Abajo publicamos un articulo escrito por los companeros del Observatorio Critico, en Cuba
Los grandes intereses capitalistas que prevalecen en las sociedades contemporáneas, han conseguido una relativa prevalencia y hegemonía de sus mensajes e ideologías. La fuerza de la repartición imperialista del mundo, el peso abrumador del aparato mediático y propagandístico, unidos a la monumental estafa que significó el llamado socialismo real, han permitido este resultado. Un vistazo más profundo revela, no obstante, poderosas reservas de fuerzas y esperanzas para los explotados de la tierra.
Las causas no pueden ser más elocuentes. La crisis económica golpea hasta a sectores antaño considerados a salvo, con sus secuelas de desempleo, empobrecimiento, desamparo y hasta olas de suicidios. En el Tercer Mundo, grandes masas pelean por la inoperancia de los sistemas que prometían el progreso pero han producido, fundamentalmente, mayores catástrofes ambientales y ecológicas que todo lo conocido anteriormente. Por otra parte, el asombroso desarrollo tecnológico moderno, la acelerada conectividad e intercambio de nuestro planeta, también incentivan la identificación e integración de los esfuerzos globales en pro de cambiar las reglas del juego por otras más justas y humanas.
En un marco que se anticipó a la caída del Muro de Berlín, específicamente en abril de 1974, surgió el Comité por la Internacional de los Trabajadores, CIT. Los simpatizantes del hoy Partido Socialista británico fueron los impulsores de esta iniciativa, inspirados en el legado de las luchas de los trabajadores de los siglos XIX y XX.
El CIT percibió el daño que las políticas estalinistas infligían en el seno de los movimientos obreros internacionales. Se imponía la necesidad de desarrollar estrategias de democratización de los partidos que representaran a los explotados, de elaborar programas políticos coherentes con los anhelos de libertad y justicia social. Tales movimientos deben tener inexorablemente un carácter internacionalista, que abarque cada rincón en donde exista un trabajador con la capacidad de beneficiarse y aportar por la causa de sus hermanos de clase en todo el planeta. Estas ideas beben de las fuentes, como es natural, de los clásicos del marxismo, Marx, Engels, Lenin, Trotsky, y reconociendo los modernos desarrollos de los pensamientos altermundistas, ecologistas y progresistas de todo el mundo.
Con estas motivaciones, se produce el involucramiento de los compañeros del CIT en causas de luchas obreras y populares en numeros países. En el escenario contemporáneo no se perciben las condiciones para el desarrollo impetusoso y masivo de un movimiento tipo Internacional Socialista, con partidos de masas trabajadoras coordinando a escala global la ofensiva contra el neoliberalismo. Eso no quiere decir que no se presentan innumerables escenarios de intensos enfrentamientos. Actualmente, en múltiples lugares se manifiestan arremetidas de los explotadores, desesperados por mantener sus menguantes márgenes de ganancia, y esto evidencia la necesidad de la resistencia, tanto más efectiva cuanto más consciente, profunda y globalizadamente logre procederse.
En estos trajines, maduran las condiciones para la organización de movimientos populares, capaces de aprender de los errores del pasado, desmarcarse de ultraizquierdismos u oportunismos que dieron al traste con intentonas del pasado. Al mismo tiempo, se torna estratégica la unión, a nivel internacional, de fuerzas de movimientos con intereses similares. A este fin dedica la CIT sus mayores esfuerzos.
En el caso particular de nuestro país, la CIT nos ha manifestado su identificación con los principios anticapitalistas y de democratización ciudadana que propulsamos en el seno del Observatorio Crítico. La amistad entre nuestros movimientos se entreteje, entonces, con naturalidad, y tiene amplia arena para construir empeños comunes.
En el mes de diciembre de este año, tendrá lugar la reunión del Comité Ejecutivo Internacional del CIT. A este impresionado servidor se le asignó la tarea de representar al Observatorio Crítico. Hemos considerado, en nuestros análisis colectivos, emplear estas oportunidades para divulgar nuestros empeños. Particularmente, expondremos nuestros testimonios sobre la lucha más candente que se nos ha planteado en los últimos tiempos, acerca de la necesidad de dar un vuelco total al propuesto Código del Trabajo, al cual encontramos como una amenaza fatal para el desarrollo futuro del socialismo en nuestro país.
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