Es hora de defender nuestros derechos y niveles de vida
Tras dos décadas de la supuesta vuelta a la democracia, después de cuatro gobiernos de la Concertación y el regreso de los funcionarios de Pinochet a La Moneda, los trabajadores seguimos casi tan mal como bajo la dictadura; con salarios miserables, cada vez más endeudados, inestabilidad laboral, largas jornadas de trabajo, mala educación y salud, privatizaciones masivas, etc.
Concertación o derecha da lo mismo, todos son legítimos herederos del modelo económico y social impuesto bajo la dictadura; la Constitución del 80, el capitalismo neoliberal, el sistema electoral binominal, las leyes laborales de la dictadura. Después de 20 años de supuesta democracia se siguen manteniendo todas las leyes que les sirven a los empresarios para seguir manteniendo bajo el yugo de la explotación y el endeudamiento a los trabajadores y pobres de este país.
Los trabajadores que alguna vez tuvieron ilusiones de que las cosas iban a cambiar con la llegada de la Concertación al poder después de los oscuros años de la dictadura, se equivocaron medio a medio, después de cuatro gobiernos de este conglomerado, terminamos con el mismo sistema de injusticias más profundizado y legitimado.
La desilusión fue lo que finalmente llevo a un sector de la población a votar por la derecha, dándole el voto finalmente a Sebastián Piñera, aunque debemos recordar que solamente un 28% fue el que finalmente voto por la derecha, lo hizo por rechazo y por la bronca que ya le producían las políticas y los personeros de la Concertación, un apoyo de ese tipo no da para 20 años más de quietud social.
Los trabajadores no podemos esperar nada de la derecha
Esta claro que los trabajadores no podemos esperar nada de un gobierno de los empresarios, Derecha o Concertación son dos caras de una misma moneda, unos dictaron las leyes al alero de la dictadura y los otros las legitimaron y aplicaron bajo la “democracia” ¿Cual es más culpable?
La Concertación cogobernó con la derecha, y los empresarios – con la llamada ‘política de los acuerdos’ – y junto con ellos llevo a cabo un ataque brutal a los niveles de vida de los trabajadores y sus familias, con la privatización de la salud y la educación, y el grueso del cobre chileno, cerrándole el futuro a las nuevas generaciones.
Ahora están en el gobierno los empresarios y supuestamente la Concertación es la “oposición” ¿Oposición a qué? Como podrían oponerse a las mismas políticas que ellos llevaron a cabo durante sus cuatro gobiernos. La Concertación no puede ser oposición, porque no tienen una política distinta a los empresarios que hoy están el gobierno.
La actual crisis capitalista y el movimiento de los trabajadores
El sistema capitalista a nivel mundial esta en la peor crisis de su historia, desde la Gran Depresión de 1929. Han pasado más de tres años desde el estallido de la crisis y la clase dominante aún no encuentra la salida.
Esta crisis ha arrastrado a cientos de millones a la miseria y ha provocado enormes luchas sociales que ahora se han extendido por Europa, con masivas huelgas generales en Grecia, España y Francia – las mayores en las últimas décadas – en contra de los brutales recortes sociales, que cargan sobre los hombros de los trabajadores el costo de la crisis.
Por su parte algunos países de América Latina y especialmente Chile, han gozado de cierta estabilidad debido a los altos precios de sus exportaciones de materias primas, debido a la creciente demanda de la economía China que ha actuado, por ahora, como la principal locomotora del capitalismo mundial.
Esto ha dado un cierto margen de maniobra a Piñera y a la clase capitalista chilena, permitiéndole impulsar medidas de corte populista, con bonos y subsidios a los sectores más pobres de la población, especialmente golpeados por el terremoto de febrero.
Pero a pesar de esta situación de “estabilidad”, el gobierno de Piñera y la clase capitalista tienen que seguir con los ataques contra la clase trabajadora, desmantelando lo poco que aún queda en manos del estado. Esto es lo que se busca con las políticas que se están implementando en salud, educación y minería, por ejemplo.
Solo los trabajadores pueden frenar los ataques de los empresarios
Esta claro que los trabajadores no podemos seguir de meros espectadores del show que levantan la derecha y la Concertación. Llego la hora de que los trabajadores pasemos a la ofensiva para defender nuestros derechos más básicos que hoy están siendo pisoteados por el gobierno, los empresarios y la derecha, que son una misma cosa.
La rabia acumulada por los trabajadores ya se deja sentir en muchos sectores y esta encierra un potencial de lucha que ya hemos visto en varios conflictos aislados de diferentes capaz de trabajadores (trabajadores de Farmacias Ahumada, los trabajadores despedidos de los programa de emergencia del gobierno, Collahuasi,……). Pero las luchas aisladas nos están conduciendo a un callejón sin salida, debemos rescatar las tradiciones de la clase trabajadora.
Los trabajadores estamos cansados de los salarios miserables, de las deudas que crecen a un ritmo vertiginoso cada día, de las dificultades para pagar la educación de nuestros hijos, la mala atención de salud, el maldito Transantiago e incluso ahora último por el manejo asqueroso que están haciendo los empresarios con el fútbol.
Es hora de defender nuestros derechos y niveles de vida
Es necesario rescatar una de las principales armas que tienen los trabajadores, esto tiene que ver con la necesidad de coordinar nuestras luchas, no podemos olvidar que la unidad hace la fuerza y que debemos rescatar la necesidad de ser solidarios entre los explotados, cada vez que un trabajador es abusado o cada vez que una huelga es derrotada, todos los trabajadores somos derrotados, cuando golpean a uno, nos golpean a todos.
