Este 8 de Julio, se estimo que alrededor de 350.000 trabajadores del sector publico en Brasil entraron en huelga indefinida contra la “reforma” a las pensiones que quiere llevar a cabo el gobierno de Lula.
Esta reforma significara menores jubilaciones para los trabajadores del sector publico, aumento de las imposiciones previsionales, aumento del tiempo de imposición, el aumento de la edad para jubilar y la apertura de a los fondos de pensión privados.
La huelga, la primera contra el gobierno liderado por Luis Ignacio “lula” da Silva del Partido de los Trabajadores (PT) fue convocada por once sindicatos que reúnen a trabajadores del sector publico empleados por el gobierno federal. Diecinueve universidades federales y muchas oficinas servicios de seguridad social están hoy cerradas. La policía federal y los trabajadores de departamentos de gobierno y de la salud también entraron en huelga. Esta huelga envolvió, en su primer día a cerca del 40% de los trabajadores y pudiendo sumarse otros sectores.
Este es un difícil periodo para lanzar una huelga con el comienzo de las vacaciones de invierno. Algunas universidades han pospuesto la huelga hasta agosto, cuando también sea posible que los trabajadores municipales y estatales entren en huelga.
Durante muchos años el PT bloqueo los intentos del anterior gobierno de Fernando Henríque Cardoso para atacar las pensiones. Cardoso consiguió implementar cortes en las pensiones en su Enmienda 20, de 1998 y muchos simpatizantes del PT esperaban que el gobierno eliminase esta Enmienda. En vez de eso, Lula esta ahora implementando todos los ataques que Cardoso no pudo llevar adelante.
El gobierno intenta dividir a los trabajadores
El gobierno esta intentando dividir diciendo que los trabajadores del sector publico son “privilegiados” en comparación con los trabajadores del sector privado. Lula declaro demagógicamente que “Los trabajadores de la caña de azúcar no tenían derecho a pensiones”…
Es verdad que las jubilaciones en el sector privado son muy bajas o no existen. 65% de los trabajadores jubilados del sector privado reciben apenas una jubilación mínima: 240 reales (cerca de 85 dólares). 14 millones de personas de un total de 70 millones de la población activa no tienen ningún tipo de pensión de jubilación. Lo que se debe hacer es otorgar pensiones decentes y no atacar las pensiones de los trabajadores del sector publico.
El ataque a las pensiones es consecuente con las políticas que el gobierno de Lula de seguir estrictamente los acuerdos con el FMI de mantener la estabilidad del mercado con medidas de austeridad. El argumento común utilizado por los gobiernos para atacar las pensiones de jubilación es que las “generosas” pensiones de jubilación son insostenibles. En Brasil dicen que las pensiones de jubilación del sector publico generan un gran déficit, sin embargo el sistema de seguridad social –incluyendo otros beneficios sociales como subsidios, tiene un saldo positivo que ahora será usado para pagar deudas con los bancos privados.
Los verdaderos villanos son las grandes empresas y los bancos, que deben un total de 180 mil millones de reales al sistema de seguridad social. Ocho de los mayores deudores están integrando el Consejo para el Desarrollo Económico y Social, iniciativa de Lula como un vehículo para los pactos sociales y que también discute propuestas como el “nuevo” sistema de pensiones!
Lula presento sus cambios al sistema previsional el 30 de abril con el apoyo de 27 gobernadores de Estado, que ajustaran sus sistemas de pensiones a los del estado federal. Esto ya ha sido sentido por los trabajadores del sector publico de Sao Paulo, donde el gobernador Alckmin aumento las contribuciones de los trabajadores de 6 a 11% de sus salarios, en la practica esto significa una baja salarial de 5%.
¿Que significa en concreto el cambio en el sistema previsional?
La edad mínima para la reforma aumentara 7 años, quedando en 55 para las mujeres y 60 para los hombres. Por cada año que una persona decida jubilar antes del tiempo reglamentado, será afectado con la disminución del 5% de sus fondos.
Este cambio podrá ser el fin de las pensiones de jubilación de 100%. El trabajador recibirá en promedio el 50% de su ultimo salario como jubilación!. (El gobierno propone hoy una ley que espera frenar la resistencia a la reforma, diciendo que un trabajador podrá recibir el 100%, pero para eso tendrá que trabajar 5 años mas, es decir, 60 años para las mujeres, 65 para los hombres. Las pensiones no serán proporcionales a los aumentos de salario.
Los trabajadores tendrán que pagar una mayor contribución para las pensiones, 11%, así como también lo tendrán que hacer los actuales pensionistas.
Será impuesto un limite de diez salarios mínimos para las pensiones (2.400 reales, 850 dólares). También se habla de imponer fondos complementarios, que abren el camino a los fondos de pensión privados.
Es necesario unificar las luchas
El argumento para las reformas es puramente fiscal, de igual forma el efecto que tendrá en el presupuesto será muy pequeño. Pero los grandes beneficiarios son el sector financiero y bancario que obtendrán un gran aumento de capital a través de los fondos de pensiones. Las nuevas pensiones de jubilación no van poner fin a la situación de privilegios reales en la sociedad. Los Altos jueces de la Corte Suprema y la cúpula de funcionarios de las fuerzas armadas continuaran con sus enormes pensiones de jubilación y, por supuesto, los políticos.
El gobierno intenta imponer el nuevo sistema y espera ganar la votación en Agosto próximo, antes de que la oposición crezca demasiado. El 11 de Junio, 40.000 manifestantes se reunieron en la capital, Brasilia; contra la propuesta. Exigían: “Paren la reforma o nosotros paramos el país”. Los ministros que defienden la reforma fueron silenciados en el acto. También los nuevos dirigentes recientemente electos de la CUT (Central Única de Trabajadores) no fueron capaces de hablar. La mayoría de la dirección de la CUT es favorable a estas medidas y solo proponen algunas enmiendas.
Los sindicatos del sector publico sostienen que los ataques a las pensiones de jubilación tendrá efectos contra todos los trabajadores, incluyendo a los del sector privado, y que la “reforma” de las pensiones debe ser retirada. Pero la posición de la dirección de la CUT, leal al PT, torna esto en una lucha difícil que exigirá claridad política y ninguna vacilación por parte de la izquierda del PT.
La sección del CIT en Brasil, Socialismo Revolucionario, defiende el rechazo total a la “reforma” de pensiones. La izquierda del PT no debe votar la propuesta y trabajar por la acción unida de los sectores públicos y privados en la lucha por pensiones de jubilación decentes para todos los trabajadores. Para alcanzar eso, el PT tiene que cortar con el FMI y dejar de pagar la deuda externa, pero también nacionalizar los bancos, las instituciones financieras y las grandes empresas.
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