más rentable empresa petrolera francesa. Sus márgenes de beneficio para la distribución de la gasolina han aumentado en un 44% entre 2001 y 2008. Es una verdadera provocación por parte del Estado exigir que los beneficios de la SARA sean pagados por los trabajadores (de Guadalupe, así como de Francia). Después de un aumento de precio de € 0,06 (por litro) en septiembre, una nueva alza de € 0,04 se puso en marcha a principios de enero. El LKP había advertido que llamaría a una nueva huelga general si se implementan los acuerdos. A esto hay que añadir el hecho de que los precios, lejos de caer, en realidad han aumentado, y que el Estado ha cambiado los métodos de cálculo para el aumento salarial acordado de 200 € para los trabajadores peor pagados, que sólo alienta a los patrones, que todavía se niegan de aplicar los acuerdos. Todos los ingredientes están presentes para un nuevo conflicto.
Organizar para ganar
Desde el final de la huelga, el LKP ha pasado mucho tiempo reuniendose con los diferentes representantes de las comunidades locales, las regiones y el departamento, pero sin lograr ningún avance realmente nuevo. Pero los trabajadores han demostrado que no están dispuestos a dejarse engañar, como se refleja en la importante participación en diferentes reuniones y manifestaciones y la continuación de las huelgas locales para impulsar los acuerdos que deben concretarse, y organizarse contra la represión de los patronos. Frente a esta actitud arrogante y provocadora del Estado y los patronos, el tiempo para las negociaciones ha terminado.
Para establecer un equilibrio de fuerzas capaz de hacer ceder al Estado y los patronos, es necesario fortalecer la organización de la lucha desde abajo. Además de las numerosas reuniones locales, deben organizarse las Asambleas Generales, a fin de permitir a los trabajadores a discutir la estrategia de la lucha y los problemas políticos planteados por una huelga general. El desarrollo de la LKP en zonas locales y en los lugares de trabajo podría permitir a los trabajadores a participar en el movimiento con el fin de controlar su propia lucha, y para elegir una dirección para el movimiento, responsable ante la clase obrera. Sobre la base de los comités locales democráticas, una organización independiente de los trabajadores podría nacer y sentar las bases para la lucha para pasar de lo social a la escena política.
La falta de estructuras democráticas en el LKP, basadas en la participación máxima de los trabajadores y la juventud, está dejando a los trabajadores un papel pasivo y se corre el riesgo de orientar la estrategia de la lucha hacia los intereses de los empresarios y pequeños comerciantes, en detrimento de la clase obrera. Por otra parte, se corre el riesgo de debilitar la lucha.
De la revuelta a la revolución
Obviamente podemos ver que nada de valor se puede esperar del Estado francés, ni de sus representantes en Guadalupe, incluido el PS. Sarkozy, en sus propuestas de 'departamentos' de "Indias Occidentales Francesas" pretende dar un papel más activo para los representantes electos locales con el fin de silenciarlos, con su participación en varias comisiones cuyo objetivo es acordar nuevos planes de ataque contra el nivel de vida. Este espejismo de una mayor autonomía "propuesto por Sarkozy, en un intento de mostrar que los ataques proceden de" dentro de Guadalupe ', con el fin de hacerlos más fáciles de "aceptar" a las masas, y para mantener a los representantes locales electos bajo la bota de la Estado, a fin de asegurar que las condiciones de los patronos para continuar con los negocios como de costumbre no se vean comprometidos.
La única fuerza capaz de organizar la producción local para satisfacer las necesidades sociales y económicas de todos es la clase obrera guadalupeño. Es sólo sacando los medios de explotación de las manos de los "Béké " (termino que se usa para describir la clase dominante guadalupeña) y los patronos, que la producción podría ser planificada para evitar el desperdicio y el sobreconsumo. Esto obliga a que los medios de producción sean puestos en la propiedad pública, y que el verdadero desarrollo industrial, sea adaptado a las necesidades de las personas. Es a través del control democrático de estos medios de producción, a través de comités democráticamente elegidos en los lugares de trabajo y comités comunitarios, que los trabajadores serían capaces de poner en práctica el famoso lema: "La Gwadloup se tan nou, la Gwadloup se pas ta yo!" ( " Guadalupe es la nuestra, no la tuya! "). En ese marco económico y social, relaciones de cooperación con las otras islas del Caribe se pueden desarrollar, en lugar de la competencia entre los trabajadores.
La lucha del pueblo guadalupeño por el control de su destino común podría ser victoriosa sólo sobre la base de una revolución socialista. Las herramientas para hacer esto posible en el futuro, debe comenzar a construirlas ahora. La lucha actual podría ser un nuevo paso hacia ese objetivo si estas perspectivas se discuten ampliamente en el movimiento.
El CIT pondrá pronto en marcha un blog dedicado a las luchas en el Caribe, para ayudar en la construcción de apoyo a las ideas socialistas en la región.
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