Jóvenes: Llego la hora de luchar.
Miles de jóvenes han estado luchando en las calles por sus derechos, ellos están mostrando el camino que se debe seguir:
El pase escolar debe ser gratuito:
El Estado tiene el deber de entregar educación a los jóvenes, junto con las herramientas para acceder a ella en igualdad de condiciones, por esto el pase escolar debe ser gratuito para todos los estudiantes.
El transporte público debe estar bajo control estatal, sacándolo de las manos de los mafiosos que hoy lo controlan y que lucran con las necesidades de los jóvenes y los trabajadores.
Fin al control privado de la educación:
La mayoría de las universidades, institutos y colegios privados, están más preocupados de las ganancias de sus dueños, que de la calidad de la enseñanza que entregan. Esto debe terminar definitivamente, no podemos permitir que se juegue con el futuro de los jóvenes.
Fin a la educación municipalizada y subvencionada:
En el caso de la enseñanza media, la educación municipalizada y subvencionada (privada) que impuso la dictadura, los empresarios y la derecha –aplicando una brutal represión- ha demostrado su total fracaso.
En las municipalidades más pobres el sistema se encuentra quebrado y la educación en general cuenta con menos recursos en esas comunas, como resultado de esto la educación es cada vez peor para los hijos de los trabajadores y de muy buena calidad para los ricos.
La necesidad de una educación gratuita y de calidad controlada por el Estado hoy se hace más vigente que nunca.
Educación digna, de calidad y gratuita para todos:
Lamentablemente la propaganda neoliberal ha penetrado en muchos sectores, los ha convencido que es imposible que la educación sea gratuita. Esto no tiene porque ser así y sólo va a depender del nivel de organización y lucha del movimiento estudiantil y de que este exija sus derechos.
Debemos recordar que los mismos que la privatizaron y que hoy la administran, estudiaron en universidades estatales y gratuitamente.
Lamentablemente muchos de los actuales dirigentes estudiantiles no se plantean la gratuidad de la educación e incluso están dispuestos a hipotecar su futuro –vía crédito universitario- con tal de poder estudiar.
El crédito universitario no es un beneficio entregado a los estudiantes, sino todo lo contrario, es un gran paso atrás comparado con lo que teníamos antes de la dictadura y que ahora la Concertación esta entregando a la usura de los privados.
Es necesario unificar las luchas:
La única respuesta concreta de la Concertación –frente a las demandas estudiantiles- ha sido una brutal represión. El gobierno tiene recursos ilimitados para comprar armamentos y aumentar la dotación policial, pero no hay recursos para solucionar los problemas sociales que crea el sistema económico que ellos defienden y que sólo beneficia a los empresarios.
El gobierno hábilmente se la ha jugado para dividir el movimiento estudiantil entre públicos y privados; entre universitarios y secundarios, levantando mesas de negociación con unos y otros, que lo único que buscan es desgastar el movimiento, para quitarle fuerza y así reprimirlos más fácilmente, cuando cada grupo se movilice por separado.
El gobierno entiende que la unidad de todos los estamentos estudiantiles seria fatal para seguir imponiendo su injusto sistema educacional.
Es necesario levantar un solo programa de reivindicaciones y llamar a una huelga general del conjunto de los estudiantes del país, esta es la única forma en que el gobierno les entregara respuestas concretas a sus demandas.
La necesaria lucha por el socialismo:
A los jóvenes y los trabajadores nada se nos entregará sin lucha. Debemos pelear por nuestros derechos bajo cualquier gobierno capitalista, sea dictatorial o concertacionista.
El desafió de la juventud es levantarse, organizarse y encontrar el camino para liberar al pueblo de la explotación, la miseria y la ignorancia.
Cualquier aumento en el gasto social como educación, salud, vivienda o cualquier otra reforma en beneficio del pueblo, significa atacar las ganancias y beneficios de los grandes empresarios, esta es la razón por la cual no es posible llevar a cabo cambios de fondo dentro del sistema que los ampara.
Para lograr una real justicia social, una verdadera democracia, el control del país debe ser encabezado por un gobierno que represente los intereses de los trabajadores y no de los ricos como hasta ahora.
Necesitamos una sociedad justa, solidaria e igualitaria, o sea, una sociedad socialista que ponga fin a las injusticias.
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