Los partidos de izquierda no consiguen formar gobierno – Syriza entra en coalición con el partido populista de derechas “Griegos Independientes”
¿Cómo de importante son los resultados de las elecciones griegas?
Podemos decir que el resultado tiene una importancia histórica porque representa el colapso de las antiguas fuerzas que gobernaron la escena política griega durante décadas. También por el auge de una nueva formación de izquierda, Syriza, que se disparó del 4-5% en 2010 al 36,5% en estas elecciones con un programa de izquierda y a favor de la clase trabajadora.
Esto ocurrió a pesar de la gran campaña de miedo lanzada por la clase gobernante en Grecia que amenazó con que esto significaría la ruina del país, la salida del euro, etc. Esta campaña tuvo un efecto muy limitado, o ninguno en absoluto, en las masas, que han votado por Syriza, especialmente en los barrios obreros de las grandes ciudades donde Syriza consiguió una mayoría absoluta.
Pasok, el partido tradicional de la socialdemocracia, ha caído a algo menos del 5%, lo que está cerca de un tercio de lo que consiguió en las elecciones de 1974 cuando estaba recién creado, y está por debajo del partido neo-fascista Amanecer Dorado. Tuvieron una escisión porque Papandréu, ex Primer Ministro con Pasok, creó un nuevo partido para intentar distanciarse a sí mismo del hundimiento de Pasok. Este nuevo partido, Movimiento por un Socialismo Democrático, no fue capaz de entrar en el parlamento porque consiguió un 2,5% de los votos y se necesita un 3%.
En Grecia ha habido una caída brutal del PIB del 27%, desde un punto de vista económico peor que durante la ocupación de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Hay una pobreza masiva. Las estimaciones oficiales dicen que 6,3 millones de los 11 millones de griegos están por debajo del umbral de la pobreza que es tan solo de 450 euros al mes. El paro está en 26-27% y el paro juvenil en el 55%. Alrededor de 100.000 jóvenes han dejado el país. Hay elementos de derrumbe social y de empobrecimiento masivo de la sociedad. Estas son las condiciones bajo las cuales el gobierno de Syriza es llamado a buscar soluciones.
Ayer Syriza anunció una coalición con el partido Griegos Independientes. ¿Por qué Syriza no fue capaz de alcanzar un acuerdo con el Partido Comunista de Grecia (KKE)?
Syriza llamó al KKE para formar un gobierno de los partidos de izquierda pero el KKE rehusó. Este es el resultado del sectarismo general y aislamiento del KKE que usa las diferencias en el plano ideológico y político para decir no a cualquier tipo de colaboración con las fuerzas de izquierda en Grecia. Esta es una política general, no solamente en relación con las circunstancias específicas de Syriza.
Declararon que no darían siquiera un voto de confianza a un gobierno de Syriza. El KKE dice estar muy orgulloso de los resultados porque han incrementado su voto un 1% comparado con junio de 2012 lo que son unos 50.000 votos. Esto es ridículos porque han logrado el 5,5% de los votos en estas elecciones, el 4,5% en 2002, pero en 1981 lograron el 11%. Esta es la peor crisis de la sociedad griega en décadas y ellos están orgullosos porque reciben el 5,5% de los votos. ¡Qué escándalo!
Esto permitió a la dirección de Syriza formar una coalición con los Griegos Independientes para el nuevo gobierno. Lo cierto es que parte de la dirección, los que están más a la derecha, siempre estuvieron a favor de una coalición de gobierno con los Griegos Independientes, aunque nunca lo declararon públicamente, ya que pueden utilizarlos como coartada para no implementar las políticas socialistas naturalmente demandadas por sus bases y por la clase trabajadora.
Los Griegos Independientes comenzaron como una escisión populista de Nueva Democracia (partido tradicional de derechas) en 2012. Entonces Samaras, líder de Nueva Democracia, realizó un salto mortal, desde proclamar que estaba en contra del memorándum a firmar un nuevo memorándum en cuanto se convirtió en Primer Ministro, y acordó con la troika políticas de austeridad severas. Los Griegos Independientes vienen de la derecha. No tienen relación con la clase trabajadora o las políticas de izquierda. Apoyan a los mercados y el sistema capitalista. No piden la salida del euro o la Unión Europea, pero están en contra del memorándum y la austeridad. Tienen un carácter moderadamente nacionalista y se describen como ‘patriotas’. No se enfrentan a la Unión Europea y la eurozona pero podrían estar dispuestos a seguir estas políticas si se produce un serio choque con la troika.
Esta fuerza no puede proporcionar ningún tipo de sostenibilidad a una coalición con Syriza. Lo que significa que este nuevo gobierno en coalición es inestable porque se basa en fuerzas que representan campos opuestos.
