Estrategia y lecciones para la lucha
El año 2011 será recordado como un año de levantamientos y revoluciones alrededor del mundo. Se está poniendo en práctica muchos métodos de luchas y tácticas. Algunos son antiguos y algunos modernos. El llamamiento por una Huelga General se está convirtiendo en una característica presente en muchos países. En Oakland, en Estados Unidos, el movimiento “Occupy” hizo un llamamiento por una Huelga General y aunque no se consiguiera una huelga general completa, éste fue un eslogan muy exitoso para el movimiento. En Gran Bretaña, el 30 de noviembre habrá una huelga general del sector público que será en todo, excepto en el nombre, la mayor (y la primera) desde 1926. En Egipto, fue la amenaza de acción generalizada de la clase trabajadora la que acabó con Mubarak. En Grecia hemos visto 13 huelgas generales este año, incluyendo dos huelgas generales de 48 horas. Hubo también huelgas generales recientemente en Portugal, Italia, Chile y Bolivia.
Históricamente, la Huelga General ha sido utilizada para derrocar gobiernos, y puede ser un evento clave en las revoluciones. Por ejemplo, el mayo del 68 francés, que tomó un carácter político y puso en pie la perspectiva de un cambio revolucionario cuando una huelga general de un mes de duración paralizó el país, guarda muchas lecciones para la actualidad.
En este periodo, muchas de las huelgas generales hasta ahora han tomado un carácter defensivo, contra la austeridad, etc. Pero pronto, con el movimiento de los indignados y los movimientos de ocupación, las próximas huelgas generales podrían tomar un rostro más político y un carácter anti-capitalista, al menos en parte. Esto será absolutamente necesario y los activistas deben luchar por esto, ya que la lucha contra la austeridad solamente puede tener éxito si se vincula con la lucha por una alternativa contra los recortes y los ataques a los trabajadores.
La estrategia y cómo utilizar la demanda de una huelga general
Es importante no plantear demandas prematuras, como la de una huelga general indefinida inmediata, sin ligar estas demandas con el estado actual del movimiento y la conciencia de los trabajadores. Un enfoque como éste puede ahuyentar a la mayoría de los trabajadores de la idea y puede ser auto-destructivo. No vamos a ganar trabajadores a ninguna lucha a no ser que esté ligada a las condiciones objetivas y que sea realista sobre el balance de fuerzas. A través de la demanda de huelgas generales, como una forma de usar nuestra fuerza colectiva, el movimiento de los trabajadores y la izquierda puede conseguir una posición estratégica contra la clase dirigente y, aún más importante, elevar la conciencia de toda la clase trabajadora de su poder.
Las lecciones de Grecia
Como hemos visto en Grecia, un día de huelga general no es suficiente para conseguir un cambio en la actual crisis del capitalismo. En Grecia ya ha habido dos huelgas generales de 48 horas pero ni esto ha logrado parar los odiados planes de austeridad. En Grecia ahora se está planteando la cuestión de escalar aún más las acciones, con huelgas generales de 3, 4 días, e incluso la posibilidad de una huelga general indefinida planteada por parte de activistas combativos, incluyendo Xekinima (CIT en Grecia). En realidad, el llamamiento por una Huelga General indefinida es una demanda que pone sobre la mesa la cuestión de quién dirige el país, y es algo que no debe ser tomado a la ligera o sin planes y previsiones correctas. Un problema crucial, que comparten Grecia y España, es la falta de una alternativa socialista clara para romper la dictadura de los mercados, y la falta de organizaciones de masas para llevar a cabo una huelga indefinida para derrocar el gobierno e implementar este plan. Se necesita urgentemente la construcción de una organización como ésta.
Situación actual en el estado español
En el estado español no nos encontramos en la misma etapa que en Grecia, pero podríamos enfrentarnos a cuestiones similares en un futuro cercano. Existe una necesidad por una jornada de huelga general, ya que la siguiente etapa en la lucha es la unir el movimiento y sacudir el sistema. Esto necesita estar vinculado con una estrategia amplia, de más huelgas y de mayor duración para derrotar definitivamente los ataques contra los trabajadores y conseguir una alternativa política. Cualquier huelga general no puede ser un golpe aislado que sirva para soltar tensiones, que ha sido la estrategia de la actual burocracia sindical. Si tenemos éxito en ganar una huelga general de 24 horas, después será necesario escalarla y extenderla con otra huelga de 24 horas o de 48 horas, y después posiblemente más acciones, si existe la disposición y el liderazgo necesarios.
