Pulso Económico.
Un informe de la Reserva Federal de San Francisco, EEUU, ha advertido que la crisis de la deuda soberana en Europa pone a los bancos de Estados Unidos en riesgo de contagio financiero, y las medidas pro cíclicas de “austeridad” implementadas en Europa han llevado al continente europeo hacia una nueva recesión.
A comienzos de enero de 2012, un artículo del Financial Times sostenía “¿Qué depara el año 2012 para la economía mundial? Empezemos por observar la batería de países de alto ingreso. ¿Hay alguna razón para esperar recuperaciones sanas? No realmente. El resultado en la zona euro puede ser un desastre que se expanda alrededor del mundo. Incluso la recuperación de EEUU podría ser frágil. La sombra proyectada por los eventos anteriores a 2007 pasa lentamente. (…) Las informaciones más recientes sobre el crecimiento esperado este año están muy por debajo de las esperadas un año atrás. Esto es cierto especialmente para la zona euro, que se espera caiga en recesión. Se espera que las economía de Italia y España se contraigan, mientras que las expectativas de Francia y Alemania son que produzcan un crecimiento despreciable.”[1]
El director del FMI para el hemisferio occidental y ex ministro de Hacienda de Chile, Nicolas Eyzaguirre advirtió de los riesgos de la situación para América Latina: “Si la crisis financiera en Europa se agravase, el impacto sobre la estabilidad financieras de los bancos filiales de la zona del euro en América Latina podría ser mucho mayor. A pesar que estos bancos han tenido la precaución de financiar la mayor parte de sus actividades en América Latina con depósitos de residentes y en moneda local, es posible que generen una gran demanda por fondos en dólares, ya sea por una menor oferta de sus casas matrices o por un recorte de las líneas de crédito externa”, agregando que esta demanda podría provocar una disminución en el crédito a los países de América Latina, lo que en su opinión afectaría la confianza y la inversión privada. También advirtió que si los trastornos financieros se propagan a otros países, sin duda pensando en China que constituye el principal comprador de commodities al continente, los precios de las materias primas caerían “lo que sería una mezcla tóxica para el crecimiento y la estabilidad de América Latina”. Y después de dar un repaso a otros países concluye: “¿Recuperación? ¿Qué recuperación?[2]
La anterior advertencia de Nicolas Eyzaguirre, es de gran importancia para la economía chilena donde dos bancos cuya casa matriz está en España, el Santander y el BBVA son parte del oligopolio que controla el negocio de la banca en el país.
Europa está entrando en una nueva recesión.
Un mes y medio más tarde los hechos dan la razón al artículo de Martin Wolfe en el Financial Times, Europa está entrando en la segunda recesión en menos de tres años. Lo que señala de una parte la gravedad de la crisis económica, y los resultados agravados por la políticas recesivas de austeridad adoptadas por la Troika (FMI, UE y Banco Central Europeo)
De acuerdo con la institución de estadísticas europeas Eurostat, la producción industrial se redujo en diciembre respecto a noviembre en un 1.1%, es el cuarto mes consecutivo a la baja.
La situación de Grecia, no ha mejorado nada, de hecho ha empeorado si se mide por parámetros de su población, porque todos los paquetes de ayuda en realidad tienen como destinatarios los pagos a los bancos de Alemania y Francia. Las medidas exigidas por la Troika a Grecia, agravan la depresión en que se encuentra, reducen la base tributaria y por lo tanto empeoran el déficit fiscal, pero al mismo tiempo destruyen las conquistas sociales de la población, y en este sentido develan cual es el proyecto para Europa de las elites dominantes. Ahora la permanencia griega en la zona Euro, está en manos de las grandes potencias europeas, cuando el limón esté seco de tanto exprimirlo, la dejaran caer, asumiendo los costos de la salida. Pero para la población griega la situación es insostenible, el nivel de vida cae en picado, aumentan el desempleo, la descomposición social y la pobreza, sin los paquetes de ayuda no puede financiar su déficit ni pagar los intereses de la deuda que tiene el país. En realidad, no se otra alternativa que suspender pagos (el largamente anunciado default), pero con cese de pagos está claro que no podría emitir deuda porque nadie la compraría, así que el alivio para las arcas públicas de dejar de pagar intereses se uniría a la pesadilla de un déficit sin financiamiento. En una situación “normal”, la suspensión de pagos, permitiría a las autoridades económicas reequilibrar la situación mediante el recurso a la devaluación de la moneda propia, pero Grecia no tiene su propia moneda. El default seguramente irá acompañado de la salida de la zona Euro y la reintroducción de una moneda nacional en la peor de las situaciones, probablemente librada a una caída libre, si no obtiene algún respaldo exterior.
