Los trabajadores del sector público se ponen en huelga contra la acción violenta de la policía en Turquía- ¡Por una jornada de huelga general que desmantele al gobierno!
KESK, La Confederación de Sindicatos de Trabajadores del Sector Público, convoco dos jornadas de huelga general contra la violencia policial para el pasado día 4 de Junio y miércoles 5. Se espera que tambien acudan a la convocatoria acerca de cien mil manifestantes aunque la policía ha estado empleando gas lacrimógino contra ellos y han sido vítcimas de un ataque violento.
La brutalidad policial de los últimos días que se ha vivido en el parque Gezi y en la plaza Taksim de Estambul son reflejo de la arrogancia y la arbitrariedad policial del partido AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) en el gobierno. Cientos de personas han sufrido agresiones, algunas de ellas de carácter grave. Dos manifestantes han sido asesinados en el transcurso de las protestas.
La actuación de la policía en el Parque Gezi fue la llama que enció la mecha. Ahora el descontento, que ido creciendo durante años, se materializa. Las protestas no sólo se dan en Estambul sino que se han extendido a otras ciudades como Ankara, Inzmir y Bodrum. Se han regristrado un total de 67 manifestaciones a lo largo del país. Incluso se ha hablado de una posible división interna dentro del aparato de gobierno ya que miembros del ejército han repartido máscaras de gas y otros, por el contrario, dentro del cuerpo policial, se han mostrado a favor de los manifestantes.
Ha indicios suficientes para pensar que se está gestando un moviemiento social que se enfrente a la élite capitalista turca.
Estamos ante un punto de inflexión. El gobierno del AKP, que tiene que hacer frente una caída dramática en los índices de desarrollo económico este año y, ahora, también a un posible movimiento de masas. El ascenso al poder del AKP durante la última década se debe por diversos factores. Entre los cuales está la frustración de la población turca ante las poderosas fuerzas kemalistas, una feurte crisis económica en los primeros años del siglo XIX, la alienación de un gran número de personas ante la burocracia estatal y una larga lista de intervenciones militares en la vida política del pais, inlcuyendo varios golpes de estado sangrientos. El partido AKP se presentó como una alternativa a a las viejas estructuras de poder pero seguía una política “islamista moderada” de tinte populista. Sin embargo, los acontecimentos de los últimos días han sacudido los cimientos del AKP y de Erdogan.
Este moviemiento social en primer lugar se componía por los ya frustrados segmentos más bajos de la clase media turca. Pronto se les ha sumado los jóvenes de los barrios obreros más deprimidos. A ellos se les están sumando en las últimas horas lo que podemos denominar el movimiento de los trabajadores, todavía sin definir. Todo esto supone un indicador de que cada vez más sectores de la sociedad turca se dirigen a un acción conjunta. Podría tratarse incluso del presagio de una lucha de las masas mayor que conduzca a un situación (pre)revolucionaria. Comienzan a producirse escisiones en la cúpula del partido de Erdogan.
El movimiento turco y la valentía de los manifestantes tienen el apoyo de muchos jóvenes y trabajadores en todo el mundo. El creciente descontento social supone un reto y una clara oposición para el régimen turco conservador, un aliado de la OTAN que busca convertirse en un poder regional. Los logros de la Primavera Árabe (revueltas contra los dictadores y a favor de un cambio social) se ven amenzados por la pesadilla Siria que he desembocado en una guerra civil en la que los poderes locales e imperalistas están interferiendo en la zona creando una situación de indefensión para la población. El régimen turco de una forma cínica ha intervenido en el conflicto sitio tan pronto como le fue posible para sacar provecho. No obstante, la posibilidad de una “primavera turca” brinda la esperanza de revitalizar los movimientos de protesta por toda la zona, alentando una posible renovación de la lucha por los derechos democráticos al igual que la necesidad de un cambio que persiga los intereses de las clases obreras.
“Tayyip istifa” – “¡Erdogan dimisión!”
“¡Erdogan dimisión!” se ha convertido en el lema del movimiento. Sectores del CHP (Partido Republicano del Pueblo), la alternativa pro-capitalista al regimen, e incluso el partido fascista MHP han intentado dirigir el movimiento. Ahora el momento las facciones más radicales no han podido dominar el movimiento.
Sin embargo se ha de llevar a cabo un debate interno para dar un paso adelante. ¿Cómo se puede crear una fuerza política de masas que sirva los intereses de los trabajadores, de los jóvenes y de los pobres que permita derrocar el gobierno de Erdogan y ofrecer al mismo tiempo una alternativa? Dicho movimiento ha de alejarse de los intereses de la élite del CHP. Se necesita una nueva fuerza política que unifique a los trabajadores y los jóvenes. Se necesita llevar a cabo un programa político que luche por los derechos democráticos y por las mejores de las condiciones laborales, de la vivienda, por la subida de los salarios y la seguridad social; un programa socialista que no se achique ante los intereses de las élites capitalistas y las multinacionales.
¡Paremos la violación de los derechos del gobierno del AKP!
¡Basta ya! El gobierno ha violado reiteradamente los derechos democráticos de los turcos, los derechos de los trabajadores, los sindicatos y las minorías del país. La violencia en el parque Gezi ha sido sólo la punta del iceberg. Alrededor de 8,000 activistas de la izquierda y de los sindicatos, periodistas y políticos kurdos han sido encarcelados. Los medios de comunicación turcos -supuestamente siguiendo las órdenes de Erdogan- televisan programas de cocina mientras los turcos tratan de informarse de lo que está suciendo en su propio país en otros medios internaciones y a través de Internet.
