Declaración Política del SR-CIT ante la reelección de Chávez y el avance consecuente de la derecha.
Es necesario profundizar los cambios y la organización social revolucionaria en defensa de los derechos conquistados y demandar más derechos y transformación concreta hacia el socialismo revolucionario y democrático.
El pasado 07 de octubre, se realizaron nuevas elecciones en Venezuela para elegir el presidente de la republica que tomará la dirección del estado para el periodo 2013-2019. En estas elecciones quedó como ganador el presidente Chávez, quien gano una tercera reelección y que de culminar los próximos 6 años tendrá 20 años en el poder. Será el presidente con el periodo más largo en el poder desde las dictaduras militares de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, con la diferencia fundamental, que Chávez lo ha logrado con un apoyo popular sostenido, durante estos últimos 14 años.
Esta es la quinta vez durante todo este proceso político, que se inicio en 1998, que Chávez se somete a una elección, para definir si se mantiene o no en el poder. Al mismo tiempo, muchas cosas han pasado durante estos 14 años; avances y retrocesos, hemos sido testigos los trabajadores a lo largo de todo este periodo.
Las reformas sociales y políticas, que no han sustituido al sistema capitalista, pero que le han permitido a una amplia mayoría del pueblo pobre y los trabajadores superar sus estados de miseria y pobreza crítica, que existía desde antes del 1998, más del 80% de población venezolana se mantenía en pobreza y 50% de esa mayoría estaba en situación crítica.
El avance en la politización de las luchas sociales, cuestionando no solo el sistema capitalista, si no que ahora progresivamente madura en su conciencia política de clase, criticando también a la burocracia chavista que ha secuestrado la dirección del proceso y progresivamente esta derechizando todos los pasos adelantes que la clase trabajadora junto con el pueblo pobre habían conquistados, como los consejos comunales, las nacionalizaciones parciales y las primeras experiencias de control obrero entre otras.
Son estas últimas contradicciones, donde hay un abismo entre la politización de la conciencia de las masas y de la burocracia chavista que controla el proceso, las que han provocado que una derecha sin nada que ofrecer resurja de sus cenizas y de las derrotas que el pueblo y los trabajadores le habían dado durante los eventos contra-revolucionarios del 2002-2004. Donde no solo quedaron desmoralizados un amplio sector social que les apoyaba, si no que entraron en un profunda crisis política, donde su archipiélago de partidos y grupos se dispersaron, a tal punto que durante el 2004-2009, el chavismo tuvo casi control total del parlamento nacional y de las gobernaciones y alcaldías.
Sin embargo, la obsesionada y absurda política reformista de la dirección burocrática del chavismo de cambiar para no cambiar nada; y de la ausencia hasta ahora, de un movimiento político organizado concientemente independiente de los trabajadores y el pueblo. Han permitido que la derecha durante el periodo 2008-2012, no solo haya recuperado espacios en el parlamento nacional e importantes gobernaciones y alcaldías, si no que estuvo amenazando las últimas semanas previas a la elección presidencial, de por vez primera, tener un triunfo directo sobre Chávez, lo que hubiera representando una catástrofe que aun hoy estuviéramos analizando y trabajando por recoger los vidrios del espejo roto.
Este resurgir de la derecha, se manifiesta en más de 2 millones de votos, mas que en términos electorales refleja, que no solo han superado su techo de4 a5 millones de votos, si no que también han logrado penetrar importantes sectores populares y de trabajadores, que hasta hace poco, aún con sus criticas, se mantenía en apoyo a Chávez y su proyecto político.
Al mismo tiempo, el chavismo gana una elección con el mismo sabor amargo de la elecciones parlamentarias del 2010, cuando electoralmente obtuvo un empate técnico con la derecha opositora y solo obtuvo mayoría en el parlamento nacional, gracias a una reforma electoral que ellos mismo impusieron, quizas previniendo una hipotética derrota, que hubiera complicado aún más el escenario de polarización y confrontación política entre chavismo y oposición.
Otra lectura de este evento electoral y que debemos ponerle atención los revolucionarios, es que la derecha a pesar de su heterogénea composición política ideológica y aunque todos empujan hacia el capitalismo-Neoliberal, lograron lo que hasta ahora carecían para enfrentar con más fuerzas a Chávez y al chavismo, un liderazgo nacional, que se constituye en su vocería oficial, y segundo una plataforma orgánica que juntos pero no revueltos, les permite presentarse electoralmente como una sola fuerza. Estos dos elementos serán muy significativos para el próximo periodo de lucha de clases, que ya está en proceso.
Por otra parte, el chavismo y particularmente Chávez, parece que esta llegando a su última oportunidad de impulsar una política verdaderamente revolucionaria, que inicie su proceso de ruptura definitiva con el capitalismo. Como mucho compañeros de base en la filas del chavismo, han manifestado, “esta es mi último voto a Chávez”… “… ya no podemos seguir esperando mas, o hace los cambios o tendremos que definitivamente buscar otras alternativas…”, “… pero también estamos entrampados, porque a la derecha no le podemos permitir que regrese…”. Son estas afirmaciones en las que creemos, que los revolucionarios deberíamos poner mayor atención y donde durante y después del 7-O, el SR orientará su política.
Primero, afirmamos: “Que votar por Chávez no era suficiente”, sino enfatizamos y luchamos por un verdadero programa socialista revolucionario y democrático, que no basta con votar que hay que luchar; y ahora decimos: “! Que no fue suficiente votar por Chávez ¡”, para frenar el avance de la derecha neoliberal.
