¡Unir nacionalmente las luchas contra el aumento de los billetes, por el derecho a casa y a la libertad de manifestación!
Por todo el país se manifiestan trabajadores y estudiantes y exigen el derecho a la ciudad.
Miles de personas toman las calles casi todos los días en varias capitales y grandes ciudades contra el aumento de los billetes de autobús, trenes y metro. En algunos municipios, como Porto Alegre, Natal, Goiânia y Teresina, la experiencia demuestra que mediante la lucha es posible derrotar a los gobiernos y obtener conquistas. En São Paulo, el movimiento crece con cada nueva manifestación a pesar de la represión y de las mentiras canalizadas a través de los principales medios de comunicación.
A partir del día 14 de junio, el Frente de Resistencia Urbana y los Comités Populares de la Copa intensificaron con fuerza la lucha contra los desplazamientos de residentes en beneficio de la especulación inmobiliaria y las obras de la Copa, así como contra el conjunto de ataques relacionados a los grandes eventos que se sucederán en el país en los próximos años.
En grandes capitales como São Paulo y Rio, la denuncia del genocidio de la juventud negra en las periferias también es parte de esa lucha por el derecho a la ciudad. Esta política urbana excluye a los trabajadores, la juventud y las mujeres de ejercer sus derechos. Los casos de violaciones en Rio de Janeiro aumentaron absurdamente. La violencia policial racista, la acción impune de los grupos de exterminio, la violencia contra la mujer, la criminalización de la pobreza y la represión sobre el derecho de organización popular, son una realidad en las periferias.
Profesores estatales y municipales, empleados de la salud, de la limpieza básica, transporte (metro y trenes urbanos) y otros trabajadores del sector público también se movilizaron. Hay huelgas en curso como en el caso de trabajadores y estudiantes de la UNESP. Todas esas luchas son también en defensa de los servicios públicos.
Crisis y resistencia
Los ataques de los gobiernos y la resistencia de los trabajadores y jóvenes dejan claro que Brasil comienza a entrar en una nueva etapa de crisis y búsqueda de alternativas.
Mientras la imagen del “Gran Brasil” de Dilma queda empañada por la parálisis económica y la alta inflación, todas las esferas de gobierno – federal, estatales y municipales – pretenden colocar sobre las espaldas de los trabajadores el precio de la crisis.
De un lado, hay incentivos y exenciones de impuestos para los grandes grupos económicos privilegiados por el gobierno. Por el otro, hay recortes, privatizaciones, aumento de los beneficios y caída de la renta de los trabajadores.
Esa es la verdadera cara del “lulismo” después de que el maquillaje “progresista” quedara borrado en medio de la tempestad de la crisis capitalista mundial. Una cara cada vez más parecida al horroroso rostro neoliberal de FHC y de los tucanos.
Nuestras banderas: ¡transporte, casa y democracia!
El aumento en los billetes de transporte público sirve sólo a los intereses de los empresarios del sector. En Brasil, hay 37 millones de personas excluidas del transporte público por causa de las altas tarifas. Otras decenas de millones gastan buena parte de su renta para desplazarse a sus puestos de trabajo y estudio en medio de un transporte caótico y de pésima calidad.
La Copa del Mundo y las Olimpiadas están sirviendo de pretexto para una enorme contrarreforma urbana. En vez de servir al pueblo, la ciudad se moldea cada vez más al servicio del capital. El espacio de las ciudades está a la venta y tiene que eliminarse cualquier obstáculo en el camino del beneficio. Todo ello bajo una fachada de modernización y pacificación social.
Hasta se prohíbe la ocupación de las calles, un derecho legítimo. En muchas ciudades, la represión policial de las manifestaciones nos recuerda la dictadura militar. Desde el papel de las decisiones judiciales que prohíben la libre manifestación hasta las balas y bombas de la policía contra manifestantes, vivimos un momento de ataque grave a los derechos democráticos más básicos del pueblo.
