LAS TENSIONES SE PROFUNDIZAN ENTRE LAS POTENCIAS OCCIDENTALES Y MOSCÚ
Al menos 6.000 soldados rusos han tomado posiciones a lo largo de la península de Crimea, formalmente una república autónoma de Ucrania. El régimen ruso afirma que tomó esta decisión a raíz de una solicitud del gobierno de Crimea para intervenir en defensa de los derechos de los ciudadanos rusos. El Kremlin dejó claro que puede enviar tropas a otras partes de Ucrania, si los derechos de las etnias rusas están "en peligro", aunque Putin dijo que este sería"el último recurso".
El régimen de Putin utiliza como excusa para sus acciones la provocadora decisión del nuevo gobierno de Kiev de reducir los derechos lingüísticos de la población rusa y otras minorías.Así,La Duma rusa aprobó con carácter de urgencia una ley para permitir que sean otorgados pasaportes rusos a todos los ciudadanos de etnia rusa en Ucrania.
En las últimas semanas un movimiento de masas contra el régimen corrupto y autoritario de Yanukovich y los oligarcas,llevó a la desintegración del régimen de Yanukovich y del aparato estatal. Este movimiento tuvo características de una revolución, mostrando el poder de las masas.Pero en ausencia de oganizaciones de trabajadores, políticos de la oposición reaccionaria, de línea dura, nacionalistas ucranianos y los partidos de extrema derecha Svoboda y Sector Derecho fueron capaces de dominar la oposición, despertando profundos temores entre la población de etnia rusa.
La extrema derecha, antisemita, el partido Svoboda, tiene cuatro carteras en el nuevo gobierno de Kiev, entre ellas las de viceprimer ministro. Un co-fundador de Svoboda también encabeza el Consejo de Seguridad Nacional y uno de sus diputados es dirigente del grupo fascista paramilitar Sector Derecho. El Ministerio del Interior ha dicho que va a integrar la milicia creada por el fascista Sector Derecho a la fuerza policial.
Los movimientos militares del régimen de Putin son consecuencia directa del derrocamiento del presidente Yanukovich y la formación de un régimen pro-occidental en Kiev. La intromisión imprudente de las potencias occidentales en Ucrania y la respuesta de Rusia ha creado la crisis militar más grave en Europa desde la guerra entre Rusia y Georgia
Hipocresía EE.UU.
Con hipocresía apenas disimulada, el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, condenó la "violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania" de Rusia. Sin embargo, EE.UU., cuando sus intereses imperialistas están en juego, lleva a cabo intervenciones militares en otros territorios "soberanos". La superpotencia militar invadió y ocupó Irak y Afganistán, con un enorme costo humano. A pesar de las iracundas protestas de las potencias occidentales ante la amenaza de las fuerzas rusas de tomar control de Crimea, habría que recordarles que las fuerzas de la OTAN ocuparon Kosovo después de armar y apoyar militarmente al Ejército de Liberación de Kosovo contra el régimen serbio en 1999.
Frente a los movimientos de tropas rusas en Crimea, el imperialismo occidental se encuentra militarmente paralizado y dividido sobre qué acciones tomar. Los gobiernos europeos se resisten a imponer sanciones graves porque muchos países europeos dependen en gran medida del comercio con Rusia, (Alemania obtiene el 40% de su gas y petróleo) y son renuentes a tomar medidas que empeoren la economía de la UE.
Por otra parte el nuevo gobierno de Kiev debe enfrentarse a serios problemas que no sólo afectan los derechos de los ciudadanos de habla rusa, sino a todos los trabajadores en Ucrania. La economía está al borde de la quiebra y el gobierno ha anunciado grandes recortes en los gastos del Estado. Cualquier paquete financiero que reciba del oeste irá acompañado por la exigencia de duras medidas de austeridad.
Para movilizar el apoyo a la intervención militar rusa se organizaron manifestaciones en varias ciudades En apoyo de la intervención militar el régimen de Putin ha explotando las preocupaciones reales de los rusos y sobre todo la promoción de un "patriotismo" alimentado por sentimientos anti-occidentales.Muchos rusos estan,por supuesto, realmente preocupados por la difícil situación de las personas de etnia rusa en Ucrania, dado el carácter totalmente reaccionario del nuevo régimen de Kiev.
Pero la intervención militar del régimen ruso no está motivada por la preocupación por el bienestar de los trabajadores de etnia rusa ,del mismo modo que las maniobras cínicas de las potencias occidentales no están destinadas a ayudar a la clase obrera de habla ucraniana. El Kremlin está tomando la via de la acción militar porque le preocupa que un régimen pro-occidental, pro-OTAN ya está en marcha en Kiev, en las fronteras occidentales de Rusia, amenazando los intereses geoestratégicos y económicos vitales del imperialismo ruso. La intervención de Putin en Crimea está en consonancia con su ambición de tratar de restaurar el poder y la influencia de la elite rusa que, tras el colapso de la antigua Unión Soviética, se transformaron en capitalistas.