Grecia se verá obligada a reducir sus déficit fiscal, de hecho esto es lo que la Troika le está forzando a hacer, pero de una modo que deja caer todo el peso sobre la población modesta, mientras continúa la fuga de capitales al exterior. Pero hay un camino alternativo, junto con anunciar el cese de pagos, y la reintroducción de la moneda nacional, el gobierno helénico debería anunciar nacionalización de los bancos e instituciones financieras, y la intervención de todas las grandes empresas, para poner fin de inmediato a la fuga de capitales, y establecer un plan nacional económico de emergencia, de manera de estimular a la economía, a la vez que una repartición más equilibrada de los costos de la salida del desastre económico, por ejemplo la distribución más equitativa de las horas de trabajo disponibles entre la población trabajadora, con el objetivo inmediato de disminuir el desempleo y aumentar la demanda interna. Sin planificación, lo inevitable llegará igualmente pero con un lento desangramiento y destrucción de fuerzas productivas.
Sin embargo, Grecia es una pequeña economía en el contexto Europeo. Ahora después del colapso de Grecia, se está aproximando una hora parecida para Portugal, Hay otros países en problemas; Chipre, Irlanda, España e Italia. Portugal, Chipre e Irlanda todavía son economías relativamente pequeñas dentro de Europa. Pero no ocurre lo mismo con Italia y España que son la cuarta y quinta economía de la Unión Europea. En cuanto a Italia, ya se encuentra en recesión técnica, con dos trimestres de crecimiento negativo continuos, lo mismo ocurre con Holanda, Bélgica y la República Checa. Además otras cifras sociales son angustiosas, España, Italia y Portugal están experimentando desempleo de dos dígitos y entrando en recesión.
Alemania mostró un crecimiento del 3% el año 2011, sin embargo está mostrando señales recesivas. El PIB del cuarto trimestre se redujo 1.5% en relación con el mismo periodo el año 2010.
El PIB de Gran Bretaña – la segunda economía europea – sigue inferior al primer trimestre de 2008, mientras que los de Alemania, Francia, Bélgica y Holanda entre otros han recuperado los niveles previos a la Gran Recesión. Esto a pesar que el Reino Unido se ha embarcado en una política de estímulo monetario sin igual en Europa. Ahora el Banco Central Británico acaba de anunciar una inyección monetaria de 50.000 millones de Libras Esterlinas, que sigue a inyecciones previas por 275.000 millones de Libras, sin que la estrategia hasta ahora se muestre exitosa, y mientras el gobierno insiste en el ajuste fiscal.
El problema Español
Mientras los grandes medios de comunicación centraban su atención en las medidas adoptadas por el gobierno griego impuesto desde el exterior, y finalmente apoyadas por el parlamento. Es en otros países donde la crisis puede alcanzar nuevas cimas.
En particular España, calificada como el “Elefante de la habitación”. De acuerdo con una batería de análisis de equilibrios macroeconómicos de la Unión Europea, España ha sido mal evaluada en seis de los diez indicadores que se estudiaron.
Los equilibrios macroeconómicos están mal. En evolución del desempleo, muestra un aumento del 16.5% frente a un máximo permitido del 10%. Deuda del sector público de 61%, cuando el límite era 60%. Deuda del sector privado de 227% frente a un máximo de 160%. Mercado Exportador, la reducción permitida era de -6% y ha llegado a -11.6%. Posición neta de inversiones -89.5% frente a un 35% permitido. Balance por Cuenta Corriente, déficit de España es de -6.5%, cuando el rango permitido era de 4% a 6%.
España no el único país que ha tenido malos resultados en esta evaluación. En realidad ninguno de los 27 países de la Unión Europea tiene todos indicadores correctos. Grecia, Portugal y Rumania no se incluyeron en la evaluación, porque s situación como es sabido es tan mala que están en un programas de supervisión o asistencia financiera. Los otros que no pasaron los testeos macroeconómicos fueron: Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Hungria, Eslovenia, Suecia y Reino Unido.
