"Él sabía ciertamente una cosa o dos sobre el ciclo económico"
“Mientras el capitalismo mira hacia el abismo, Marx tuvo razón todo el tiempo?” Esto no es de nuestro periódico El Socialista, sino de Stephen King, Economista en Jefe del Grupo Bancario HSBC, escrito en The Independent (2 de marzo). Además, responde a su propia pregunta afirmativamente.
Todos los patrones y sus parásitos políticos que leen The Independent, deben haberse atragantado con sus cereales del desayuno mientras él les recordaba las palabras de Marx en el Manifiesto Comunista: “la sociedad burguesa moderna… una sociedad que ha evocado tan gigantescos medios de producción y de intercambio, es como el brujo que ya es incapaz de controlar los poderes del mundo subterráneo que el ha llamado por sus conjuros”.
King concluye de esto: “Cualquier cosa que uno piense de Marx, el ciertamente conocía una o dos cosas acerca del ciclo económico. Si el viviera ahora , reclamaría sin duda que sus teorías han sido reivindicadas”.
Sin embargo, “Durante muchos años, las ideas marxistas parecían ser totalmente irrelevantes. La caída del Muro de Berlín en 1989 puso fin a la era del comunismo marxista-leninista”. Pero ahora, mientras el sistema se derrumba, las ideas de Marx han rugido otra vez.
Él aprobando las citas de Marx sobre la naturaleza de las crisis: “….. las crisis comerciales… por su periódica reiteración, pone la existencia de toda la sociedad burguesa en un juicio, cada vez más amenazante.
“En estas crisis, una gran parte, no sólo de los productos existentes, sino también de las fuerzas productivas creadas anteriormente, son periódicamente destruidas. En estas crisis, se desata una epidemia que, en todas las épocas anteriores hubiera parecido un absurdo – la epidemia de la sobreproducción”.
Esta oportuna descripción de la actual crisis capitalista, que amenaza con derrumbarse hacia una depresión, no escapa a King. Enfrentado con este “abismo”, se refiere a la inevitable intervención del Estado capitalista en un intento por salvar el sistema. Esto tomará la forma no sólo de adquisiciones estatales, de forma abierta o con sigilo, de los bancos y quizás de otras industrias quebradas, sino también la “injerencia en el mecanismo de los precios” como se vio con los ataques a las pensiones de los banqueros, dice King.
Estas medidas “pueden ser absolutamente necesarias para evitar un colapso absoluto en la actividad económica mundial [pero]… no habrá retorno a 'los negocios como siempre' por las fuerzas del mercado”. Esto confirma lo que El Socialista ha afirmado desde el comienzo de esta crisis.
En cuanto al futuro: “Podemos evitar una depresión como 1930, pero, cada vez más, podemos encontrar que lo mejor que podemos esperar es los años 90 de Japón. No una revolución marxista en absoluto, entonces, pero sin duda un duradero cambio de rumbo en los resultados económicos.”
Esto es para él una calificación necesaria. King no está a punto de aceptar la plena implicación de las ideas de Marx: "No estoy sugiriendo que estamos entrando en tiempos revolucionarios". [Dios no lo quiera! – P.Taaffe] Esta crisis es tan grave que el amplio análisis económico de Marx se confirma en la avalancha diaria de los hechos que denotan que capitalismo británico y mundial el están “cayendo del acantilado”.
Además, se ha producido una enorme radicalización en Grecia y en otros lugares, y un tiempo de tormentas revolucionarias resultará de esta crisis. Como demuestra King, incluso los economistas capitalistas están ahora cuestionando seriamente el futuro de su sistema.
Todavía ellos esperan que “de alguna manera” sean capaces de salir de esta crisis. No hay “crisis final del capitalismo”, como señaló Lenin, a menos que la clase obrera cambie la sociedad. Las grandes empresas siempre buscan una salida a través de ataques a la clase trabajadora.
Pero no hay vuelta atrás a la situación de los últimos 30 años de “desregulación” capitalista mundial. La clase obrera, con la asistencia de los socialistas y marxistas y un movimiento sindical revitalizado, resistirán y las ideas de Marx serán abrazadas por un número cada vez mayor de trabajadores y jóvenes.
Marx no sólo hizo predicciones económicas sobre el capitalismo, sino que señaló audaces, activas y socialistas conclusiones. “Los filósofos hasta ahora sólo han interpretado el mundo; la cuestión es cambiarlo.” La acción de masas de la clase trabajadora es necesaria para sustituir un anticuado, ineficiente y derrochador sistema, el capitalismo; por una democrática y planificada economía socialista.
Por la plena participación de los trabajadores y de las personas de la clase media a través de control popular y la gestión de la industria y la sociedad, podemos empezar la organización y planificación de los recursos de la sociedad para todos y no, como es el caso actualmente, para satisfacer la desacreditada codicia de un puñado de banqueros y capitalistas. Stephen King nos ha proporcionado más argumentos para lograrlo.
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