El “derecho de ir y venir” los usan los gobernantes para justificar la cobarde represión y el autoritarismo del poder judicial. Pero, a la hora de encarecer los billetes, no piensan en eso. Se sacrifica a millones de jóvenes y trabajadores en nombre de los beneficios de las empresas de transporte, verdadera mafias corruptoras del poder público.
Las amenazas a nuestros derechos democráticos todavía resultan más intensas en la lucha por la tierra. El crecimiento de los casos de asesinatos de líderes Sin Tierra e indígenas en Brasil, como en los casos de Terena y Guarani-Kaiowa, muestra la truculencia del agronegocio, las contratas y el gran capital.
Unificar las luchas nacionalmente
Pero la respuesta ha estado a la altura de las circunstancias. Ha crecido la disposición a la lucha colectiva, particularmente entre la juventud. Pero también entre los trabajadores el peso muerto de los aparatos burocráticos de las centrales sindicales y entidades vendidas al gobierno ya no consigue frenar como antes los movimientos y las luchas.
Ahora es el momento de combatir el mayor obstáculo al avance de esa lucha: la división y fragmentación de los diferentes movimientos.
El día 24 de abril, una Marcha convocada por CSP-Conlutas y otras entidades que comprometió a más de 20 mil trabajadores de varios sectores y Estados de la Federación ocupó las calles de Brasilia contra los ataques promovidos por el gobierno Dilma. Fue la demostración de que se puede unificar las luchas.
La continuidad de ese movimiento pasa por realizar acciones unitarias a nivel nacional, comprometiendo a los movimientos que hoy están en las calles.
La construcción de un día nacional unificado de las luchas por el derecho a la ciudad que comprometa a los movimientos contra el encarecimiento de los billetes, contra los ataques de la Copa, contra la represión y criminalización de la pobreza y de las luchas sociales pondría nuestra lucha en un nivel muy superior.
Ese día nacional unificado de luchas puede organizarse a través de manifestaciones de masas simultáneas en las principales ciudades del país, junto a cierres de calles, avenidas y carreteras, paralizaciones en las escuelas y universidades e incluso de sectores laborales en los que sea posible.
En ese proceso, un Encuentro nacional abierto de los trabajadores y de la juventud, de todos los movimientos en lucha, organizado de forma democrática, de abajo arriba, podría intensificar la jornada unitaria de luchas y retomar el proceso de reorganización sindical, popular y de la juventud.
Por eso, defendemos:
¡Reducción inmediata de las tarifas de transporte! Luchar por la tarifa cero – ¡que los patronos paguen por el transporte público!¡Estatalización con control de los trabajadores y usuarios del transporte público! ¡No pago de la deuda a los banqueros y especuladores e inversiones estables en el transporte colectivo!
¡Fin de los desplazamientos de residentes!¡No a la explotación sexual!¡Combate a las violaciones y por el fin de la violencia contra la mujer!¡Garantía de los derechos de los trabajadores de las obras de la Copa!¡No a la privatización del Maracanã y a la corrupción en las obras de la Copa!¡Demarcación de las tierras indígenas!¡No a las leyes de excepción impuestas por la FIFA – por el derecho de organización, expresión y manifestación!
¡No a la represión sobre las movilizaciones de la juventud y de los trabajadores! No a la criminalización y judicialización de la lucha social. Libertad inmediata para todos los presos políticos de la lucha contra el aumento los billetes y otros movimientos. ¡No al genocidio de la juventud negra en las periferias!
Por un día nacional unitario de luchas en torno a las reivindicaciones del transporte público, residencia popular, contra los crímenes de la Copa y en defensa del derecho de manifestación y contra la criminalización de la pobreza y represión a los movimientos sociales.
Por un Encuentro nacional de los trabajadores y de la juventud para construir un plan de acción unitario y un Foro Nacional Unitario de Luchas.
LSR – Liberdade, Socialismo e Revolução
Sección brasileña del CIT – Comité por una Internacional de los Trabajadores
Tendencia del PSOL – Partido Socialismo e Liberdade
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