¿Cual es la tarea pendiente?
Acabamos de conmemorar un nuevo 11 de septiembre, fecha fatídica para la gran mayoría de los trabajadores chilenos. Una fecha que nos recuerda la muerte de Salvador Allende y el asesinato de miles de trabajadores y militantes de los partidos de la izquierda chilena. Aunque esta es una fecha que tiene mucha emotividad, cada vez la forma de recordarla pierde un cierto sentido y esto se debe fundamentalmente a los militantes del Partido Comunista y Socialista, que son los que encabezan las organizaciones de Derechos Humanos, quieren reducir esta fecha, solamente recordar a los caídos y aunque esto es importante lamentablemente no toma en cuenta las demandas actuales que tienen los trabajadores y especialmente los jóvenes.
¿Por que fueron asesinados estos trabajadores?
Muchos de ellos fueron asesinados por ser dirigentes sindicales y defender los intereses de los trabajadores, por el deseo de tener una vida digna, también cientos de dirigentes mapuche fueron asesinados por la misma razón por la que se están movilizando hoy, lo mismo ocurre con los dirigentes estudiantiles asesinados y los pobladores, entonces ¿por qué solo se recuerda el hecho mismo de los asesinatos? y no el por que fueron asesinados ¿por qué hay sectores interesados en sacarle el contenido de fondo, la razón del ensañamiento de la dictadura con ellos?
Si de verdad queremos recordar a los compañeros caídos bajo el régimen militar, tenemos que levantar las banderas de lucha de esos compañeros, ya no basta con llorar y lamentarnos, debemos pasar a la ofensiva y terminar con la tarea que ellos dejaron inconclusa, siguiendo el ejemplo que están dando hoy los estudiantes.
¿Por qué los jóvenes son violentos en estas movilizaciones?
Muchos jóvenes se dedican romper paraderos de buses lanzar unas cuantas bombas molotov contra la policía, viendo las llamas como no recordar el bombardeo de La Moneda por los militares criminales que encabezaron el golpe y que quemaron y rompieron más que un paradero de micros.
Los cínicos de siempre rasgan vestiduras “esto es un atentado a la democracia” “son unos delincuentes” y estupideces por el estilo. Alguien se ha detenido a preguntarse ¿por qué los jóvenes reaccionan o actúan de forma violenta? ¿Que es lo que esta mal con esta sociedad? También están los que dicen que estos jóvenes ni siquiera habían nacido para el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 y que por lo tanto no sufrieron los efectos de la dictadura.
Los jóvenes que hoy tienen menos de 30 años son los que más han sufrido por los efectos de la dictadura. Las cifras mas altas de desempleo se da entre estos jóvenes, los que tienen trabajo son los peor pagados y los que más sufren por los malos tratos por parte de los empresarios. La educación para ellos dejo de ser un derecho, como si lo fue para las generaciones anteriores, ahora la educación es una mercancía más que se transa en el mercado y si no tienes para pagarla, te jodiste. La herencia de la dictadura para ellos es súper concreta, no tienen derecho a estudiar, no tiene trabajo y por supuesto no tienen ninguna confianza en el futuro, dado que no se les ofrece nada. Son ellos los que día a día sufren la violencia del sistema impuesto por la dictadura y los empresarios y defendido con uñas y dientes por la Concertación.
Una democracia fraudulenta.
Por otro lado los jóvenes tienen muy claro que la supuesta democracia que existe en Chile, no le entrega canales reales de participación, por eso nunca se inscribieron para votar, lo menos que se puede decir de la democracia chilena es que es una democracia fraudulenta, que solo esta ahí para asegurar la continuidad de los privilegios de “la clase política”. Los mismos parlamentarios que ganan alrededor de 10 millones de pesos mensuales, consideran que el sueldo mínimo de 193.000 pesos es demasiado para un trabajador joven, así que han dictado leyes para hacerlo aun más paupérrimo para ellos. Esta es la violencia que sufren todos los días estos jóvenes que salen a las calles a demostrar su rabia, frustración y descontento.
Ellos no se sienten representados para nada por los actuales partidos de derecha que hoy están en el gobierno, todavía menos por la oposición concertacionista que solo reciben el desprecio más absoluto de las nuevas generaciones, como queda demostrado encuesta tras encuesta y en cada marcha estudiantil.
Por otro lado ven a los dirigentes del Partido Comunista, un partido que supuestamente debería representar algo distinto, ansiosos por ser parte de toda la farsa dejada por la dictadura, mendigando patéticamente a la Concertación para que le den unos pocos cupos para las alcaldías y en el futuro le mantengan sus “puestecitos en el Parlamento”.
Ante la falta de canales de expresión para la juventud, la solución que ellos ven en este cuadro político es declararse anti-sistema y salir a enfrentarse con la policía, romper sucursales bancarias y locales de las transnacionales ¿Están equivocados en su accionar? Si lo están ¿Pero podemos culparlos y criminalizarlos? Claramente NO, el problema no son ellos, es el sistema que les deja como único camino para ser escuchados reaccionar de esta manera.
Los derechos humanos y nuestras demandas.
Los derechos humanos no podemos reducirlos a los asesinatos, esta claro que debemos exigir “verdad y justicia”, pero también debemos reclamar nuestros derechos económicos, sociales y políticos. Debemos exigir nuestro derecho a un salario digno, a educación gratuita y de calidad, lo mismo para la atención de salud y viviendas dignas. Todos estos derechos estaban medianamente garantizados antes de la llegada de la dictadura, de hecho la principal tarea de la dictadura fue abolir estos derechos y convertirlos en una mercancía más dentro del mercado.
Los trabajadores debemos retomar la senda de nuestros compañeros asesinados por la dictadura, debemos exigir nuestro derecho al trabajo, a un salario digno, a una jubilación justa y seguridad social en todos los aspectos de nuestra vida. También debemos luchar por el derecho a formar sindicatos, negociación colectiva y el derecho a huelga sin ningún tipo de restricción, el actual código laboral debe ser eliminado y volver a los derechos que teníamos antes de la llegada del régimen militar.
Tenemos que terminar con la Constitución de 1980.
La Constitución de la dictadura sigue plenamente vigente, la única diferencia es que ahora aparece firmada por el “compañero” Ricardo Lagos, esta constitución solo consagra los derechos de los ricos, de los empresarios de este país y no de la mayoría de la población que esta integrada por los trabajadores.
Si solo se apunta al sistema electoral binominal, nada va a cambiar, por que el problema de fondo es la actual Constitución, con la integración de algunos diputados de “izquierda” solo se legitimo esta democracia fraudulenta y el sistema económico ilegitimo y criminal, que ella consagra y los trabajadores seguimos sufriendo las consecuencias.
Es necesario terminar con la ideología neoliberal y con el sistema capitalista que solo engendra miseria y violencia. Es necesario construir una sociedad más justa, más humana, que termine con el lucro de unos pocos y piense en el conjunto de la población, en otras palabras, una sociedad socialista democrática.
Para lograr lo anterior tenemos que empezar por construir un instrumento político de la clase trabajadora. Hoy es más evidente que nunca, que necesitamos construir un partido de los trabajadores, que este dispuesto a encabezar las luchas para lograr nuestros objetivos.
Cuando empecemos a dar los primeros pasos en pos de estos objetivos, estaremos rindiendo un justo homenaje a todos los luchadores de la clase trabajadora caídos el 11 de septiembre de 1973.
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