Fin a la represión contra la población de Haití.
La prepotencia y brutalidad de las tropas de ocupación que hoy están en Haití bajo el paraguas de la ONU (cascos azules) ha llevado a que la mayoría de la población pobre de Haití considere a los cascos azules sus enemigos, esto es lo que ha llevado a rebelarse a los haitianos contra estas fuerzas de ocupación en su país.
Hasta ahora como mínimo ya hay tres muertos a raíz de la represión de las tropas que están bajo el paraguas de la ONU y uno de ellos murió a manos de un soldado chileno y por supuesto el Estado Mayor Conjunto afirmó que efectivo actuó en “legitima defensa”, estas excusas las escuchamos muchas veces bajo la dictadura de Pinochet, aparentemente parece que el ejército chileno no quiere perder la “practica” en la represión y en lo de la legitima defensa.
Esta claro que el surgimiento de la rebelión haitiana no es algo espontaneo, sino que es efecto de un largo proceso de atropellos en contra de sus derechos más básicos de la población más pobre de Haití, por esto es que los trabajadores chilenos deben exigir el retiro inmediato de las tropas chilenas y de todos las tropas de los otros países que hoy están reprimiendo al pueblo haitiano.
Condenamos enérgicamente los asesinatos realizados por los cascos azules.
En teoría las tropas de la ONU, estarían en una “misión de paz”, pero parece que es la paz de los cementerios para el pueblo pobre de Haití, no tenemos más alternativa que condenar enérgicamente la represión y los asesinatos que hoy están perpetrando las tropas de paz de Naciones Unidas.
Enormes cantidades de dinero hoy se están gastando para mantener a los cascos azules en Haití, en vez de botar estos recursos en balas y tanques, se deberían estar destinando a mejorar las miserables condiciones de vida en que esta sumida la mayoría de la población.
El principal problema de Haití es la miseria y las deplorables condiciones de vida que tienen que soportar y que ha llevado a que se desarrolle un brote de cólera en el país, que ya ha cobrado la vida de más de mil haitianos, cifras que se están elevando rápidamente, hasta ahora todavía no se descubre que las balas o las bombas lacrimógenas, sean una cura para el cólera.
Fin a la represión contra la población de Haití.
Fuera los cascos azules de Haití.
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