El desastre causado por la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon fue un desastre humano, pero no de la fuerza laboral. Esto se debe a las decisiones de las compañías petroleras y del gobierno de EE.UU.
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Hace un año, BP (British Petroleum), la compañía petrolera que arrienda la plataforma, hizo un estudio ambiental de la operación. Este estudio afirmaba que casi no había posibilidad de que un error grave pudiera producir un derrame de petróleo de gran tamaño. Esta increíble declaración fue aceptada por el gobierno de los EE.UU. De alguna manera todos se tomaban el pelo, que si bien la extracción de petróleo era un kilómetro por debajo de la superficie del mar nada podría salir mal. Es evidente que debido a esta declaración no existía un plan de emergencia. De hecho, en un principio después de la explosión BP negaba la situación, alegando que el petróleo no se escapaba! Ahora ellos están luchando para tratar de encontrar una solución a algo que según ellos no sucedería.
Once personas han muerto, una mancha de petróleo de 210 kilómetros de largo y 110 kilómetros de ancho se dirige hacia costas ecológicamente vulnerables, y muchas aves, peces, mamíferos marinos, plantas y organismos serán asesinados. La pesca y el empleo turístico de la zona serán devastados.
Los políticos dicen que las cosas tienen que cambiar, pero ¿es verdad? Hace apenas unas semanas el presidente Obama anunció que permitía aumentar la perforación petrolera costa afuera en la costa de EE.UU., alegando que las plataformas petroleras modernas son seguras y no causan grandes derrames de petróleo.
Los líderes del Partido Republicano como Sarah Palin, con su lema electoral de 2008 "perfora, cariño, perfora", seguirá apoyando la perforación mar adentro.
Mucha de la culpa se ha dirigido a BP, que sin duda tiene un historial de seguridad terrible. Pero ¿son las otras grandes compañías de petróleo mejores? Exxon fue responsable por el peor derrame de petróleo en aguas norteamericanas, Exxon Valdez en Alaska. Shell tiene un terrible historial de derechos ambientales y humanos en Nigeria. Texaco (ahora propiedad de Chevron) tenía un registro igual de malo en el Ecuador. Todas las compañías petroleras actúan de una manera similar.
Esta devastación del medio ambiente y atropello a los trabajadores y a los derechos humanos, es una parte del precio real del petróleo. El capitalismo es totalmente dependiente del petróleo barato. Esta es la mayor adicción en la historia. Si bien hay conferencias y discursos sobre la producción sostenible, el cambio climático, y el movimiento para dejar el petróleo; la realidad es totalmente diferente.
Anteriormente la reciente campaña publicitaria de British Petroleum (BP) había intentado cambiar la imagen y el nombre de la compañía a “Beyond Petroleum” (Más allá del petróleo). La compañía intenta presentarse como una empresa verde. No crea lo que promocionan!
Para las grandes empresas y sus políticos, la mayor preocupación no es el cambio climático, sino el peak del petróleo. Alrededor de la mitad de todo el petróleo disponible en el mundo se ha utilizado y lo que queda es más difícil de extraer y procesar. El Pentágono ha elaborado recientemente un informe que apunta a la creciente escasez de petróleo y afirma que para el año 2015 en todo el mundo “el déficit en la producción podría alcanzar a cerca de 10 millones de barriles por día”. Mientras el mundo utiliza 90 millones de barriles por día ahora, y el consumo está aumentando, el déficit de un 10% es una mala noticia.
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Así que las compañías petroleras y los gobiernos de todo el mundo están buscando petróleo en circunstancias cada vez más peligrosas y de las fuentes más contaminantes. Es por eso que van a seguir las perforaciones de petróleo en los océanos del mundo.
El caso de las arenas de alquitrán de Alberta demuestra cuan desesperada es la búsqueda actual de petróleo. Las arenas alquitranadas están contaminando un área enorme del norte de Alberta y más allá, y produce el 10% de las emisiones de CO2 de Canadá. Los gobiernos de la Columbia Británica y Canadá siguen adelante con sus planes de permitir el paso de los petroleros por los estrechos canales de la costa oeste – similar a las aguas de Alaska donde el Exxon Valdez derramó petróleo en 1989. Esto es para conectar con una línea de tubería sacando la gasolina y el gas natural de las arenas de alquitrán de Alberta.
El mundo está lleno de energía renovable y relativamente limpia, pero las compañías petroleras, las otras compañías que dependen del petróleo y sus políticos contratados, están más preocupados por mantener el suministro de petróleo que de salvar vidas, proteger la salud, el medio ambiente o la lucha contra el cambio climático. Una sociedad sana debería invertir en energía renovable y eficiencia energética. El desastre de Deepwater Horizon es una razón más para luchar por una sociedad socialista democrática, donde un plan racional de producción pueda poner primero a la gente y al planeta, antes que las ganancias.
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