Las elecciones en Suecia el 14 de septiembre fueron una catástrofe para la coalición de la derecha gobernante. La "oposición" rojiverde, sin embargo, estuvo a punto de regalar su victoria electoral pues el partido racista de de derecha Demócratas Suecos ( SD) duplicó sus votos ( del 5,7% al 12,9% ) lo que causó una gran conmoción e indignación.
El resultado de las elecciones fue una expresión más de una Suecia cada vez más polarizada y pone de manifiesto una profunda crisis y la necesidad de intensificar la lucha contra las divisiones raciales y las politicas de recortes y austeridad..
Colapso conservador
Estas elecciones han supuesto principalmente un descalabro para la alianza derechista de cuatro partidos que han formado el gobierno desde 2006 Nunca antes los cuatro partidos capitalistas tradicionales tenían esos resultados electorales tan pobres. Sumados los votos de los cuatro no llegan al de 40% perdiendo casi 470.000 votos.El principal partido de la Alianza de derechas , los Moderados, están cerca de sus desastrosos resultados en las elecciones de 2002, lo que llevó a una nueva dirección del partido y al proyecto "los Nuevos Moderados", incluyendo el hacerse llamar "el partido de los nuevos trabajadores".
Los demócratas cristianos han tenido su peor elección en 20 años, y el Partido Liberal sigue perdiendo electorado. El Partido del Centro también perdió; a pesar de que la prensa pro-capitalista en las últimas etapas de la campaña electoral hizo todo lo posible para apoyar al partido y a su líder Annie Lööf.
En la noche electoral, el primer ministro Fredrik Reinfeldt, anunció su renuncia así como también lo hizo el ministro de Finanzas, Anders Borg que también ha anunciado su retirada de la politica.
Las elecciones han dejado el proyecto de los Nuevos Moderados hecho jirones. Otros partidos de derecha también pueden ver un cambio de liderazgo tras los resultados de las elecciones, y la Alianza puede agrietarse y sufrir en los próximos meses cambios dramáticos.
L.as elecciones de este año tuvieron lugar en el contexto de un cambio dramático en la opinión pública – en contra de la política del gobierno de la derecha.Ocho años de Reinfeldt fueron más que suficientes. Durante mucho tiempo, las encuestas de opinión apuntaban hacia una clara victoria para la oposición rojiverde (los socialdemócratas y el Partido Verde, con el apoyo del Partido de Izquierda). El Partido Verde, en particular, parecía que iba a repetir el éxito que lograron en las elecciones europeas de mayo de este año.
Pero cuanto más se aproximaba el dia de las votaciones más pequeñas se hacian las expectativas rojiverdes. Hay varias razones para esto. Una de las principales es que la campaña electoral de este año fue tal vez la más suavizada y americanizada de las campañas electorales de los últimos años centrada sobre todo en los spots publicitarios y apariciones televisivas.
A pesar del lenguaje agresivo utilizado en los debates por el gobierno y la "oposición", no dejaban de reiterar que "básicamente tenemos un consenso", y podemos estar de acuerdo.
La cobertura oficial de la campaña electoral y los medios de comunicación no hacían mención en ningún momento de las cuestiones clave para la clase trabajadora: las privatizaciones, el futuro de la educación, la crisis de la atención sanitaria, las iniiciativas de empleos del gobierno, horas y condiciones de trabajo, los ataques sobre los enfermos y los parados , los impuestos que penalizan a las rentas más bajas ,las condiciones de los pensionistas, así como las cuestiones relativas a cambio climático y la crisis ambiental.
El líder socialdemócrata, Stefan Löfven, prefería aparecer como un tecnócrata de colaboración, haciendo negocios con los partidos de derecha, en lugar de actuar como un líder de la oposición.
En la campaña electoral socialdemócrata era como si no existieran las disparidades de renta y riqueza.La alianza rojiverde no propuso ninguna política anti-capitalista que pudiera interpretarse como querer tomar algunos de los miles de millones sobre los que súper ricos, las grandes corporaciones y los bancos están sentados. Los esfuerzos del Partido de Izquierda para distinguirse como el opositor intransigente de los beneficios que se hacen fuera del sistema de bienestar chocó con la realidad de ser un mero invitado a un nuevo gobierno de las cúpulas de los partidos.
Crecimiento de la extrema derecha
Debido a la débil oposición Rojo-Verde, los Demócratas de Suecia (SD) fueron capaces de obtener ganancias utilizando una mezcla de populismo y racismo. Aunque el SD votó con el último gobierno en 8 de cada diez ocasiones, no dudaron en presentarse como un partido de oposición al gobierno, al tiempo que centraban sus ataques a unasupuesta "inmigración masiva" que le cuesta demasiado a los ciudadanos suecos.
A pesar de su tradición neo-liberal los Demócratas de Suecia ( SD) obtuvo el apoyo de los votantes que se oponen firmemente a las privatizaciones en el ámbito de la enseñanza y de los votantes indignados con los socialdemócratas y que no creen que si estos gobiernan vayan a revertir las privatizaciones.El SD se ha beneficiando de la creciente brecha entre los trabajadores y la élite.
Los socialdemócratas lograron a duras penas llegar a un resultado electoral que superó el desastre, de las elecciones de 2010( 31,2% en comparación con 30,9% en 2010 ).Su crisis se demuestra por el hecho de que después de ocho años de gobierno de derecha, su resultado es casi cuatro puntos porcentuales menos que en su derrota electoral en 2006.