Necesitamos organizarnos, de forma consciente e independiente del aparato burocrático del estado y luchar por un genuino programa político, que trasciendas las reformas sociales y acabe de una vez con las causa de la opresión y la pobreza, es decir, sustituir de una vez por todas el capitalismo e iniciar el desarrollo de una sociedad socialista democrática revolucionaria que reivindique los derechos fundaméntales de los seres humanos, por encima del capital, el lucro, la ganancia, la explotación y la opresión.
En este sentido, SR-CIT, mantiene la propuesta de lucha que planteábamos antes del 7-O y llamamos e invitamos, a todos los revolucionarios y revolucionarias, activistas sociales, políticos, dirigentes sindicales, comunitario, estudiantiles, a las organizaciones de base del movimiento popular revolucionario a encontrarnos en base a los intereses comunes, colectivos y profundizar, no solo el proceso de lucha por la defensa y conquistas de más derechos sociales, si no en construir el socialismo genuino y no esta farsa del socialismo del siglo 21.
Nuestra propuesta:
Organización del Estado
1. Por un estado nación federado, descentralizado bajo un política nacional planificada desde las comunidades organizadas del pueblo y l@s trabajador@s.
2. Control Obrero, genuino y democrático de los trabajadores y el pueblo organizado en las empresas e industrias nacionalizadas por el gobierno bolivariano.
3. Genuino poder popular, que los consejos comunales y las comunas sea órgano de poder y no apéndices de las instituciones burocráticas. Basta de burocratismo y corrupción. Que las Grandes Misiones Sociales y demás programas sociales, sean dirigidos y controlados por el Poder Popular y no por la Burocracia.
4. Nacionalización-Democratización genuina, del espacio radioeléctrico, y de las tecnologías de la comunicación, puesta bajo el control de los trabajadores y el pueblo organizado, que gocen de autonomía e independencia.
5. Democratización plena de los cuerpos de seguridad del estado, bajo control de las comunidades organizadas, que gocen de plenos derechos democráticos como la sindicalización y el derecho a la huelga. Que sus estructuras organizativas de mando se realicen bajo principio asamblearios de cada cuerpo de seguridad con mandos elegidos con carácter de revocación y sometidos al control social de las comunidades organizadas,
6. Derecho genuino a la autodeterminación de los pueblos originarios sin chantajes y manipulaciones, que se les respete su cultura y su propia cosmovisión de la vida.
7. Juicio público y popular a los corruptos, basta de impunidad
Económico
1. Nacionalización de la Banca y el sistema financiero nacional, bajo participación y control democrático de sus trabajadores y el pueblo organizado.
2. Nacionalización de los monopolios y oligopolios, como Empresas Polar, bajo la misma lógica de control democrático de sus trabajadores y el pueblo organizado.
3. Total control democrático de los trabajadores y el pueblo organizado sobre las riquezas naturales y energéticas que posee el país. Ninguna negociación ni concesión con potencia extranjera alguna debe ser legítima sin aprobación y conocimiento del pueblo.
4. Colectivización de la tierra, nacionalización de todo forma de latifundio y desarrollo de un plan nacional sustentables de industrialización del agro bajo el control de los trabajadores y el pueblo organizado.
5. Por una política de modernización-industrialización sustentable, diversas, que respete al medio ambiente y se base en una economía planificada desde las bases del pueblo y los trabajadores organizados, que diseñaran los planes de desarrollo según sus necesidades y no las del lucro y del gran capital.
Seguridad Social-Servicios Públicos-Derechos Democráticos
1. Por un plan nacional de seguridad social sin discriminación de ninguna clase, que incluya a los inmigrantes de pueblos hermanos que han escogido a Venezuela como su segundo hogar. No racismo, ni discriminaciones, igualdad y equidad en la ejecución y garantías de los derechos humanos.
2. Inclusión de toda persona mayor de 60años en el sistema nacional de pensiones y seguridad social y garantía de todos sus derechos sin mayores requisitos que su documento de identidad.
3. Plan nacional de urbanismo, viviendas, servicios públicos, planificadas bajo el control de las comunidades organizadas y sus trabajadores.
4. Aumento general de sueldo, bajo el esquema de una escala móvil sujeta a los cambios en los costos de las canastas básicas.
5. Pleno empleo, trabajos de calidad, sin tercerización y con respeto a los derechos democráticos fundamentales de los trabajadores. Esto significa: autonomía sindical, contrataciones colectivas, derechos a la huelga y participación directa en la gestión de las empresas, las industrias y servicios básicos.
6. Por un sistema público gratuito de calidad y eficiente, de transporte masivo, educación, recreación, cultura y salud. Que se financie de manera sustentable de las ganancias de la producción industrial y de la recaudación eficiente y democrática de impuestos justos. Bajo el principio de control social y popular de los trabajadores y el pueblo organizado.
Política Internacional
1. Contra el imperialismo, la guerra en todas sus formas; y cualquier régimen en el mundo que reprima al pueblos y l@s trabajador@s.
2. 20. Por un política internacional, alianza estratégica, etc., basada en el más estricto principio de la reciprocidad. Y deber ser con sus trabajadores y sus pueblos, no con el gran capital. Es contradictorio al principio de solidaridad internacional revolucionaria, apoyar, hacer alianzas con regímenes que oprimen, reprimen y explotan a sus pueblos y los trabajadores.
Esto es solo una parte de un profundo programa revolucionario, que pudiéramos desarrollar bajo un autentico gobierno democrático, revolucionario y socialista, donde el pueblo, y los trabajadores seamos los protagonistas y no solo votos.
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