La reacción internacional de la izquierda y los trabajadores al triunfo de Syriza ha sido muy entusiasta. ¿Cómo fue en Grecia?
El auge de Syriza ha encontrado un gran entusiasmo internacionalmente y parece estar sirviendo como un catalizador para que las formaciones de izquierda y los movimientos sociales vayan al contraataque. Definitivamente hay potencial para esto.
En Grecia no es lo mismo. La mejor manera de describir la situación para las masas de trabajadores y jóvenes es que han suspirado de alivio con los resultados de las elecciones, pero no están locos de alegría. Syriza ha puesto “demasiada agua en su vino”, como dice la expresión griega, es decir, han aguado demasiado su programa, especialmente en el último periodo. Este “programa” se ha vuelto extremadamente borroso.
Los trabajadores piensan que las cosas no pueden seguir tan mal como antes, que se debe poner un final a los ataques salvajes del gobierno y la troika, por lo que votaron a Syriza en masa. Pero tienen muchas dudas sobre lo que traerá el mañana. Esto se reflejó en el hecho de que las celebraciones en el centro de Atenas la noche de las elecciones atrajeran a unas 5.000 personas, que no es ni la mitad de los miembros de Syriza en Atenas. Los trabajadores contienen su entusiasmo, e incluso algunos son escépticos sobre la victoria de Syriza, pero se alegran de haber castigado a Pasok y Nueva Democracia, los principales partidos de la troika.
Amanecer Dorado consiguió mantener su voto, a pesar de las medidas drásticas del estado, incluyendo la prisión para muchos de sus líderes. ¿Debería preocuparse la izquierda de que Amanecer Dorado aproveche el próximo periodo para reconstruirse?
Debería ser una seria preocupación de la izquierda. Aunque todos los partidos importantes de la izquierda tienden a subestimar los peligros del neo-fascismo, Amanecer Dorado ha mostrado que tiene un núcleo duro de votantes muy significativo de cientos de miles. Ahora se presenta claramente como una organización nazi y asesina. A pesar de esto ha mantenido un voto muy similar al de 2012. Esto significa que hay peligro de que el neo-fascismo vuelva a la primera plana en el futuro, especialmente si se percibe que un gobierno liderado por Syriza falla a la clases trabajadora y media, y la izquierda debe estar preparada para esto.
Durante las elecciones, Xekinima (CIT en Grecia) no fue capaz de llegar a un acuerdo con Syriza sobre candidatos, pero tuvo una campaña electoral. ¿Cómo fue?
Tuvimos una campaña muy buena, especialmente si tenemos en cuenta que hubo solamente 11 días de campaña. Esto sucedió por las condiciones bajo las que las elecciones tuvieron lugar. Éstas se anunciaron de pronto por el gobierno saliente y después Syriza y el resto de partidos tardaron más de dos semanas en formar las listas de candidatos. La dirección de Syriza rechazó los candidatos que propusimos para las listas de Syriza, porque sabían que tendríamos parlamentarios elegidos y que éstos hubieran formado un polo para la oposición de izquierda dentro y fuera de Syriza.
Sin embargo, Xekinima salió muy bien de las elecciones, a pesar del rechazo de Syriza para que nuestros camaradas formaran parte de sus listas. Superamos pronto este revés porque los camaradas de Xekinima entendieron que lo que necesitaban la sociedad y la clase trabajadora era una victoria de Syriza en estas elecciones. Tuvimos una campaña muy potente; distribuimos casi 9.000 panfletos diarios y vendimos cerca de 250 periódicos cada día. Esto nos ha puesto en contacto con mucha gente y planeamos reuniones abiertas en varios barrios en las próximas semanas (porque fue imposible tenerlas durante la campaña electoral).
¿Qué crees que ocurrirá en las conversaciones entre la nueva coalición de gobierno griega y la troika y, en particular, con el gobierno de Merkel en Alemania? Se especula con que Merkel podría utilizar una línea dura y, a pesar de los deseos de Tsipras, esto podría llevar a la quiebra de Grecia. Pero también se especula que bajo la presión de mantener la eurozona intacta, la troika y Merkel intentarán renegociar la deuda griega, no para eliminarla, sino para reprogramar los pagos.
Esta es una cuestión crucial. Está claro que ambas partes quieren negociar y llegar a un compromiso: la dirección de Syriza claramente quiere este compromiso, y Merkel parece estar dispuesta a alcanzarlo de alguna forma. Sin embargo, saben que esto podría causar una reacción en cadena y una gran crisis en la eurozona. Pero la cuestión es si pueden alcanzar un compromiso.
Creo que Merkel estaría dispuesta a dar algunas concesiones. Probablemente estarían dispuestas a una extensión de los plazos para pagar la deuda, lo que significarían cierta reducción de la presión sobre el presupuesto anual griego.
