Traducción por Andy Bentley, Inglaterra
El régimen argelino reclamo un voto arrollador (y totalmente increíble) del 97% en favor del ‘Si’ con el numero de votantes del 80% en el referéndum por un ‘fuero de paz y reconciliación’ del 29 de septiembre. El presidente Abdelaziz Bouteflika dijo que este voto acabaría con la guerra civil brutal que estalló en el 1992.
La violencia entre los luchadores islámicos, las fuerzas del estado y los paramilitares ha matado a 150,000 personas, principalmente de la clase obrera y campesinos, hombres, mujeres y niños.
La población entera ha sido brutalizada y traumatizada por la carnicería masiva y las atrocidades de los dos campos. A pesar de que la lucha se ha reducido en gran parte, el conflicto continúa todavía – más de 50 personas fueron muertas en septiembre.
El fuero ofrece una amnistía a los luchadores que depongan sus armas, excepto los implicado en carnicería masiva, violación y la puesta de bombas en los sitios públicos. No explica como se pide cuentas a los implicados. El fuero absuelve al régimen de cualquier responsabilidad por los muertos y desaparecidos. Continúa la prohibición del FIS (Frente Islámico de Salut).
Fue la prohibición del FIS y la cancelación de la segunda ronda de las elecciones nacionales, de enero de 1992, que empezó la guerra civil. FIS había aparecido como el mayor partido en la primera ronda, tenia 856 concejales locales y habría ganado la segunda ronda. El ejército intervino, con el consentimiento de Los Estados Unidos y las otras potencias de occidente. Cientos de los miembros de FIS, y de otros grupos, fueron capturados. El FIS hizo un llamamiento para tomar las armas.
El fuero de Bouteflika es mas una táctica cínica para incrementar su poder que un ejercicio en reconciliación autentica. El fuero ha sido denunciado por las familias de los desaparecidos, que convocan a manifestaciones semanales. Temen que sufrirán de marginación o incluso prohibición. No había control independiente del voto y los grupos humanitarios dicen que el nivel de participación corresponde solamente la mitad de los votantes que reclamo el régimen.
Había pocos votantes particularmente en las ciudades, incluyendo la capital, Argel. En la región oriental de Kabilye, la población berebere recibió el referéndum con manifestaciones. Según Le Monde (29 de septiembre), los líderes tribales convocaron a una huelga general de 24 horas, y los dos partidos principales de la oposición, el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS) y el RCD convocaron a un boicot. En la capital de la región de Kabilye, Tizi Ouzou, incluso la tasa de participación oficial fue señalada como de solo 11.4 %, con el 11.6% in Bzjaa la segunda ciudad de Kabilye.
Con un poco menos del 20% de la población, los berberes son habitantes originales del Africa Norte. Lucharon hombro con hombro con los árabes en la guerra encarnizada por la independencia nacional contra el imperialismo francés, 1954 – 62.
Sin embargo, con el estado de partido único que tomo el poder después del 1962 y luego con el completo dominio militar, se reprimía a los berberes – y la represión continua hoy. Durante la guerra civil, eran atacados por ambos lados. Después de décadas de resistencia masiva, una gran parte de Kabilye es una zona prohibida por las fuerzas de seguridad estatal.
Cansancio de la guerra
No obstante, con una moderación de la guerra civil, un precio de petróleo sin precedente produciendo algún alivio a la economía – aunque no ha sido para la gran mayoría del pueblo argelia y con el paro juventil del 50% – Bouteflika ha consolidado su posición.
Agotado de años de violencia, el pueblo suplica la paz, y espera que, posiblemente, se desarrolle un periodo de estabilidad relativa.
Bouteflika ha tratado de efectuar un incremento en su apoyo entre secciones de los islamistas. Los partidos islámicos legalizados (aceptables al régimen), El Mouvement de la SociZtZ pour la Paix (MSP) y Al-Islah (Reform) ambos hicieron una campana a favor de un voto de ‘Si’.
Bouteflika ha usado la guerra civil y los recursos de petróleo y gas natural de Argelia para alinearse mas y mas con el régimen de Los Estados Unidos, y apuntarse a la ‘guerra en contra el terror’ de George Bush. Ha permitido a las fuerzas especiales de EE. UU. entrar en Argelia a buscar a los grupos islámicos. Esta convergencia de intereses ha asegurado que habría la poca si alguna critica de la llamada ‘comunidad internacional’ sobre la campaña del referéndum, el voto fraudulento o la regla de Bouteflika.
Por supuesto, no tiene nada nuevo para una administración Norteamericana dar su apoyo a los regimenes militares, incluso si son solamente ligeramente disfrazados, cuando defienden sus intereses económicos y estratégicos.
El fuero mismo da al presidente más poderes y ha estimulado especulaciones que Bouteflika tratara de quedarse después en las dos etapas contempladas en su posición.
Los pueblos argelios, berberer y arabes, necesitan mas que fueros presidenciales para conseguir un futuro de paz y prosperidad. Necesitaran confiar en su propia organización independiente, volver a descubrir sus ricas tradiciones de unidad de clase y lucha de masa, y construir un movimiento democrático por el cambio socialista.
Este artículo apareció originalmente en Inglés, socialistworld.net, 17 de Octubre 2005
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