¡A por todas el 29 de septiembre contra los ataques a la clase obrera!
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El 29 de junio hubo una huelga general en Euskadi. La huelga se convocó como protesta contra la propuesta de un programa de austeridad por parte del gobierno del PSOE que incluye recortes en los salarios de los funcionarios, ataques a los derechos sobre pensiones y un retroceso en los derechos de los trabajadores. El PSOE quiere hacer más fácil a los patrones el despido de trabajadores, y recortar drásticamente los anteriores 45 días por año de indemnización por despido.
Éste es un ataque directo a la clase obrera española, y un desafío a los sindicatos y sus líderes. Cuando las propuestas fueron hechas públicas, hubo una gran conmoción y rabia entre los trabajadores debido a las negociaciones que los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, habían mantenido con el gobierno. Hubo inmediatos llamamientos a una huelga general, y CCOO y UGT se reunieron para acordar una fecha. Cuando ellos pusieron sobre la mesa el 29 de septiembre como fecha para una huelga general a nivel estatal, algunos trabajadores expresaron su decepción con la frase: “Es ahora o nunca”.
Mientras tanto, los principales sindicatos vascos, ELA y LAB, convocaron inmediatamente, y de manera correcta, una huelga general para el 29 de junio en Euskadi y Navarra. Normalmente, no hay cooperación entre los sindicatos vascos y los del resto del estado español, pero CCOO (Comisiones Obreras) celebró un rápido e intenso debate en todas sus secciones locales de Euskadi, y votaron en un 91% a favor de apoyar la huelga.
A pesar de las diferencias políticas entre los sindicatos vascos y españoles, este hecho debe ser visto como un paso adelante para la clase obrera, que está entrando en un periodo de lucha contra ataques sin precedentes contra los trabajadores de todos los sectores y nacionalidades.
Sin embargo, existen aún desacuerdos políticos fundamentales dentro de los sindicatos en el País Vasco y confusión acerca del mejor camino a seguir.
Algunas de estas diferencias salieron a la luz en una reunión previa a la huelga de los trabajadores de la educación en Gasteiz (Vitoria). Los activistas más mayores, que empezaron sus intervenciones indicando que ellos eran “nacionalistas anti-vascos”, preguntaron por qué estábamos apoyando la huelga. Otros dijeron que habría poco apoyo a la huelga en sus centros de trabajo. Los dirigentes de CCOO argumentaron que era una cuestión de orgullo dar una respuesta a Zapatero, y que sería equivocado “permitir que los sindicatos vascos tomen la iniciativa”.
Sin embargo, otra intervención en la reunión, que subrayó la importancia de una acción unitaria en Euskadi a pesar de nuestras diferencias, fue bien recibida, al igual que los argumentos que destacaron que éste no era más que el principio de la lucha.
El 29 de junio, al igual que en todas las huelgas, hubo una batalla de estadísticas. El gobierno vasco y las asociaciones de empresarios defendieron que había sido un fracaso, mientras que los sindicatos la vieron como un éxito.
La huelga no tuvo un sólido seguimiento del 100% (los organizadores más tarde proclamaron un 80% de participación) pero sirvió como una muestra de la fuerza de los sindicatos y una advertencia de que los trabajadores están dispuestos para la lucha.
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La huelga fue algo menos exitosa en el sector público, principalmente porque los funcionarios ya habían tenido dos huelgas recientemente, y podía haber un sentimiento de que ellos ya habían perdido, ya que el gobierno les había quitado un 5% de sus bolsillos al final del mes anterior.
Había piquetes desde bien temprano en la mañana del 29 de junio en todas las capitales vascas, Gasteiz, Bilbao y Donosti (San Sebastián). La huelga tuvo en realidad más seguimiento entre los trabajadores industriales y del transporte, que muestra que los sectores tradicionalmente más militantes de la clase obrera vasca están pasando a la acción. Incluso el gobierno tuvo que admitir que el consumo de energía en la industria bajó un 31% el día de la huelga.
Como es habitual, la prensa intentó jugar la carta de la “violencia” al hablar sobre la huelga, pero para una acción de tales proporciones, hubo muy pocos incidentes. Solamente 3 personas fueron detenidas, aunque la Ertzaintza (policía vasca) usó mano dura y se mostró desafiante. Hubo cacheos contra la pared de piquetes en Bilbao, y cargaron contra algunas líneas de piquetes. En Gasteiz, golpearon y arrestaron a un activista de CCOO de muchos años. Esto causó mucha ira en contra de la Ertzaintza.
¡A por todas el 29 de septiembre!
El apoyo de CCOO a la huelga general ha sido completamente positivo y debe ser tenido en cuenta para el futuro.
La manifestación de Gasteiz fue numerosa y animada, y los trabadores vinieron acompañados de sus familias para la protesta
Pero, desafortunadamente, solamente en Gasteiz hubo ya 3 manifestaciones separadas. Hubo un momento en que las manifestaciones de la CGT (organización anarco-sindicalista) pasó cerca de la de CCOO, y hubo muy poco o nada de muto reconocimiento.
Al igual que el resto de las manifestaciones convocadas en el País Vasco por los sindicatos vascos ELA y LAB, la de Vitoria fue varias veces mayor que la convocada por CCOO, más militante, y compuestas principalmente por participantes más jóvenes.
La huelga general de Euskadi, es el primer azote de una batalla para derrotar a las políticas anti-obreras del PSOE. Nuestra próxima huelga general será a nivel de todo el estado español el 29 de septiembre. El CIT está trabajando para juntar activistas que quieren un programa socialista combativo que pueda vencer a estos ataques. ¡Sigue esta página Web para más información!
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