Pero, por otra parte, en relación con la clase trabajadora, Syriza tendrá que conceder, como mínimo, un número de demandas, como son las siguientes: un salario mínimo a niveles previos a al crisis, y subsidios sociales para las capas de las sociedades completamente oprimidas, que no pueden sobrevivir o hacer frente a sus necesidades diarias, como la comida, la electricidad, etc. Deben reinstaurar las relaciones laborales que han sido completamente desregularizadas. Deben terminar con las condiciones de trabajo de esclavitud que frecuentemente se sufren en el sector privado, donde los trabajadores pueden ser obligados a trabajar hasta 12 horas diarias, 7 días a la semana, sin ni siquiera pago por horas extraordinarias. Se tienen que librar de las minas de oro en Halkidiki, en el norte de Grecia, que son un gran problema medioambiental. Deben readmitir a los trabajadores de la ERT, la televisión pública griega, etc.
Estas son demandas que Syriza no puede dejar de intentar, porque están consideradas por la sociedad, por los votantes de Syriza y por sus propias bases como básicas e inmediatas. Si Syriza no cumple con éstas en la primera parte de su gobierno, habrá inmediatamente una gran crisis dentro de Syriza. Por lo que Syriza se verá forzada a intentar cumplir con estas medidas.
Pero si miramos a estas medidas, que pueden ser descritas como básicas para resolver la crisis humanitaria de la Grecia actual, éstas realmente rompen con el programa aplicado por la troika en los últimos cuatro años.
Por lo tanto la cuestión es si la clase dirigente alemana está dispuesta a este tipo de compromisos con la coalición griega en el gobierno. Como poco, esto no está claro. Por consiguiente, considero que mientras no haya certeza sobre el balance de fuerzas después de estas negociaciones entre el gobierno griego y la troika, la cuestión de la quiebra se presentará con fuerza en la agenda.
Nosotros decimos que si Grecia entra en quiebra y es expulsada de la eurozona, un gobierno de izquierda debería introducir inmediatamente controles de capitales y crédito y un monopolio estatal del comercio exterior, como parte de un programa amplio que necesita ser introducido ahora de todas formas, de medidas de emergencia. Este incluye la nacionalización de los bancos y de los pilares de la economía, control y gestión de los trabajadores, planificación de la economía, etc. para lidiar con la crisis y salvaguardar los derechos y las condiciones de vida de los trabajadores y para conseguir un cambio socialista fundamental.
¿Qué papel jugará Xekinima en el siguiente periodo?
La dirección de Syriza utilizará a los Griegos Independientes como coartada para no aplicar las políticas necesarias de izquierda, a favor de la clase trabajadora y socialistas. Así que debemos demandar que se aplique un programa a favor de la clase trabajadora consistente. Si esto significa una crisis en el gobierno y elecciones anticipadas que así sea.
El principal papel que podemos jugar, junto con otras fuerzas en la izquierda, incluyendo a aquellos dentro y fuera de la ‘Iniciativa de los 1000’, es hacer campaña a favor de políticas a favor de los trabajadores y socialistas en colaboración con grandes secciones de las bases de Syriza.
Esto es particularmente importante en los movimientos de base. Creo que el mayor efecto de este gobierno en la sociedad, en primer lugar, será el de proporcionar un respiro para la clase trabajadora y los movimientos sociales y luego un contraataque. En otras palabras, los trabajadores se movilizarán para demandar lo que han perdido en los últimos años.
En esta situación, el gobierno de Syriza podría girar a la izquierda e incluso llegar a cabo políticas que van más allá de lo que la dirección de Syriza imagina.
Nuestra principal tarea en hacer todo lo posible para construir y fortalecer el poder y la acción independiente de la clase trabajadora. Esto estará determinado por el carácter de la lucha de clases en el próximo periodo.
La única solución a la crisis es la aplicación de políticas socialistas y de un programa socialista. Cualquier gobierno que no proporcione estas políticas entrará en crisis.
Así que, por ejemplo, demandamos que Syriza promulgue el repudio de la deuda e introduzca un salario y pensiones dignas, una gran inversión en el estado del bienestar, educación y salud. Un programa socialista también significa tomar las grandes empresas en propiedad pública, bajo el control y la gestión democrática de la clase trabajadora para el beneficio de la mayoría.
La masiva reacción positiva a la elección de Syriza alrededor del mundo muestra cómo la clase trabajadora griega tiene millones de aliados entre los trabajadores europeos y de todo el mundo. Un programa socialista de un gobierno de izquierda encontraría un profundo eco a través de Europa y trabajadores de todas partes imitarían a los trabajadores griegos. Esto planteará la necesidad de una lucha por una confederación socialista de Europa sobre bases libres e igualitarias.
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