Los gobiernos de Rajoy y Cameron tratan de desviar la atención de sus crisis internas con un reavivamiento de las tensiones sobre Gibraltar
El aparentemente repentino incremento de las tensiones entre España y el Reino Unido sobre Gibraltar subraya la cuestión no resuelta de su soberanía, y es el resultado del pasado colonial de ambos países y de la disposición de estos dos gobiernos conservadores de utilizar este asunto para distraer la atención de las políticas de pobreza planificada y recortes de los servicios públicos (también llamados "austeridad") por parte de los dos gobiernos.
El presidente del gobierno español, Rajoy, se está enfrentando a un caso de corrupción extremadamente serio en el que él está implicado personalmente, y el gobierno del PP está tratando de salir desesperadamente de una situación que podría significar posiblemente la caída del gobierno. Sólo días antes de las declaraciones por el caso "Bárcenas" de la Secretaria General del PP y de dos de sus predecesores, parece que el gobierno de Rajoy estaba haciendo un esfuerzo especial para mantener a Gibraltar en los titulares durante todo el verano para evitar ninguna mención de este caso de corrupción. La prensa, radio y televisión casi dejaron de mencionar la palabra "Bárcenas" y los titulares y noticias hablaban exclusivamente de la "defensa de España".
El gobierno español acusa al gobierno de Gibraltar de arrojar al mar bloques de hormigón que impiden a los pescadores españoles faenar. También acusan a Gibraltar de ser un paraíso fiscal ilegal que necesita "solución", y una base del contrabando.
La Guardia Civil ha recibido órdenes de arriba para comprobar todos los coches que atraviesan la frontera, lo que ha dado lugar a colas de varias horas. Y el Ministro de Exteriores también ha amenazado con cobrar 50 euros a todo el mundo que atraviese la frontera, lo que ha dado lugar a una escalada del conflicto.
10.000 trabajadores españoles trabajan en Gibraltar. Manuel López, representante de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) dijo que el incremento de las tensiones entre los gobiernos de España y Reino Unido está afectando negativamente las vidas de estos trabajadores y, potencialmente, las buenas relaciones entre vecinos.
Recientemente, en el programa de televisión "El Gran Debate", varios comentaristas de derechas se envolvieron en la bandera española, condenando el colonialismo británico y elogiando a Rajoy por "defender España". El alcalde de Algeciras del PP, que ha tenido un papel central en el crecimiento de la tensión en Gibraltar, fue cuestionado por Juan José, que representaba a los trabajadores españoles en Gibraltar: "El alcalde dice que él defiende Andalucía, pero nunca habla sobre el paro masivo que hay en La Línea, ni hace nada por los trabajadores de La Línea." Juan intentó seguir argumentando que toda la cuestión era solamente una distracción, pero no pudo por los gritos histéricos de los tertulianos.
Ascteg también dijo que lamentaban que el conflicto se estuviera usando para distraer la atención de otros problemas: "El asunto de los bloques de hormigón en la Bahía de Algeciras ha sido manipulado. El gobierno de Andalucía ha arrojado muchos más bloques para proteger la fauna marina, pero nadie habla de eso". Una ONG española ha señalado que la cuestión medioambiental no debe ser una excusa para exacerbar el conflicto y que el gobierno debería prestar atención a asuntos más urgentes como el "bunkering", la práctica de repostar combustible de barco a barco en el mar para evitar impuestos, que se da en la Bahía de Algeciras. El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Arias Cañete, es el expresidente de la empresa Petrolífera Ducar S.L., una empresa dedicada a este "negocio" dañino para el medio ambiente.
El Ministro de Exteriores, Margallo, ha señalado, demagógicamente, que "el recreo se ha terminado" sobre la cuestión de Gibraltar. Ascteg ha contestado que estos comentarios irresponsables podrían suponer la peor crisis desde que en 1969 Franco cerró la frontera.
Está claro que incluso si el gobierno de Gibraltar no hubiera lanzado los bloques de hormigón al mar, el gobierno del PP hubiera encontrado otra excusa para causar un conflicto. Esto parece una estrategia planificada por su parte.