Lecciones de la huelga general del 29 de septiembre
La huelga general del 29S fue una muestra significativa del poder potencial de la clase trabajadora, pero los líderes burocráticos de CCOO y UGT no tenían realmente la intención de continuar con la lucha. Finalmente, desmovilizaron el movimiento hacia la derrota, traicionando a los trabajadores en una serie de pactos sobre pensiones, reforma laboral, etc.
La táctica de una huelga simbólica para liberar la rabia ha sido usada repetidamente por las burocracias dentro de los sindicatos a través del sur de Europa. En el periodo post-Transición de pactos sociales y concesiones sindicales basadas en el crecimiento del capitalismo, los líderes fueron capaces de salirse con la suya y proseguir con estos métodos, pero este periodo se ha terminado. Los únicos que no lo reconocen son las propias cúpulas osificadas de los sindicatos. Esta traición del 29S fue uno de los aspectos principales que conformaron la naturaleza del movimiento 15M y su frustración con los sindicatos y las organizaciones. La inyección del espíritu del 15M en los sindicatos es crucial para futuras huelgas generales.
Democracia real en los sindicatos y huelga general organizada desde las bases
No se puede prever exactamente cómo se desarrollará la siguiente huelga general, pero lo cierto es que la burocracia solo convocará una huelga general si se la obliga desde la base. Necesitamos movilizar todos los esfuerzos para conseguir que esto ocurra, pero no debemos quedarnos aquí. Las masas de trabajadores y jóvenes necesitan tomar posesión de cualquier futura huelga general.
Asambleas democráticas en los centros de trabajo, similares a las del 15 M, podrían vincularse por sectores y regiones, para planear la lucha contra los recortes, pero también para planificar, y después llevar a cabo, una huelga general. Estos comités podrían unirse también superando divisiones sindicales y regionales y unirse democráticamente con otras asambleas y grupos de estudiantes. Una nueva e importante característica, que actualmente no está presente en el 15M, sería una dirección para la coordinación a nivel regional y estatal, que responda ante las bases y revocable. No tener una dirección que responda a los acontecimientos puede ser contraproducente y permitir a los capitalistas tomar la iniciativa.
El día de una huelga general organizada de esta forma, se podrían organizar asambleas masivas para debatir y votar el camino a seguir, usando las mejores características del movimiento 15M. Podría aparecer el elemento de la huelga que tuvo lugar el año pasado en Francia, donde los trabajadores decidían cada día la dirección y la continuación de la huelga. Tomar posesión de la huelga de esta manera podría impulsar el movimiento y evitar que la conduzca la huelga hacia el fracaso. Además, este proceso podría andar una parte importante del camino hacia la transformación de los sindicatos existentes.
No debemos simplemente abandonar los sindicatos, a pesar de los líderes reticentes a luchar heredados del último periodo. En sus bases, estas son organizaciones masivas de la clase trabajadora: son nuestras. Son completamente diferentes a organizaciones como el PSOE. Los sindicatos actuales pueden ser una herramienta clave en la lucha para acabar con el capitalismo, no debemos ahora dejarlos en manos de pactistas. Debemos intentar, dónde sea posible, volverlos a ganar al lado de los trabajadores, como organizaciones combativas, reemplazando a los líderes existentes e introduciendo controles democráticos.
Desde Socialismo Revolucionario demandamos:
Una huelga general de 24 horas organizada y controlada democráticamente desde las bases como primer paso para luchar contra las medidas de austeridad, vinculada con una estrategia más amplia de protestas y acciones.
Creación en los centros de trabajo de asambleas de acción con participación de todos los sindicatos (pero no de sindicatos) con vinculaciones con todos los sectores para luchar contra las medidas de austeridad y organizar una Huelga General.
Apoyo al llamamiento del parlamentario europeo Paul Murphy (CIT en Irlanda) por una Huelga General Europea. Nuestra lucha es la lucha de Grecia y no nos van a dividir: trabajadores del mundo, uníos, somos la mayoría.
Democracia real en los sindicatos. Derrocamiento de los líderes burocráticos.
Construcción de una izquierda masiva, democrática y unida, con un programa combativo, incluyendo el no pago de la deuda de los banqueros, el rechazo de todos los recortes, responsabilidad democrática, no a los pactos con los partidos capitalistas, control y nacionalización democrática de los bancos por parte de los trabajadores.
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