Desde que asumió como Ministro del Interior Jorge Burgos y el nuevo intendente de la Araucanía Andrés Jouannet y como ya lo había previsto Francisco Huenchumilla se ha empezado a aplicar la política del “garrote” contra los comuneros mapuche
Jorge Burgos ya lo ha dicho en reiteradas ocasiones, a él no le temblara la mano para ordenar la represión y la aplicación de Ley Anti-terrorista contra los mapuche, desde su llegada sin decirlo públicamente le ha declarado la guerra al pueblo mapuche y sus comunidades.
Pero lo más grave es que aparentemente el ministro del Interior de a dado carta blanca a carabineros para llevar a cabo junto con una represión brutal, la aplicación de torturas contra los comuneros y presos políticos mapuche.
En forma reiterada los comuneros que han sido detenidos han denunciado la aplicación de torturas por parte de carabineros durante sus detenciones, hasta ahora hay denuncias en varias comunidades que han sido allanadas.
El peñi Guido Curihuentro Millaleo denuncio torturas, en un comunicado público donde menciono que: “En estado de inconsciencia, con claras señas de mi tortura avaladas por informes médicos en la sala de reanimación, el ministerio publico quiso hacerme efectivo el control de detención, aun cuando me debatía entre la vida y la muerte, conectado a ventilación mecánica.” Junto a todas las irregularidades que están señaladas durante su proceso.
El 5 de febrero de 2016 a las 22:00, en Ercilla, Mijael Carbone Queipul y su primo Juan Queipul, miembros de la Comunidad Temucuicui, fueron interceptados en su vehículo por una docena de policías del GOPE. Un teniente de apellido Riquelme lo identificó y sin ninguna explicación fue sacado del vehículo y golpeado en la cabeza y otras partes de su cuerpo con puñetazos, patadas y golpes de fusil además de insultos racistas. Tras horas de torturas la policía los llevó a constatar lesiones al hospital de Collipulli, donde fueron examinados, en presencia de carabineros. Luego fueron llevados a la comisaría de Collipulli acusados de “agresión y maltrato de obra a carabineros”.
El 10 de febrero de 2016, ocho campesinos, incluyendo un menor de edad, fueron torturados por el GOPE y otro personal de DIPOLCAR en la localidad Puerto Choque. Los comuneros denunciaron que fueron amarrados de pies y manos, interrogados, acusados de cometer crímenes y salvajemente maltratados, incluyendo insultos racistas. Las torturas a campo libre fueron practicadas desde las 11:00 AM hasta las 16:30 -afirmó una de las víctimas.
Estas son algunas de las denuncias por torturas que están llevando a cabo las fuerzas represivas comandadas por el gobierno de la Nueva Mayoría, que encabeza la señora Bachelet. Es impresentable que después de 25 años de supuesta democracia se siga aplicando la tortura en Chile y exigimos que se ponga a fin a estos métodos, junto a la libertad inmediata de todos los presos políticos mapuche.
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