Rajoy y Cameron están ahora en unas negociaciones de "ojo por ojo, y diente por diente". Los dos intentan dar una apariencia de fuerza y resolución aunque en realidad son son como dos hombres calvos peleándose por una peluca. Cameron ha amenazado con llevar a España a los tribunales en relación con los controles de pasaportes mientras que Rajoy insiste en que tienen el derecho de hacerlos y que están considerando seriamente el cobro por traspasar la frontera. El Ministro de Exteriores español incluso está estudiando llevar a las Naciones Unidas una resolución conjunta con Argentina vinculando la soberanía de Gibraltar con la disputa sobre las Islas Malvinas, lo que representaría una escalada de las tensiones sin precedentes entre dos de las grandes potencias de la Unión Europea.
¿Cuáles son las raíces históricas del conflicto? España perdió Gibraltar ante Gran Bretaña bajo los términos del Tratado de Utrecht de 1713, como botín de la Guerra de Sucesión Española. Durante la II Guerra Mundial, la Roca fue un fuerte estratégico y base naval del Reino Unido en el Mediterráneo. Más tarde, el régimen de Franco presionó continuamente al Reino Unido con el objetivo de una devolución de Gibraltar, incluso cerrando la frontera en 1969, lo que causó la crisis más seria hasta el momento.
La tensión sobre Gibraltar descendió gradualmente con la llegada de la democracia parlamentaria en España, la firma del Acuerdo de Lisboa en 1980 y la entrada de España en la Unión Europea y la OTAN. Sin embargo, la apertura de la frontera se pospuso cuando el Reino Unido utilizó Gibraltar como escala en la Guerra de las Malvinas en 1982.
Los residentes de Gibraltar, aproximadamente 30.000, ya han mostrado de forma contundente en dos referéndum su negativa a unirse a España.
Las tensiones que se están desarrollando en torno a Gibraltar muestran que los conflictos coloniales sin resolver pueden reavivarse en esta situación política inestable causada por la crisis económica capitalista. También muestra como los políticos de derechas sin escrúpulos no dudan en jugar la carta patriótica cuando les conviene sin ninguna consideración por las consecuencias que esto puede tener sobre el sustento de los trabajadores y sus familias.
A largo plazo, disputas como la de Gibraltar, que son resultado de antiguallas ridículas como el colonialismo y el imperio, solamente pueden resolverse bajo el contexto de la cooperación entre los pueblos que surgiría de una Federación Socialista de la Península Ibérica y de toda Europa.
Durante la actual crisis, los socialistas debemos explicar que los trabajadores de España, Gran Bretaña, y Gibraltar no pueden confiar ni en Rajoy ni en Cameron y sus gobiernos de derechas.
Los líderes del movimiento obrero también comparten parcialmente la responsabilidad por este desvío de la atención. Con un gobierno carente de toda legitimidad y pendiente de un hilo, han hecho todo lo posible para darle el aire que necesitan para empezar a recobrarse. Solamente un plan sostenido de lucha, incluyendo una huelga general para derrocar el gobierno, ocupaciones de centros de trabajo y la formación de grandes asambleas democrática (vinculadas en un frente único de la izquierda alrededor de IU y otras formaciones, junto con los movimientos sociales, para lucha por una alternativa de gobierno de los trabajadores) podrá terminar con las cortinas de humo de Rajoy y Cameron.
Por los derechos de los trabajadores españoles en Gibraltar
No a los controles excesivos en la frontera
Ninguna confianza ni en Rajoy ni en Cameron ni en sus gobiernos anti-obreros
Por la protección del medio ambiente de la Bahía de Gibraltar: ¡fin del "bunkering"!
Unidad de los trabajadores españoles y gibraltareños, con la clase trabajadora del Reino Unido y el resto de Europa contra los recortes y el capitalismo
Contra el "divide y vencerás" de los gobiernos español y británico, lucha por una confederación socialista de la Península Ibérica, con derechos completos de autodeterminación, como parte de una Europa y un mundo socialistas
Be the first to comment