Haz del 9N un día de movilización masiva Sólo la lucha obrera y social puede garantizar el derecho a decidir
Rajoy suspende la democracia…
La suspensión por parte del Tribunal Constitucional de la consulta del Govern catalán fue una barbaridad. Muestra una vez más la profunda falta de respeto de la clase dominante española por los pueblos del estado español. Frente a la posibilidad de que el pueblo catalán ejerza su derecho democrático a pronunciarse sobre su futuro político, el gobierno del PP – con el pleno respaldo del PSOE – prohíbe la democracia (por miedo al resultado, se supone) y manda a centenares de antidisturbios a Catalunya.
La experiencia actual supone para millones de catalanes y españoles una valiosa lección sobre en qué consiste la "democracia" capitalista: "democracia" si, pero sólo mientras sirva al régimen.
…. y Mas la anula
Pero además, esta experiencia también sirve para mostrar la naturaleza de los personajes y partidos que han pretendido liderar el movimiento por la consulta, principalmente CiU y Mas, quien ya es un cadáver político.
Todos los pasos del giro "soberanista" de Artur Mas parecen haber seguido un guión bien preciso, guardando secretos sobre cuál será el siguiente, pero dejando claro que en ningún momento se va a plantar cara de verdad. En otras palabras, por el derecho a decidir, cabe "luchar", mientras que esta lucha se dé dentro de los límites de la legalidad capitalista… incluyendo la del TC, claro.
La anulación de la consulta convocada para el 9N es un punto de inflexión, después del cuál Mas y su entorno han quedado claramente en evidencia. Por muchas consultas “alternativas” que convoquen, su capitulación ante la “legalidad” antidemocrática del régimen de 78 es evidente y eso no puede ser perdonado por el pueblo de Catalunya.
Contra la suspensión, la anulación y la austeridad: lucha obrera
Por otro lado esta ERC. En principio, su posición de “desobediencia” parece correcta. Pero es insuficiente a la hora de concretarla y transformarla en hoja de ruta clara y viable. En ningún momento han planteado una perspectiva clara de desobediencia activa, más allá de las concentraciones y declaraciones simbólicas. Una declaración de independencia por parte del Parlament suena muy contundente pero si no va acompañada con la movilización social y obrera para convertirla en real, se convierte en palabras que se las lleva el viento. Declaraciones parlamentarias hemos visto muchas, pero cambios reales, pocos.
¿Por qué tanto CiU como ERC no están dispuestos a llevar su hoja de ruta a las últimas consecuencias? La respuesta es sencilla: porque supondría saltar la legalidad del régimen de 78, del propio sistema capitalista español.
En el imaginario de estos partidos y líderes no existe una perspectiva o política que vaya más allá del capitalismo, el sistema que revindican, y de cuya base fundamental forma parte la negación del derecho a decidir para los pueblos del estado español. El nacionalismo capitalista catalán siempre ha intentado instrumentalizar los sentimientos nacionales para conseguir después, no la independencia ni la autodeterminación sino un mayor trozo del pastel burgués español. Que no creamos que esta vez será diferente.
Sólo la lucha de la clase trabajadora puede garantizar el derecho a decidir. No a la “unidad nacional”, sí a la unidad internacionalista de la clase trabajadora
Si queremos plantar cara a la legalidad española y luchar hasta conseguir el derecho a decidir, sólo nos podemos basar en nuestra propia fuerza: la de la clase trabajadora, la del 99%, movilizada y organizada. Las organizaciones obreras, movimientos sociales, CUP, EUiA, ICV, Podemos y sindicatos deberían formar un frente para convocar una campaña de movilizaciones – callejeras y huelguísticas – para plantar cara al TC.
La idea de un frente electoral "nacional" con partidos de recortes y austeridad debe ser descartada de inmediato por las organizaciones de izquierdas. Lo que hace falta es un frente del 99%, armado con una alternativa política y un plan para luchar por ella. En esta lucha, el aliado clave del pueblo trabajador catalán no puede ser su propia burguesía, sino el pueblo trabajador del resto del estado, en lucha por una solución internacionalista y socialista a la miseria actual.
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