Esta socialdemocracia debilitada tratará de formar un gobierno con el Partido Verde, que también ha vuelto a sus resultados de 2010 Sólo pueden formar un nuevo gobierno y sacar adelante propuestas con el apoyo de otros partidos.
Una situación así es la puerta de entrada a una coalición más amplia. Pero esto no es probable que suceda pronto. En la noche electoral no había señales de que la cooperación con el Partido Liberal fuera posible. Sólo el líder del Partido de la Izquierda, Jonas Sjöstedt, habló sobre la posibilidad de una cooperación más amplia para aislar el SD. Como era de esperar, los socialdemócratas dijeron no a la Izquierda de participar en un nuevo gobierno, a la que quieren sólo como partido de apoyo en el parlamento.
Es demasiado pronto para predecir cómo será el próximo gobierno.El miedo a tener que ir a nuevas elecciones y una crisis de gobierno es un factor que tiende a crear nuevos bloques. A esto hay que añadir que el choque por el éxito electoral de los Demócratas de Suecia, a pesar de las grandes protestas anti-racistas y muchas revelaciones hechas sobre el racismo de la SD, fortalece inicialmente la ilusión de que se puede aislar al SD y reducir su electorado si los otros partidos parlamentarios cooperan.
Esta cooperación en apoyo de las políticas de derechas no detendrá el SD, pero puede que , como en otros países, después de un tiempo, de lugar a uno o varios partidos parlamentarios acaben diciendo que el tiempo está maduro para un acercamiento con la SD. Esto se muestra por ejemplo en los países nórdicos vecinos. En Dinamarca, el Partido Popular Danés fue durante diez años un socio clave con un gobierno de derecha y determinó sus políticas migratorias. En Noruega, el partido conservador está en el gobierno con el Partido del Progreso. Este gobierno combina los ataques a los derechos laborales, las nuevas políticas anti-inmigrantes y los ataques contra el derecho al aborto.
Ni ’aislamiento’ ni ’cooperación’ pueden detener al SD o detener la crisis económica, social y política que crea la insatisfacción de la que los partidos de derecha racistas obtienen sus ganancias electorales . Otro riesgo derivado de que el SD s haya duplicado sus resultados electorales es el incremento de la actividad de los grupos neonazis violentos. Los partidos del establishment ya han dejado caer que no ven improbable llegar a acuerdos con el SD y por consiguiente estar dispuestos a endurecer las políticas anti-inmigrantes.
Durante la noche de las elecciones, el ex líder del Partido de Centro, Maud Olofsson, dijo que los otros partidos deben "escuchar a los votantes SD", lo que sólo pueden ser interpretado como tener que construir nuevos y más altos muros contra los refugiados.
La lucha contra el racismo es una lucha contra las políticas de derecha. Las políticas de refugiados más estrictas introducidas desde finales de 1980 forman parte de la marcha hacia la derecha de la socialdemocracia y su “aburguesamiento”. Desde entonces, los gobiernos, cualquiera que sea su color político, han restringido el derecho de asilo, mientras que la clase política sueca se ha esforzado por hacer de la UE una «Europa fortaleza».
Los lugares de trabajo deben ser un baluarte crucial contra el SD , con los sindicatos uniéndose a la lucha contra el racismo y para que los convenios colectivos suecos se apliquen a todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes.
Pero,al mismo tiempo que el SD incrementaba fuertemente su número de votantes,estas elecciones han puesto de manifiesto que hay un deseo generalizado de levantarse contra el racismo, el sexismo y las desigualdades de clase . Esto se reflejó en la derrota electoral de la alianza de derecha y el cambio de gobierno. Y también por el hecho de que la Iniciativa Feminista (FI) estuvo muy cerca de entrar en el parlamento y en las municipales obtuvieron representación en 13 de los 21 consejos donde la FI representaba.. El FI es visto como un nuevo reto feminista y de izquierdas. Entre el grupo de edad 18-21, el Partido de Izquierda y la Iniciativa Feminista ganaron considerablemente más votos que los Demócratas de Suecia( (SD).
La campaña realizada por nuestros/as compañeros/as de Rättvisepartiet Socialisternas (CWI-CIT) en Haninge, Luleå y Gotemburgo, mostraron que las políticas socialistas claras pueden obtener apoyo.Fué una campaña centrada en los dos consejos en que ya tenían representantes y en la ciudad de Gotemburgo.
Durante la campaña, además de exponer los logros obtenidos en numerosas campañas y luchas locales, plantearon también un programa internacionalista y socialista claro. Asimismo organizaron varias protestas y manifestaciones contra los recortes locales y contra el racismo.
En la campaña de seis semanas, vendieron más de 4.500 programas electorales (ningún otro partido vendió ejemplares de su programa) lo que permitió contactar con gente nueva y reclutar nuevos militantes.
El resultado fué muy positivo pues fueron capaces de de mantener sus dos escaños municipales en Haninge (al sur de Estocolmo) así como dos escaños en Luleå (norte de Suecia).
Los resultados de estas elecciones pueden conducir a una intensificación de la lucha por un nuevo partido de los trabajadores, con un programa socialista. Este debe ser capaz de ofrecer ,a través de una lucha organizada y unida,un programa contra el capitalismo, la derecha política y las divisiones racistas, la prosperidad para todos y el desarrollo sostenible.
Be the first to comment