La agencia calificadora Moody’s ha bajado el rating de España hasta A3, esto es dos escalones de golpe, también ha rebajado a Italia y Portugal. Además ha anunciado que está evaluando con perspectiva negativa a Francia, Austria y Gran Bretaña.
Los bancos españoles
El pasado 13 de febrero, las agencias de calificación Standard and Poor’s (S&P) y Fitch disminuyeron nuevamente sus calificaciones para los principales bancos españoles, advirtiendo la “estrecha relación entre los bancos y el riesgo soberano” (la deuda de los paises). Fitch bajó la nota del Santander de un (AA-) sobresaliente bajo a (A) notable. Al BBVA lo pasó de (A+) notable alto a (A) notable igualando al Santander. CaixaBank quedó en (A-) notable bajo y Bankia a (BBB+). Señaló además que de ellos solamente Bankia está estable, mientras que los otros están con perspectiva de evaluación negativa.
Por su parte, S&P rebajó su rating para 15 bancos españoles, advirtiendo además que 11 de los bancos evaluados están con perspectiva negativa.
La Banca española ha debido pedir ingentes cantidades prestadas al Banco Central Europeo, ante la desconfianza y sequía de los mercados privados. Durante el mes de enero de 2012, un tercio del total del dinero facilitado a los bancos europeos por el BCE fue para bancos españoles, muy por sobre el peso de estas instituciones en el conjunto de la banca europea. Así la prensa informó que “Los bancos que operan en España pidieron en enero al Banco Central Europeo (BCE) 133.177 millones de euros, cerca del triple de los 53.646 millones de enero de 2011 y el 37,3% del total solicitado por las entidades europeas ese mes.
Las cifras de enero representan la cantidad más alta desde que el Banco de España proporciona estos datos (enero de 1999) y vuelven a poner de manifiesto las dificultades de las entidades españolas para financiarse en el mercado interbancario.
En sólo un mes, las peticiones de la banca española al BCE han aumentado el 12%, desde los 118.861 millones que pidieron en diciembre de 2011.”[3]
En su calificación negativa Fitch explicó que el cambio de la nota se debió a que “la rentabilidad y la calidad de los activos en España continuarán afectados por un entorno económico débil”, como datos positivos destacó que “su exposición al riesgo inmobiliario es significativamente menor y, por otra parte el aporte de sus filiales latinoamericanas – Chile ntre esas – mitigan el impacto de la situación económica de la matriz.[4]
En una entrevista, Rafael Sarandeses, director de la Fundación de Estudios Financieros de España (FEF) sostuvo que para resolver sus problemas estructurales el sector bancario necesita, reestructurarse y concentrarse en un menor número de entidades. “Ya se ha iniciado realmente un movimiento en este sentido, y el sistema bancario español (bancos y cajas), tiene que sufrir una reconversión que ha comenzado, pero que tiene que conducir a un número de entidades menor, probablemente mas capitalizadas y mas grandes que sean competitivas pero que no tengan unos costos de dispersión particularmente altos como ha venido sucediendo”.
Cuando el periodista le pregunta si no se corre el riesgo de caer en España en problemas por la alta concentración bancaria como la existe en Chile. El experto le responde que “Estoy de acuerdo con la premisa, y desde luego el hecho de concentrar en sí mismo supone una dispersión menor de las posibilidades que se ofrecen al público y por lo tanto eso podría tener una connotación concentradora que llevase a regímenes de semimonopolio en el terreno económico, pero dadas las características del sistema financiero español, una reducción en su conjunto, es muy necesaria.”
Como se ve todo el discurso capitalista liberal sobre la eficiencia del libre mercado y la competencia, se echa fácilmente por la borda, a la hora de la prueba dura de los hechos. La cuestión que deberíamos volver a formular en la sociedad, es que en lugar de la concentración financiera privada de la riqueza, que ha exacerbado los desequilibrios, y es en gran parte directamente responsable de la creación de mercados y productos derivados y de futuros altamente especulativos, lo necesitamos en todas partes es un modelo de banca al servicio del desarrollo económico social, realmente responsable por la calidad y sustentabilidad de los proyectos que impulsa, sobre la base de la planificación, y el intereses de la sociedad en su conjunto.
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