Los trabajadores de farmacias Ahumada, no solo fueron atacados por los dueños de esa empresa, sino que por todos los empresarios, por los dueños de los medios de comunicación y los empresarios que están en el gobierno, que silenciaron su huelga. Los poderosos cuentan con sólidas organizaciones de empresarios y ellos si defienden sus intereses coordinadamente, solo falta que los trabajadores actuemos de la misma manera, nunca más solo o aislados.
Es necesario organizar una Huelga General de todos los trabajadores
Esta claro que no es suficiente con hacer un llamado y ponerle una fecha a un paro o Huelga General, lo que necesitamos es un trabajo previo para convencer a los trabajadores que a pesar de toda su bronca, todavía tienen dudas de dar un paso de esta envergadura.
Necesitamos levantar una coordinadora pro-huelga que integren todos los sindicatos genuinos y otras organizaciones sociales y políticas, que no tengan dudas de la necesidad de una lucha de este tipo y que estén dispuestos a salir a convencer al resto de los sindicatos y trabajadores, explicando la necesidad de que se integren a esta campaña.
Es necesario discutir democráticamente desde la base, para elaborar un programa y plan reivindicativo y de lucha, llamando a foros, asambleas y manifestaciones públicas como un paso previo al Paro General, hay que jugársela a fondo para que la Huelga General sea realmente exitosa, y en el proceso dar un paso adelante importante para reconstruir las organizaciones de la clase trabajadora.
La organización desde la base es fundamental
Por otro lado se hace fundamental crear comités pro-paro en todos los lugares de trabajo, centros de estudiantes, en las poblaciones y todas las organizaciones vivas de la clase trabajadora y trabajar coordinadamente a nivel comunal o zonal. Las organizaciones comunales y zonales deben organizarse a nivel metropolitano y en todas las regiones del país.
Es necesario además elaborar hojas explicativas del porque y como organizar una Huelga General, es necesario poner mesas afuera de las fabricas, mall, supermercados y todos los lugares de trabajo, las hojas deben servir de guías de como organizarse en comités pro-paro y para clarificar cuales son los pasos inmediatos que cada trabajador debe seguir para defender sus derechos.
Los gobiernos de la Concertación y ahora el de Piñera más claramente continúan defendiendo los intereses de los dueños de este país, al igual que lo hizo la dictadura. Es una verdadera utopía esperar soluciones del actual gobierno como ya está quedando demostrado.
Necesitamos barrer con las actuales estructuras, con las leyes de los patrones, como la actual ley laboral, los salarios miserables, la usura de la banca, necesitamos terminar con los comisiones de “expertos”, no podemos permitir que se sigan discutiendo las leyes a espaldas de los trabajadores y que los acuerdos se tomen entre las cúpulas y los grupos de poder, donde los asalariados salimos siempre perjudicados. Nuestras principales demandas deben apuntar a un salario mínimo de 350 mil pesos mensuales, poner fin a las deudas que han sido aumentadas artificialmente por la usura de los bancos, poner fin al código laboral que hoy nos impide defender nuestros derechos.
Es necesario construir una alternativa de los trabajadores
La clase trabajadora, está compuesta por los millones de familias que tienen la fuerza de trabajo como único medio para sobrevivir, es la amplia mayoría de la sociedad, y la que crea la riqueza. Es necesario organizar a estos millones de personas en tanto productores, vecinos, deudores, usuarios y consumidores. Necesitamos reconstruir una conciencia global de clase, que englobe y supere las identidades parciales, la propaganda y preparación de la Huelga General constituyen un espacio privilegiado para ello.
La primera tarea que tenemos hoy es reconstruir el movimiento sindical, es necesario levantar un movimiento sindical que tenga prestigio y credibilidad de cara a los trabajadores, algo de lo que carecemos en este momento, la CUT hace rato que no representa los intereses de los trabajadores, solo representa las políticas de los partidos de los que son parte los dirigentes.
La reconstrucción del movimiento sindical debe hacerse por la base y esto requiere un trabajo de hormiga y una campaña por una Huelga General nos abre grandes posibilidades para este trabajo.
Junto con la reconstrucción del movimiento sindical, debemos plantearnos la necesidad de construir una nueva organización revolucionaria de clase, un partido de los trabajadores que realmente nos represente y que no transe en la defensa de nuestros derechos. Los antiguos partidos tradicionales de la clase trabajadora (PS y PC) han renunciado, claramente, a la lucha por la transformación revolucionaria de la sociedad. El PS apoyando las políticas neoliberales desde los gobiernos de la Concertación y el PC entrando al parlamento a través de alianzas con esta última. Estos partidos, han abandonado sus principios históricos y ya no son una alternativa genuina para los trabajadores.
Es necesario además discutir bajo que tipo de sistema económico queremos vivir. No podemos permitir que el sistema capitalista siga globalizando la miseria, en Chile y el mundo. No podemos renunciar a la necesidad de plantearnos la construcción de una sociedad más justa, sustentable, solidaria y democrática, con igualdad para todos, terminando con los privilegios de los ricos, esto solo puede garantizarse si la sociedad esta gestionada y controlada por los trabajadores.
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