Desde aquí reclamamos:
La puesta en libertad inmediata de todos los que han sido encarcelados durante las protestas y la libertad para todos los presos políticos.
Una comisión independiente formada por trabajadores elegidos democráticamente del movimiento que investige la represión policial y que lleve ante la justicia a los responsables de esta.
Todos los derechos democráticos incluídos el derechos de manifestación y el derecho a formar parte de sindicatos y partidos políticos.
La abolición de las leyes contra el terrorismo y de los tribunales especiales y de todas aquellas leyes represivas y reaccionarias impuestas por el AKP en los últimos años.
El final de la represión de los kurdos.
Sin ir más lejos, el gobierno está atacando a los trabajadores del sector público. Se están llevando a cabo planes de reducción de los salarios, de los puestos de trabajo y estabilidad laboral. El sindicato mayoritario de este sector, el KESK, había convocado una huelga en contra de estos recortes de derechos (sin fecha fijada) antes de que comenzara las protestas.
Al mismo tiempo, el gobierno de Erdogan está llevando a cabo privatizaciones a gran escala. La corrupción y el amiguismo, junto con el enriquecimiento de unos pocos, dominan la sociedad turca.
Pedimos:
¡No a los planes de remodelación del gobierno para el “desarrollo” de la Plaza Taksim
¡El fin de las privaticaciones -¡Por una renacionalización de las propiedades privadas antes públicas!
¡El incremento del salario mínimo para que la gente pueda cubrir sus necesidades!
¡El cese de los ataques a los funcionarios!
¡No a las políticas a favor de los intereses de los grandes bancos y las compañias!
‘Divide y vencerás’
Durante los últimos años Erdogan ha permitido que se enriquezcan las empresas internaciones y las personas de su círculo. Las políticas de privaticación y los ataques neo-liberales junto con al repressión de las protestas sólo persiguen el enriquecimiento de unos pocos. En respuesta, necesitamos una resistencia unida de los trabajadores, los jóvenes y los pobres.
Con el fin de poner en marcha estas políticas, el AKP trata de presentarse a sí mismo garante de los valores islámicos. Son medidas que buscan la división dentro de la sociedad, ya que se han extendido la venta ilegal de alcohol o la sanción a aquellos que se besan en público. Con estas medidas el AKP pretende ganarse el apoyo de las partes más conservadoras de la población. Sin embargo, se trata de encubrimiento de las políticas que de verdad le importan al gobierno de Edrogan.
Al abrir el debate sobre la construcción de una mezquita en la Plaza de Taksim, Erdogan intenta comenzar una provocación contral la población de orientación secular. Esto lleva consigo la polarización de la población a partir de la étnia y la religión. La semana pasada, se anunció la contrucción de un tercer puente en el Bósforo que llevará el nombre de Sultán Selim I, que ordenó el asesinato masivo de las minorias alevitas en Turquía hace 500 años. Se han de poner fin a tales provaciones del gobierno y a sus intentos por apropiarse las manifestaciones culturales y personales de la mayoría de los turcos.
Erdogan han realizado amenazas encubiertas a los estratos conservadores para sacarlos a la calle y enfrentarlos directamente con las protestantes. Pone el énfasis en su mayoría parlamentaria y considera que el AKP cuenta con un gran apoyo dentro de la sociedad turca. El movimiento de oposición tiene que propugnar por las políticas que mejoren la situación de las masas rurales y de la población urbana más desfavorecida para poner freno a los intentos del gobierno a la división social. Los trabajadores y los jóvenes han de mantenerse unidos ante los ataques neoliberales y frente a la lucha por un trabajo mejor pagado, una vivienda digna para todos y los derechos democráticos.
Tareas del movimiento de los trabajadores y la Izquierda
Los sindicatos y partidos de la izquiera, como el HDK (El Congreso Democrático del Pueblo, compuesto por partidos kurdos y grupos de izquierda), Halk Evleri (las Casas del Pueblo) entre otros, pueden contribuir, a todos los niveles, a que haya una participación masica en la próxima huelga de los jóvenes, los trabajadores y otros grupos sociales; se necesitan formar comisiones de asambleas abiertas en las industrias de los vecindarios para defender a la población de los ataques de la policía, para organizar la solidaridad para el éxito de la convocatoria, y para promover el debate político a todos los niveles. Reuniendo a los representantes de las asambleas locales, en las ciudades y las diferentes regiones, y a los representantes nacionales, se puede crear un movimiento democrático de pleno derecho que aune a todos los representantes. Este puede que sea la base para un gobierno de los trabajadores y los pobres
Basándonos en estos premisas, el movimiento no śolo puede conseguir el derrocamiento del gobierno de Erdogan sino que, también, puede luchar por convertirse en la alternativa a este y que realmente mire por los intereses de la clase trabajadora, los jóvenes y los trabajadores en general. Se necesita un partido de las masas paras las masas que siga un programa socialista.
Reclamamos:
El derrocamiento del gobierno del AKP -¡ Por un gobierno de los trabajadores y de los pobres!
El fin de la dictadura de las grandes empresas y de los políticos a su servicio.
La nacionalización de las compañías que dominan el sector económico bajo el control y la gestión de los trabajadores.
La lucha por un plan socialista democrático que organice y desarrolle la economía persiguiendo el interés de la mayoría de la población.
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