En respuesta, la UE y EE.UU. amenazan con sanciones económicas y con “el ruido de sables” de la OTAN. El régimen ucraniano respaldado por Occidente ha ordenado la movilización general para contrarrestar la intervención. Los trabajadores de Ucrania pagarán un alto precio por una escalada del conflicto.
Los conflictos étnicos y nacionales
Hace apenas una semana, una encuesta de opinión, señalaba que el 73% de la población rusa estaba en contra de la intervención. El domingo 3 de marzo, cientos de personas fueron detenidas por la policía, entre ellos varios miembros del CIT, por participar en las protestas contra la guerra en diferentes ciudades. Sin embargo la política chovinista de Putin, "la protección de los ciudadanos de etnia rusa” en Ucrania, lo más probable es que le permita disfrutar de un apoyo temporal.
Con la caída del presidente Yanukovich, las élites rusas sufrieron un duro golpe. Rusia perdió importantes intereses económicos y sobre todo la influencia que siempre tuvo sobre el gobierno de Kiev. Como lo hizo en Osetia del Sur antes de la guerra con Georgia, el régimen ruso intensificó su campaña en "defensa" de los ciudadanos rusos” en Ucrania.
El pasado fin de semana hubo protestas masivas a favor de Rusia en la ciudad portuaria de Sebastopol, la base de la flota rusa del Mar Negro y en Crimea y en el este de Ucrania, incluyendo Donetsk.En varias ciudades grupos de "autodefensa", aparentemente apoyados por Moscú se apoderaron de los edificios del gobierno. Los líderes locales y regionales fueron reemplazados rápidamente con las lideres pro-rusos . El 6 de marzo el Parlamento de Crimea adoptaba por unanimidad la decisión de formar parte de la Federación de Rusia y convocar un referendum popular ( para ratificación o no de este acuerdo) para el 16 de marzo.
Sin movimiento obrero independiente, existe el peligro real de que el aumento de las protestas masivas a través de Ucrania llevará cada vez más a agudizar las características étnicas que dividen.
Aunque las personas que trabajan en el este estan temerosos de las políticas del nuevo régimen de Kiev y la participación de la extrema derecha, muchos de ellos también están preocupados de que la intervención rusa en Crimea podría convertirse en una guerra en toda Ucrania, e incluso en la región. Por ello en muchas ciudades orientales hubo pequeñas pero significativas manifestaciones contra la extensión del conflicto.Las autoridades rusas dicen que los personas de étnia rusa están huyendo de la región hacia Rusia y más de 140.000 ya han solicitado asilo.
Crimea debe tener el derecho a la libre determinación, si así lo desea. La región ha sido durante mucho tiempo el peón de las élites gobernantes y de las intrigas de las grandes potencias. En 1944, Stalin sacó por la fuerza a la población tártara de la península. En 1954, el líder soviético Khrushchev entregó Crimea y su gente a Ucrania, sin ningún tipo de consulta. Los pueblos de la antigua Unión Soviética nunca fueron consultados cuando sus líderes regionales decidieron dividirla a principios de 1990 y tomar el poder en sus propias repúblicas.
El CIT apoya el derecho del pueblo de Crimea a decidir libre y sin ningún tipoo de coerción su futuro, sea este la autonomía o la independencia. . Los derechos de los 300.000 tártaros de la región y todas las demás minorías deben estar plenamente garantizados, incluyendo su lengua y los derechos religiosos. Esto no será posible en el capitalismo, con su pobreza, el desempleo y la explotación y por las elites que compiten jugando la tarjeta de "divide y vencerás". Sólo un gobierno obrero, reemplazando el capitalismo podrido con una ofensiva de la sociedad en interés de las masas trabajadoras, puede garantizar que los derechos de todas las nacionalidades y las minorías estén protegidos, como parte de una federación de estados socialistas en la región.
Pero lo que está sucediendo ahora no dará lugar a una genuina autodeterminación, sino que sólo significa que Crimea se convierte en un protectorado de Rusia, al igual que Osetia del Sur, o, peor aún, una región ocupada con una regla dictatorial, como Kadyrov en Chechenia. La experiencia de Kosovo y Osetia del Sur demuestran que el imperialismo ni ruso ni occidental puede ofrecer ya sea la seguridad económica o la unidad entre los diferentes grupos étnicos.
Hoy, sin duda, existe un poderoso sentimiento de oposición al nuevo régimen de Kiev entre los rusos de Crimea. Pero el referéndum propuesto por el gobierno pro-ruso de Crimea, respaldado por la fuerza de las armas rusas, no se llevará a cabo en una atmósfera de debate verdaderamente libre.
Los trabajadores tienen más en común de lo que los divide
La pobreza, el desempleo, la explotación y la devaluación de la moneda afectan a todos los trabajadores. Las élites gobernantes de ambos países están preparados para usar las diferencias étnicas para alejar a los trabajadores de una lucha unida. Ahora parece que se preparan para ir a la guerra para defender sus intereses. Es necesario que en toda Ucrania los/as trabajadores/as se organicen para oponerse a los ataques económicos y sociales que están por venir desde el nuevo gobierno. Tal lucha sólo tendrá éxito si la clase trabajadora está unida contra los oligarcas y sus amigos de extrema derecha ahora en el gobierno de Kiev.
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